✘ Rσנσ Ʋιησтιηтσ ✘ (SIN EDITAR)

Quitarlos de encima

Siguiente día, 06:27 de la mañana, Tobe tuvo las agallas de poner en progreso un pequeño plan nuevo.

Junto a Pucca, y su banda de ninjas secuaces, decidieron obstruir la búsqueda que estaba realizando la policía.

Justo fue a esa hora, 06:27 am, en la que Bruce, Abyo y más del 23% del cuerpo de seguridad fueron mandados al hospital; además de tener hematomas en casi todo el cuerpo, presentaban debilidades fuertes en su sistema inmunológico. Aparentemente algún extraño líquido había ingresado en sus cuerpo a jeringazos.

En efecto, era una droga, probablemente heroína... Esta vez, Tobe se salió con la suya y en grande, jamás había demostrado que su venganza hubiera sido tan importante.

De hecho, con el simple hecho de haberse secuestrado a Pucca hubiera sido suficiente, pero no, él quería una buena batalla, en la que Garu cayera tan derrotado que se retiraría de Sooga y no volvería a aplicar el ninjutsu nunca jamás.

(...)

Garu se enteró del suceso, pues, leyó el periódico de las 07:00, y preocupado, fue al hospital a visitar a su amigo, Abyo, ya que al ser hijo de un policía también sufrió ese ataque.

Llegó al hospital, y tras ingresar a la habitación de Abyo, notó que este estaba junto a Ching y Dada, quiénes intentaban que el muchacho en la camilla reaccionara, pues aparentemente estaba en coma.

Garu se acercó, y lo vio. —¿Alguno de ustedes presenció el ataque de Tobe?

—Oh, yo sí.— Contestó Ching. —Y no me creerás lo que te digo, pero creo haber visto a una chica vestida como Tobe, pero de rojo.

—¿De rojo?

—Sí, de rojo, pero no creo que sea Pucca, tenía los ojos bien abiertos, y eran amarillos, muy bonitos.

—¿Y si es Pucca? — Dada opina. —O sea, a lo mejor forzaba la vista o algo.

—No, no es Pucca y lo sé, ella no es capaz de dañar a nadie.

—Tú dices... — Musitó Garu. —Si fuera Pucca, habría que sorprenderla la próxima vez que lleguen a hacer algo malo, y descubrir por qué se deja manipular por Tobe...

—¿Y si no se está dejando manipular? —Dada, inseguro, vuelve a opinar. —D-Digo... Emmm... Quizás... Quizás ella misma quiso ser malvada...—

—Eso es tonto, Dada, ¿Cómo Pucca haría algo así? —Reprocha Ching. —Ella es un ángel.