"camping (20)"

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No sé que esperaba, obviamente se enojó Amelia conmigo y yo estaba hecho una lavadora de emociones.

Si yo le dijera lo del certificado, se va a alejar de mi, lo sé, estoy segura.

Ahora que existe la posibilidad que pueda comprender. Pero y que hago con lo que sentí.

No estoy escribiendo que la ame, no, sentí algo, me dolió verla mal.

Sé que lo que me hizo fue bajo, pero supongo que ninguna mujer merece ser abandonada en su estado.

No sé que hayan pasado. Tal vez le dio miedo al otro, tal vez, les anularon su boda, si es que se casaron.

Me regreso al punto de cuándo la vi. Creo que aún me afecta. Me dolió un millón de veces ese dolor.

Pero verla también, me recordó que era mi familia chiquita. No me interesa como mujer.

En cierta forma, siempre tendrá mi eterna gratitud.

🌿

Me levanté súbitamente con un sol muy brillante a pesar del frío.

¡Era tarde! 

Sentí horrible, tanto estarle dando vueltas al asunto hizo que durmiera muy entrada la noche. También estaba cansado.

¡ Amelia! Demasiado silencio.

Bajé y no estaba. Y no solo eso, había un vaso a medio tomar sobre la mesa de la cocina y su frasco de pastillas sin tapar.

Sentí helado el cuerpo. ? Y si alguien entro ? Y si ese imbécil vino?

Sentí terror. Mi mente macabra me creo una imagen de un cartel de "se busca a" con la foto de Amelia.

Mi corazón comenzó a latir estrepitosamente.

Apenas y me cambié la pijama y no me ate las botas.

Recorrí toda la finca y ni señal de Amelia. Cada minuto que pasaba perdía un poco de mi alma.

¿ Dónde estás?

Le marqué al celular y sonaba y sonaba y nada.

Salí corriendo a la calle, y sin querer levantar alarma, fui lado por lado tratando de buscarla.

Pensé que tal vez habría ido al centro a conseguir unos patines de hielo para sus entrenamientos , no se todo cruzó por mi cabeza. Y a quien me encontré fué a Olivia.

- ¡ Que prisa!

- ahora no por favor. Después hablamos.

- si buscas a tu pelinegra, está en la librería de los Lucas.

Pude sentir como mi alma regresaba lentamente a mi cuerpo y la sensación de cuándo dejas de respirar por un rato y vuelve la entrada de oxígeno a tus pulmones.

- ¿la amas mucho?

- ¿ Disculpa? Es decir...Olivia, ¿ Qué haces aquí? Sé que por el papel. Pero realmente que haces aquí. Este no es tu ambiente.

- Vine por ti. Te necesito. No sé quién más podría ayudarme en esto que estoy pasando.

- ¿y que es lo que te pasa?

- pues recién me entero del bebé, Erik se rehusaba a casarse, y tuvo el pretexto perfecto cuando fuimos a pedir el registro y pues salió el nuestro.

- no es el "nuestro" , era.

- estuve contigo en muchas cosas Tom. No sé en quién más confiar.

El diario de Amelia® & El diario De Tom®Where stories live. Discover now