Viernes

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Ante las vista del resto, todo transcurría como siempre: Iida reprendía a los mas ruidosos con discursos sobre la importancia de mantener el orden en el aula, Jiro despreocupada escuchaba música ajena a todo, mientras hacía como si tocara una batería invisible al ritmo de la canción en sus auriculares; el Bakusquad revoloteaba parlanchín al rededor del irritable rubio que amenazaba con explosiones a sus acompañantes y Mineta se sabroseaba tanto a Momo como a las otras chicas que conversaban de cualquier tienda de ropa juvenil; mientras Aizawa-sensei esperaba la llegada de Present Mic para el cambio de clase, imitando dentro de su saco de dormir a una crisálida.

El único en notar un comportamiento diferente fue el pequeño peliverde, tan atento y analizador: el joven bicolor lucía tan serio y recto como de costumbre, pero el pecoso sabía que estaba muy distraído, pensando en a saber que cosa.

— ¿Que tal, Todoroki-kun? Te noto algo preocupado. –Se le acercó Midoriya con su habitual sonrisa. La cual se borró de inmediato, dando paso a una mueca, como si se arrepintiera inmediatamente de haberle dirigido la palabra.

Shoto alzó una ceja, sabiendo lo que se venía.

— ... Yo-- ¡Yo no quería ser entrometido! –Se excusó agitando mucho las manos frente sí. — Solo te vi muy serio y pensé que algo te afligía o te sentías triste ¿Pero por qué te sentirías triste? No es como si simplemente me fueses a contar y ya... Es un bonito día para estar deprimido. No como ayer que estaba lloviendo. Aunque la lluvia es buena, ya sabes, el ciclo del agua ¡Naturaleza! Quizás solo estabas pensando y ya llegué a interrumpirte, ¿Perdiste la línea de pensamientos? O santo cielo ha sido mi culpa... –De ese modo siguió murmurando como acostumbraba, llenando el salón con sus cavilaciones apresuradas y por esta ocasión, erróneas.

Debía detenerlo antes de que--

— ¡Cállate jodido Deku imbécil! O te parto el culo para que dejes de murmurar.

Gruñó Bakugo esperando espantarlo con pequeñas explosiones de sus palmas (que nunca se mostraron debido al kosei de su profesor, quién no hizo nada más por el momento) pero igual consiguiendo que todos guardaran silencio e Izuku temblara.

— Si eso conseguirá Midoriya, te molestaré más seguido con mi palabrería, Blasty. –Bromeó Kirishima con un guiño pícaro, consiguiendo que todos se carcajearan perdiendo la tensión creada por el cenizo y que las mejillas de Katsuki enrojecieran.

— Prometo poner tu playlist de Spotify en el funeral, bro. –Siguió la jugarreta Kaminari palmeando condescendiente el hombro del pelirrojo.

— No hará falta, bro. –Sonrió entusiasta mostrando sus dientes de tiburón. — Mejor consígueme condones. –Risas y sonrojos aumentados causó el comentario.

Mientras que dicha respuesta trajo amargos recuerdos del jueves al heterocromático y una vez más lo llevó a la pregunta inicial que lo tenía tan pensativo

¿Quien escribía esas notas de no amor todos los días? Y ¿Por qué no había dejado una esta mañana?

¡Boom!

Un parpadeo de Aizawa-sensei y la explosión le hizo a Shoto prestar atención a su entorno otra vez.

Bakugo se había avergonzado con las palabras de Kirishima, así que poniéndose de pie le dirigió una fuerte explosión al rostro, que endurecido con la peculiar quirk no logró causarle daño, pero si que su maestro/crisálida resoplara cansino.

Eijiro fue veloz y en un solo movimiento ya tenía a Katsuki sentado sobre sus piernas y abrazaba su cintura, con las manos del rubio inmóviles y sus mejillas como tomates maduros.

— Ya, ya Blasty. –Calmó como a niño pequeño, incluso moviendo sus piernas para hacerlo sentir como en una mini cabalgata. — Si pasaste mala noche y te sientes como un bebé sin su siesta, solo dímelo... Yo te haré sentir bien, bebé~. –El tono sugerente que usó hizo estallar en risas al Bakusquad nuevamente.

— ¡No Homo, Bro! –Se burlaron a la vez sus amigos con una repetitiva frase que usaba últimamente Kirishima, haciendo mucho bullicio.

— ¡Por All Might! ¡Bakugo es tan pasivo! –Decía Mina entre risas y gritos emocionados, provocando que todas las chicas observaran con ojos distintos al muchacho.

— Vaya semental resultó Kirishima. –Secundaba Sero sacando muchas fotos de la escena con su celular, uniéndose a la iniciativa la de piel rosa.

— Donde siga así, pronto se quedará sin "varita mágica" para cumplirle los deseos a Kacchan. –Reía Kaminari.

Eran los únicos babosos que se atrevían a burlarse de Katsuki y creer que vivirían para contarlo.

Al menos eran babosos con suerte, pues al ver cercanas las puertas del paraíso debido a que el rubio se había soltado del agarre y noqueado de un golpe al pelirrojo, la clase de Aizawa había terminado y éste mismo se encargó de utilizar su kosei para anular la de su problemático, aka explosivo alumno una vez más.

— Vuelvan a sus lugares, Present Mic llegará pronto. –Tomo en brazos a un Eijiro K.O para llevarlo a la enfermería. — Y ya no molesten a sus compañeros ni hagan disturbios, o me veré en la necesidad de castigarlos a todos al término de clases.

Antes de salir del aula, el docente dirigió una mirada aterradora a los de la clase A, como advertencia de que obedecieran o se verían en problemas con él.

Justo en el momento que salía, el ruidoso héroe rubio entraba saludando, así que ya nadie tuvo oportunidad siquiera de seguir y el tema quedó zanjado.

Poco antes del término de clase, Bakugo pidió permiso para ir a la enfermería. Al regresar venía visiblemente más relajado con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón y caminando hombro a hombro con un parlanchín Eijiro, al que le fruncía mucho el ceño cada que le dirigía la palabra. Estaban tranquilos y no repitieron ninguna "escena".

Shoto, en cambio, durante ese tiempo salió reiteradas veces "al baño" donde tomaba desviación hacia los casilleros, con la esperanza de encontrar su nota del día. Por tal recorrido le tomaba mayor tiempo en volver.

— Todoroki sufre de diarrea explosiva y ni siquiera hemos ido a almorzar. –Aportó aburrido Mineta, quejándose de ya querer un descanso e ir a la cafetería.

Con ese comentario se ganó la risa de los varones y el asombro de las chicas que lo externaron con sonrojos, cuchicheos y algunos golpes al pequeño. ¡Al chico más guapo, perfecto y cool no podría darle diarrea! ... ¿O si?

Ese día el bicolor se resignó tristemente a no tener nota.

Por ser fin de semana debería volver a casa con su padre (cosa que le pesaba en el alma) pero no tenía opción. No era como si el grandioso Endeavor le permitiría sus "caprichos", como solía llamar a las peticiones de su hijo.

Queriendo que el fin se semana terminará incluso antes de empezar, olvidó su libro del cual les habían solicitado un resumen de tarea. Fastidiado y arrastrando los pies, regresó sobre sus pasos a por el dichoso ejemplar.

No supo si fue capaz de disimular ante los alumnos que salían, la sorpresa y enorme felicidad que le causó el estúpido papel de color verde pegado en el que fuera su espacio de almacén.

"Espero pases un buen fin de semana :)
Y de paso te ahogues con las fuertes lluvias que avecinan.

—Alguien que espera notarte mojado como perro el lunes."

—Tendré que sobrevivir entonces. –Dijo con gracia al viento, captando la atención de cierto ojirojo que se dispuso a marcharse tras esa respuesta.

No sabía quien dejaba esas cosas, ni entendía por qué le gustaban tanto siendo que en su mayoría lo maltrataban, pero era divertido leerlas pues cambiaban su monotonía y su estado de ánimo. Las guardaba como un tesoro pues eran solo de él y algo le decía que el lunes seguirían llegando.

Ya en camino a su hogar y con el libro en su posesión, sintió cierta curiosidad.

— ¿Encontrar al remitente le quitaría la intención?

No fue el único que pensó en la posibilidad de revelar identidades.

Just Rude Notes [BakuTodo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora