34.- Con garras y dientes 💥

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AMELIE.

—¿Tu quien crees? — respondió otra voz.

Dirigí la mirada hacia su origen. —Bastian.

—¿Cómo está mi sobrinita querida? — Bastian abrió los brazos para recibirme.

Corrí hacia él, dejando que me abrazara con demasiada fuerza.

—Has estado haciendo de las tuyas, por lo que se— sonrió —. Sin duda eres mi sobrina.

—Bastian— soltó Kelsey con reproche, me miró —¿Cómo estás, Am?

La chica acaricio mi cabello, ya que Bastian no me soltaba para abrazarla.

—Bien, creo que mejor que nunca— le dije.

—Me alegro de escuchar eso— la chica me sonríe—. Tenemos mucho de qué hablar.

—Lo sé.

Mamá apareció en la puerta. — Asumí que la traerías aquí primero— miró a Greg —. Es hora, lobita. Debemos hablar.

Todos caminamos hacia el estudio, en cada casa que pertenece a la familia hay una oficina que comparte la misma decoración, papá dice que es importante que algunas cosas no cambien. Entramos en la oficina.

—Por qué no me sorprende que estén juntos— comentó papá al verme junto a Bastian.

—Es mi consentida— Bastian me guiñó un ojo.

—Eso no es sorpresa, hermanito— una hermosa mujer rubia entró por la otra puerta —. Ahora a un lado, que es mi turno de abrazar a mi sobrina.

—Tía Cassie— la abracé —. Tan linda como siempre.

—Tú no te quedas atrás, cariño— me acarició el cabello—. Estas hermosa, no dudo que tienes a todos los chicos y chicas detrás de ti.

Papá se aclaró la garganta. — Amelie.

Hora que la discusión comience.

Me pareé en medio de la habitacion. Papá estaba sentado frente a su escritorio, mamá se colocó a un lado de él, tío Zack tenía las manos en los bolsillos de su traje, parado elegantemente junto a un librero, Tías Cassie y Zada se sentaron en uno de los sillones dobles y tío Bastian, Kelsey y Greg estaba parados cerca de la puerta.

—¿Por qué lo hiciste? — preguntó el rubio.

—Por qué hice, ¿Qué?

—Sabes de lo que hablo, señorita, no intentes negarlo.

—La verdad, creo que tienes que ser más específico, papá.

—No estoy jugando, Amelie.

—Yo tampoco.

—Del tal palo, tal astilla— susurró mamá, ambos la miramos —. Sabemos lo de la magia negra, cariño, pero no entendemos el porqué de tus actos.

—No ha sido nada tan grave— es mejor omitir algunos detalles, para no preocuparlos más —. He logrado manejarlo y eso es lo que importa.

—Las cosas no son asi de simples, y lo sabes bien— expresó molesto —. Te prohibí hacer cualquier tipo de magia oscura por una razón, te dejó estudiar lejos de nosotros y te descarrilas. No me esperaba este comportamiento de ti.

—Lo sé, pero tuve que hacerlo.

—Nada es más importante que tu seguridad, Amelie— Aaron Steinfield apoyó sus manos fuertemente contra el escritorio —. No pienso repetir lo de hace años.

Lazos Oscuros [Libro 1]Where stories live. Discover now