Capítulo Cinco.

5.8K 482 49
                                    

Después de escuchar sus palabras; rápidamente vi por encima de mi hombro para examinar la distancia a la que estamos de la casa, ¡Es inmensa! Literalmente apenas estamos entrando al patio delantero.

—¿Cerca de tu propiedad? —me susurré a mi misma, no entiendo, ¿Hablara del terreno? —¿Te refieres a…

—¿Por qué? O más bien ¿De qué estaban hablando tan cercanos? —me interrumpió fastidiado mientras daba los últimos pasos para quedar enfrente de mi, tuve que subir la cabeza para mantener nuestro contacto visual. Carajo, ¿Por qué es tan alto? Tal vez yo sea la pequeña, pero da igual, desde esta perspectiva es divino.

—Oh, de eso, estábamos hablando de las flores que planté, me sorprende que no lo hayas notado —lo esquive para que me siguiera con la mirada y viese los bultos de tierra que estaban atrás —¿Qué te parece? ¡Hacer un jardín de rosas! Creo que nuestra casa lo necesita, la arquitectura es antigua, y con las rosas seria perfecta… —no pude evitar hablar emocionada.

—¿Jardín de rosas? —preguntó sorprendido, poco a poco su apariencia fue mejorando —Suena bien.

—En verdad me alegro que te guste la idea —por más que quise, no pude ocultar mi enorme sonrisa. Lo cierto es que pensé que no volveríamos a tener una charla tranquila, estoy tan feliz que podría llorar.

—Solo te pido una cosa, Verónica, ahora que tendrás tu jardín aquí afuera, no hables con cualquier hombre que te diga que vive cerca, tal vez está zona sea segura, pero hay gente loca —me advirtió volviendo a formar un semblante hostil —Ese chico… no me causó una buena impresión.

Entonces dejé que un tierno calor se apoderara de mis mejillas, me llena de felicidad que Johan se preocupe por mi a pesar de todo lo que pasó.

—Claro, lo tendré en cuenta.

—De acuerdo, ¿Qué te parece si entramos? La ropa que tienes es muy corta, con este aire te puedes enfermar —aconsejó antes de caminar a la entrada, quise seguirlo pero después se escuchar sus palabras me detuve para darme un vistazo, ¿En verdad mis prendas son cortas?

Ah, supongo que lo dice porque se acerca un clima frío.

Entonces rápidamente metí todos mis instrumentos de jardinería en una caja y enseguida fui atrás de él.

[…]

Subo los escalones con la mirada perdida; cuando cenamos no me sentí incómoda pero tampoco tranqulia, extrañamente el comedor estaba con un ambiente templado, como si nada nuevo hubiera pasado, como antes de seducirlo.

No sé qué pensar, estoy insegura de cómo Johan se siente; mientras comía permanecía sereno, incluso pensé que las cosas entre nosotros se calmaron, pero nuevamente dejó la mesa primero con la excusa de que estaba cansado.

No dudo de su agotamiento y sé que yo misma pedí separarnos, pero ¿En serio puede dormir en paz? Si, nunca nos abrazamos y siempre manteníamos nuestra distancia en la cama, pero por lo menos yo siento un inmenso frío al no tenerlo.

Honestamente no sé si podré acostumbrarme a esto…

Me detuve cuando vi la habitación de Johan entreabierta, con la luz prendida, y con un poco de ruido adentro. En verdad quise pasar de largo e intentar dormirme, pero mi maldita curiosidad hizo que sigilosamente me acercara a la puerta, entonces pude ver a Johan de espaldas hablando por teléfono.

—Que sorpresa, hace tiempo que no sé nada de ti —se volteó hacia mi dirección, casi me desmayo por miedo a ser descubierta mirándolo, pero por suerte veía al suelo —¿En serio? ¿Hace cuando viniste? —sus ojos se engrandecieron con sorpresa y alegría.

Seduciendo A Las Rosas [Oficial]Where stories live. Discover now