Omake: No somos monstruos, ustedes si

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Bueno, aquí esta su capitulo esperado, vuelvo a repetir, si les gustó agradézcanle al autor original, muchas gracias por leer, al final palabras del autor, aquí me despido.

 Adiós y tengan una buena noche.

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Feliz quinto aniversario...gracias por todo :) Narufuu por siempre.

Lo entenderás cuando seas grande...

No importaba las veces que preguntaba, incluso sacando sus mejores bromas de su imaginación para esperar un error, nada, el viejo tercero jamás quiere decirle porque él no tiene padres como los otros niños, o porque la gente de la aldea lo trata peor que basura humana, lo máximo que le dijeron fue que de soñar con una jaula, no se acercara a ella bajo ningún motivo. A pesar de su corta edad y de las situaciones que la vida le impuso por injusticia del destino, es lindo pensar que aun en la soledad, tenía una conexión especial si se dejaba pasar esos rumores, cosa que sucedía con los niños, pero los adultos siempre se metían en medio para asustarlos solo porque es ese niño ¿Acaso son por las marcas de nacimiento en las mejillas?

Naruto salía de la academia tras pasar su típico día, hacer el ridículo de manera deliberada en frente de Iruka-sensei para que algunos se ríen con el ante la aburrida clase de estrategia, dando un cambio brusco al ser nuevamente desplazado por los demás, dejándolo perdido en ese columpio de manera que nadie más que Naruto usaba, es tan ridículo porque incluso se decía que ese columpio estaba maldito por su mera presencia, por una parte era lo mejor, una burbuja de protección contra los mayores. No es que tuviera miedo a enfrentarse a golpes, con esa energía le daba cara hasta al viejo tercero, solo que nadie es justo para pelear de forma justa, en ocasiones son tres, en otras doce los que lo pateaban en el suelo.

Hoy en particular no tenía ganas de hacer alguna broma para llamar la atención de la gente, simplemente quería dar una vuelta por la aldea antes de regresar a casa y estudiar, esperando algún día ganarle al amargado de Sasuke y demostrar que valía algo, se había acostumbrado a esas miradas de la gente, como si vieran a un monstruo caminando por la calle, incluso un imbécil le tiro un palillo de madera usado para los dangos estando consciente de lo peligroso que podía ser. En fin de semana no podía darse el lujo de ir a comer ramen con el viejo Ichiraku, son los días donde tiene más gente y por apoyarlo de cierta manera, tras darle un techo donde comer en un día de tormenta hace unos meses, no le quería espantar la clientela de un negocio que ya sufría de un estigma muy negativo por recibirlo.

Al parecer los adultos de la aldea se levantaron de malas pues los insultos fueron muchos, por lo que el niño rubio opto por salir hacia el bosque, un lugar que el viejo tercero le había designado donde podía vagar por la vegetación sin ser molestado, con la condición de no salirse de esa zona y tratar de escapar. Paso de largo de los troncos que usaba como objetivos de entrenamiento para lanzar las shurikens, tal vez más al rato le daría un intento para ver si su puntería había mejorado en lo más mínimo, llego a su sitio de siempre para ver la puesta de sol y dejar ir la imaginación sobre sus orígenes.

No supo cuando noto un punto negro sobresalir del sol, es un lugar alto donde la vista del interminable bosque es bonita a estas horas, es extraño porque el sol no debe tener esa marca, a menos que el maestro sea un idiota y no sepa la verdad. Naruto apenas tiene tiempo para parpadear cuando el punto negro pasa a un color verde, solamente noto ese pequeño detalle porque como un kunai lanzado por un ninja de elite, fue a chocar contra el a una gran velocidad, salió ileso gracias a que su cuerpo siempre fue bueno para recibir golpes, lo notaba cuando en cuestión de horas los golpes que recibía desde que tiene memoria, desaparecían o por lo menos cicatrizaban para luego no dejar rastro. Aquello cosa en medio del polvo ocasionado dejo salir un quejido de dolor.

Fuu conoce a NarutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora