A Francia con un pedazo de tu amor

Felicidad

Era de día, hacia un bello y glorioso amanecer en el hermoso puerto de Acapulco. En una habitación de hotel, una rubia dormía completamente desnuda, mientras su joven esposo la observaba, admiro a esa bella joven que ya era su mujer en todos los sentidos, lo sabía ya, estaba seguro de quererla ya. La joven se fue despertando poco a poco.

-Buenos días- susurró Draco a su esposa.

-Buenos días Draco, ¿ocurre algo? ¿Porque me miras así? Acaso estas arrepentido de lo que pasó? -pregunto la joven a su marido.

-Claro que no Luna, te quiero, te lo dije anoche.- la beso apasionadamente, y se puso encima de ella, le beso el cuello haciendo estremecer a la joven,hacia mucho que no estaba con ninguna mujer y eso lo hacía más apasionado y ansioso, devoró cada parte de la blanca piel de su esposa, la rubia se dejó llevar y se entregó a Draco completamente enamorada de él.

Una pareja recién casada estaban haciendo el equipaje, para partir a Francia, ahí Severus le tenía muchas sorpresas a su joven esposa. La primera sorpresa fue que su viaje sería en un avión (sugerencia de Arthur Weasley),la castaña, estaba fascinada con aquella sorpresa, pues sabía de antemano que su esposo prefería otros tipos de transporte,cuando abordaron el avión, Severus estaba nervioso estaba más que claro que nunca se había subido a uno.

-Lo bueno, es que si se cae este artefacto al menos se volar, gracias a mis poderes de mortifago- sugirió el pelinegro y Hermione estalló en una carcajada.

Ese día después de varias horas de vuelo llegaron a Francia, Hermione se sentía soñada. Dejaron el equipaje en el hotel y salieron a recorrer la ciudad, pasearon por las hermosas calles, entraron a locales, tiendas muggles comerciales, pasaron por el arco del triunfo y fueron tomándose fotos todo el día,cuando llegó la noche regresaron al hotel y Severus pidió la cena a la habitación, para sorpresa de Hermione organizó la cena en un balcón con velas, fresas y champagne. La castaña se arregló para la ocasión, se puso un mini vestido negro, Severus quedó boquiabierto al ver a su mujer en tal estado.

-Estas hermosa,eres la mujer más linda del universo,pero falta un detalle para que tu atuendo -Severus sacó una enorme caja de terciopelo y la abrió, la castaña lanzó un gritito de emoción al ver el fino collar de plata y diamantes. El joven profesor le puso el collar a su esposa ,quien lo beso en señal de agradecimiento.

-Gracias amor, es hermoso- susurro la Leona.

-Todavía faltan más sorpresas, pero eso será hasta mañana .

La velada fue la mejor que tuvieron,cenaron con tranquilidad, y luego cuando ya no resistieron más de echarse miraditas, el sexi pocionista cargo a su esposa hasta la cama y la desvistió, con ansias rompiendo su vestido y dejando a la vista en hermoso conjunto negro con encaje, se besaron como nunca, hicieron el amor varias veces esa noche, en diversas formas con la luna y la hermosa Francia como testigo. Al día siguiente como Severus prometió llevo a la castaña para conocer otra de sus sorpresas, le puso un encantamiento para que no viera nada unos segundos,y cuando llegaron al sitio deshizo el hechizo. La castaña vio una hermosa casa, de dos plantas,color blanco,con un inmenso jardín.

-Sra. Snape le presentó su casa.,mientras vivamos en Francia, este será nuestro hogar.Está propiedad será puesta a nombre de nuestro bebé.-dijo Severus a la castaña quien la abrazo mientras ella derramaba lágrimas de felicidad.

Se adentraron a la casa y estaba hermosa, estaba lista para ser habitada, estaba claro que se había casado con el hombre ideal. Lo que más le gustó a la castaña fue la habitación del bebé, decorado con un suave color crema, estaba totalmente amueblada, con la cuna el cambiador, y muchas cosas más. -¿Te gusta? -pregunto Severus algo indeciso.