MY FEMBOY OBSESSION © ANÁNKE #9 YOONMIN

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Las caderas de JiMin se movían al compás de la música, mientras sentía como los besos del contrarios viajaban por su cuello hasta sus clavículas, robándole uno que otro jadeo, las expertas manos del peli negro recorrían sus muslos hasta su trasero, repartiendo suaves apretones sobre su delicada y suave piel.

Las pequeñas y hábiles manos del menor se deslizaron por el pecho del mayor, empezando a deshacerse de los botones de su camisa, para ahora el llevar sus labios sobre la nívea piel de YoonGi, haciéndolo suspirar de manera leve, logrando así que el más bajo sintiera un escalofrío por toda su espina dorsal, suspirando gustoso, ante los hábiles movimientos del mayor.

- Hyung... - hablo en un jadeo, el rubio, al sentir el gran bulto que rozaba exquisitamente contra su trasero, - ¿Alguna fantasía que desee que cumpla hoy? - cuestiono el menor, dejando por fin por completo el torso desnudo del más alto.

- Lo dejare a tu imaginación cariño, no quiero obligarte a hacer algo que no quieras hacer... - respondió YoonGi con una sonrisa, notando como las mejillas del rubio tomaban un color carmesí y este sonreía de manera dulce, - Nadie jamás me había dejando escoger a mi que hacer - comentó el más bajo, llevando su mano diestra al miembro del contrario, dando ligeros toques.

- Bien, debo admitir que me siento curioso, de sabes que quieres hacer - agrego el mayor, dejando caer su cabeza hacia atrás, disfrutando de cada toque y movimiento que hacia el chico, - Prometo no decepcionarlo, ahora la pregunta clave aquí es, ¿Hyung estamos solos? - pregunto el rubio, comenzando a abrir con lentitud la bragueta del pelinegro.

- Completamente solos cielo, no quería interrupciones o cualquier inconveniente con los empleados, además es mejor para las políticas del contrato - respondió con tranquilidad Min, ahora observando curioso al rubio, - ¿porque la pregunta bonito? - cuestiono con suavidad, al sentir como este se levantaba de su regazo.

Jimin acomodó un poco su falda y su cabello, para después beber de su trago, antes de acomodarse de vuelta en medio de las piernas del pelinegro, - Porque quiero disfrutar a gusto de este fin de semana - respondió relamiendo sus labios, mientras se deshacía de los pantalones y ropa interior de Min, quien estaba relamiendo sus labios con algo de ansiedad e incredulidad, no podía creer que aquel hermoso chico estuviera arrodillado a punto de chuparsela.

JiMin tomó con delicadeza el grueso miembro del mayor y le sonrió antes de dejar un pequeño beso en el glande, - Siento que será el mejor fin de semana de todos - comentó mientras empezaba a llover su mano desde la base, hasta la punta, en un movimiento uniforme y con poca velocidad, mientras que sus labios de apoderaban del glande del pelinegro, jugueteando con su lengua sobre este.

YoonGi dejó su cabeza hacia atrás, mientras que dejaba escapar roncos jadeos de placer, la habil lengua del más bajo lo hacía delirar de apoco, junto con los movimiento de su mano yendo en aumento, de una momento a otro la boquita del más bajo de apoderaban por completo de su miembro, pues este engullo por completo toda la extensión de YoonGi, llevando su miembro hasta el fondo de su garganta.

Logrando que Min gimira de forma ronca, haciendolo resonar por toda la sala, a lo que Park sintiendo como se ahogaba debido al gran miembro palpitante del pelinegro, lo saco hasta más de la mitad, mientras respiraba un poco, chupando el glande, para sonreír, - YoonGi Hyung... - comento en un jadeo el chico, - ¿Puedo montarlo? - pregunto mientras volvía tomar el miembro del chico entre su manos, bombeandolo con algo de rapidez, esperando si respuesta con ansias.

Min lo pensó un poco y asintió, - Claro que si cariño, no tengo problema en que me montes cuantas veces quieras - respondió el baños con la voz ronca, obsetabamdo con una sonrisa al más bajo, quien asintió, volviendo a dar un beso en el glande, antes de levantarse de la alfombra, meneando un poco sus laderas, haciendo que la falda de moviera de manera rítmica, a lo que YoonGi acercó sus manos al cuerpo contrario, tomandolo de las caderas, atrayendolo sobre él.