~ Serás Mi Muñeca ~

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Fue un año largo, pero al fin se terminó el año escolar. Eran vacaciones de verano y, durante meses, estuve acercándome a la chica que me gusta: Andrea. Tanto en persona como por mensaje, logré una linda conexión, teniendo una gran amistad y confianza con ella y su círculo de amigas. Al punto en que tres de las cuatro me confesaron ser bisexuales: Karla, Jennifer, Ana y la misma Andrea.

Por otro lado, yo les conté lo que para mí era el momento más vergonzoso de mi vida: la ocasión en que perdí una apuesta con una prima y fui obligado a vestirme de niña, con una minifalda blanca, una blusa gris que tenía escrito "Power Girls" y un "bonito" moño rojo. Ellas lo tomaron con humor y era su chiste local hacia mí, pero no me molestaba. De cualquier modo, era la forma más "práctica" de acercarme a Andrea, y por qué no, a mis nuevas e increíbles amigas.

Regresando al presente, habían pasado unos días desde el comienzo de las vacaciones. Era un sábado por la mañana; yo estaba en casa desayunando con mi hermano y mi mamá, como siempre, mientras me mensajeaba con Andrea:

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Chat: Andrea

[...] Sí. Oye, hoy en la tarde van a venir las chicas, ¿quieres unirte? ×

- ¿Me estás llamando "chica"?

En efecto... ×

- ª

No, no es cierto, pero ya sabes, ya eres de nuestro grupo y quería ver si venías. ×

- Ok, cool. Sí, sí voy. ¿En tu casa?

Sip! A las 2:20. ¿Vale? ×

- Perfecto! Solo hago unos deberes en mi casa rápido y me lanzo para allá.

Perfecto! Los espero ×

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Hice lo que tenía que hacer en casa: barrer, quitar el polvo de los muebles y acomodar un poco lo más rápido que pude; tomé una ducha y me arreglé lo mejor posible.

A las 2:00 me despedí de mi madre y hermano y fui directo a casa de Andrea.

Llegué a las 2:15, toqué el timbre de la casa y ella me abrió. Se veía hermosa; usaba un vestido muy bonito, amarillo con rosas rojas, unas sandalias de tacón beige y se había puesto una colonia de olor delicioso. Me recibió felizmente y me invitó a pasar. Como supuse, no había nadie más que su madre, pero precisamente ella iba de salida.

Sra. Teresa: Buenas tardes, joven. Andrea, ya me voy. Cuando lleguen tus amigas, ya sabes, no hagan destrozos y pórtense bien. Regreso en la noche.

Andrea: ¡Bye, mami!

Teresa: Adiós, mi niña. Nos vemos, joven. Se queda en su casa.

Yo: Gracias, señora. Bonita tarde.

La mamá de Andrea se fue y solo nos quedamos nosotros dos. Decidí romper el silencio.

Yo: ¿Tardarán las chicas?

Andrea: Tal vez. Les dije que llegaran a las 3:30.

Yo: Ah, qué bi... ¿3:30!? Pero apenas son las 2:17. ¿Por qué me citaste tan temprano?

Andrea: Es que quería hablar contigo, a solas.

Yo: Eh... ¿Ok? ¿Qué pasa?

Andrea: Ya sé que te gusto.

Yo: ¿¡Qué!? ¿¡Cómo!?

Andrea: Eso no importa. Mira, no eres feo; eres muy guapo, a decir verdad. Pero no eres mucho mi estilo... aunque podemos "arreglarte"...

Yo: ¿Cómo que "arreglarme"? No soy un auto viejo.

Andrea: No me malinterpretes... Solo hablo de un pequeño cambio de look. Específicamente tu outfit.

Yo: Oye, soy un chico. No combino el color de mis tenis con el de mi suéter.

Andrea: ¿Y qué tal el de tus tacones con el de tu falda?

Yo: ¿Cómo?

Andrea: Mira, seré directa... Quiero vestirte de mujer...

Yo: ¿¡Qué!? ¿¡Por qué!?

Andrea: ¡Ah! ¡Vamos! Ya lo hiciste una vez. Nos lo contaste.

Yo: Sí, pero no dije que me haya gustado.

Andrea: Pero tampoco dijiste que no te gustó.

Yo: Sí, sí lo dije! Por eso es "mi momento más vergonzoso".

Andrea: ¡Ay, por favor! Solo vamos a ser las chicas y yo, y todas sabemos ese secreto. Te juro que no diremos nada y solo será por hoy.

En ese momento pensé que era una pésima idea... pero, era por ella, la niña que tanto me encantaba, y dijo que si me cambiaba, le gustaría más...

Yo: Está bien...

Andrea: ¡HURRA! ¡Serás Mi Muñeca!

¿Verdad O Reto?Where stories live. Discover now