C U A T R O

1.1K 234 26
                                    


Al cabo de dos semanas, Hoseok ya estaba harto de que el chico de los ojos profundos lo ignorara. Todos los días, Hoseok se acercaba a Taehyung con la intención de hablar con él, pero este apenas le dirigía la mirada y se ponía a leer con sus audífonos puestos, el pelinegro entendía la indirecta, por lo que decidía ir con Yangmi y Minhyuck, o sólo con Minhyuck, debido a que en ocasiones Yangmi se iba con Jungkook a quién sabe dónde, a hacer quién sabe qué.

Por la misma razón, ya consideraba a Minhyuck un amigo, era amable, no hablaba demasiado, lo cual quedaba excelente con Hoseok, que una vez se sentía cómodo con alguien, nadie podía frenar sus infinitos temas de conversación, tenían más de un tema en común, y gracias a él se enteró de que había un salón de baile e incluso un taller luego del horario escolar.

Por la misma razón se dirigió a recepción en la hora de almuerzo para preguntar los detalles. El taller se realizaba dos veces a la semana, media hora después de finalizadas las clases, y daban termino al paso de dos horas. Por lo menos serían dos horas y media en las que no estaría en su casa solo. Esa misma tarde podía unirse al taller sin problemas, y se le notificaría al profesor a cargo por su situación particular.

Hoseok calculó más o menos el tiempo en que demoraría en ir a su casa a buscar lo necesario para el taller y volver, y llegó a la conclusión que si iba y volvía corriendo buscando todo con la mayor rapidez de su vida, alcanzaba a llegar unos minutos tarde, pero podría hacerlo. Ojalá. Pensó con una sonrisa cargada de entusiasmo entrando al salón unos minutos antes de que el timbre tocara, atrayendo la mirada de cierto chico que comía en silencio y soledad. Pero estaba tan metido en sus pensamientos que no reparó en la presencia del castaño. Este por su parte regresó la mirada a su comida, y sintiendo vergüenza la guardó sin hacer mucho ruido. Agarró su libro y continuó con la lectura que había pausado cuando se propuso a almorzar. Nunca había deseado tanto que terminara la hora libre, mas se sentía incómodo en compañía del chico de la brillante sonrisa, al que había decidido ignorar luego de que fuera testigo de su desagradable realidad física.

.-.-.-.-.-.-.-

Horas más tarde Taehyung vendría saliendo de su taller de fotografía, donde estaba dándole forma a su proyecto de una exposición en el instituto, el cual había sido presentado a los directivos, y el mismo que fue aceptado posteriormente, haciendo al castaño sentirse orgulloso de su idea en aquel arte que llenaba una fracción de su corazón.

-Deja de ignorarme...- soltó Hoseok un poco falto de aliento, junto al castaño.

-¡Mierda!- Taehyung saltó y se tensó en su lugar dejando caer las carpetas de sus manos, provocando un ruido seco luego de su grito, que a su vez asustó a Hoseok, quien gritó para seguidamente reírse de la estúpida situación.

Taehyung se apresuró a recoger lo que se cayó, y continuar su camino a la salida. Hoseok, luego de calmar su risa, para nada disimulada, notó las intenciones del más alto, y lo siguió.

-Oye, Taehyung.- Hoseok se interpuso en su camino, frenándolo de golpe, el castaño evitó su mirada fijando la suya en lo que mantenía ocupadas las manos ajenas; un bolso de gimnasia un poco húmedo en pequeños sectores.- ¿Qué sucede? Pensé que éramos amigos, pero me has estado evitando este último tiempo. ¿Dije algo malo, o que te haya molestado? Tú sabes que yo hablo mucha mierda, por lo que debiste haberme dicho si dije algo que te incomodara...

-No dijiste nada malo. Soy yo el que está mal...-interrumpió Taehyung antes de que el contrario se largara en un monólogo, seguía con la mirada lejos del rostro del pelinegro, esta vez encogiendo un poco su postura, pero antes de que agregara algo más, se vio igualmente interrumpido por el otro.

-¿A qué te refieres? ¿Por qué serías tú el que está mal?

Hoseok odiaba las adivinanzas o acertijos, porque era lento en ese sentido, por lo que siempre le pedía a todos que le hablaran lo más directo posible, pero este chico lo iba a sacar de quicio si seguía expresándose con frases ambiguas que no entendía.

Taehyung cruzó sus brazos, pero lejos de parecer intimidante o de sacar provecho de la diferencia de altura, parecía inofensivo. Quería ir a su casa, al resguardo de su hogar. Nadie debería pasar por este tipo de situaciones con la persona que te gusta.

-Por favor, Hoseok- se rió sin gracia, mirando al costado y descargando su impotencia con sus cortas uñas en su palma- ¿Es que no me ves? Soy un asco, no merezco tener amigos... pensé que ocultándotelo sería más fácil, pero igual iba a pasar... ¡Que idiota! Es imposible ocultar 15 kilos que no deberían estar.- Taehyung finalmente levanta la mirada encontrándose con la sorpresa en la cara del pelinegro.- Quédate con personas como tú, que sean saludables y extrovertidas. Y yo, definitivamente, no entro en esa clasificación.

El castaño pasa junto a Hoseok, aprovechando el estado de estupefacción del otro. Este procesaba lo que le decía, ¿hablaba de su peso? ¿Él era el chico gordo del que todos hablaban? Aún confundido se dio la vuelta y volvió a alcanzar al castaño, siguiéndole el paso.

-¿Crees que me importa? Si yo te hablaba o te buscaba es porque eres simpático, obviamente cuando dejas tu timidez de lado. Pero aun así me caíste bien. No había notado tu sobrepeso si es lo que te molesta, recién que lo dijiste ocupó un lugar en mi mente, y sigue sin tener relevancia.

Taehyung se detuvo, ocasionando que Hoseok chocara contra su espalda. Afectado por las palabras del otro, miró por sobre su hombro al pelinegro, y con la voz entrecortada preguntó:- ¿En serio no te importa?

-¿Por qué habría de hacerlo? Mira, sé que nos conocemos desde hace poco, pero realmente me siento cómodo contigo.- Hoseok que a partir del golpe se había quedado mirando al suelo, un poco cohibido.- ¿Podríamos ir a otro lugar a conversar? Me inquieta estar en la calle.

Taehyung meditó las palabras del chico y se dirigió a tomar el autobús que lo acerca a su hogar. El otro confundido le siguió el paso.

-¿A dónde vamos? Y no me digas que a tomar el autobús, sería más que obvio.- parloteó Hoseok, esta vez, a un lado de Taehyung, donde alcanzó a visualizar una fugaz sonrisa.

-A... mi casa. Pero si quieres vamos a otra parte, pero no conozco mucho, prefiero quedarme en mi habitación la mayoría del tiempo...- la voz del castaño se hizo diminuta para el final de la oración, ganándose una mirada comprensiva.

-También soy de esos... Pero tu casa está bien, la mía es un desastre. Aún no terminamos de ordenar, y eso que vamos a cumplir un mes desde la mudanza.- compartió el pelinegro antes de subir a la línea correspondiente, según el más alto.

Luego de un viaje de media hora, una llamada al padre de Hoseok y una llamada de la madre de Taehyung; llegaron a la vivienda del castaño. A Hoseok le gustó, se parecía a su antigua casa, irradiaba "hogar". Con los cuadros sobre repisas, sillones con cojines cómodos, una televisión en la sala, una cocina un poco desordenada, olor a detergente, a inciensos, al perfume de sus habitantes, ya saben; un hogar.

Al sentarse en el sofá, y acomodar sus cosas a un costado pudo respirar un poco más tranquilo, dejando atrás el frío particular de ese día. Observó cómo el otro se movió de un lado para otro por unos minutos arreglando algunas cosas que no había notado, hasta que finalmente se sentó junto a él, dejando una distancia prudente entre ambos cuerpos.

-¿No prefieres cambiarte el uniforme? Puedo esperar aquí

-Emm... Sí. Vuelvo en un minuto.- Taehyung se levantó y desapareció por un pasillo.



Gracias por leer ❤ ❤ ❤

Unobserved Vhope/VopeWhere stories live. Discover now