Te tengo.

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Un momento después de mi convicción final; estaba lista para enfrentar lo que fuera necesario para lograr mi felicidad, pasar casi toda la noche despierta había rendido sus frutos, ahora sabia como la iba a desenmascarar, Alfredo y Arnaldo lo sabrían todo y de allí cada uno tomaría sus propias decisiones.

Salí con una sonrisa radiante esa mañana todos se encontraban desayunando ya, unos cortos shorts negros hacían juego con una camiseta fucsia y unos tenis que combinaba ambos colores. Arnaldo fue el primero en hablar.

- Mary mi vida estas muy bella –

-gracias- Un apasionado beso, despertó el comentario de mi amiga

. -Mary, caramba a que se debe tanta efusividad-

-no lo se simplemente estoy feliz-

-que bueno, me alegro que te sientas mejor que en días pasados-salió de la boca de Alfredo en un tono serio.

-en realidad, nunca me sentí mejor que hace dos días, mirando una linda casita de duendes-

La mirada de Alfredo cambio, una luz la ilumino, una sonrisa se dibujo en sus labios, voltee y lo mire directo a los ojos como si nadie más existiera en el mundo; una tos llamo nuestra atención.

-bueno, mi cielo nosotras nos vamos un día de spa nos espera, vámonos ya Mary mi mama nos espera, vamos a que nos consientan-

-si vámonos ya, aunque yo preferiría otro tipo de masajes-, reí y salí alegremente por la puerta.

Tomamos la vía en la camioneta de Arnaldo, nos dirigimos charlando alegremente por todo el camino, llagamos pronto al spa nos atendió una amable chica de ojos claros y cabello castaño.

-buenos días tenemos cita para tres-

-si por supuesto acompáñenme por aquí-

Nos paso a una sala bellamente adornada, con grandes lámparas que iluminaban el lugar, nos hicieron sentar en cómodos sillones masajeadores.

-esto comienza muy bien, ya me siento mucho más relajada-

-si amiga y en lo que termine este día estarás preparada para todo, creeme como que me llamo Mary-

 -buenos días ustedes tienen el paquete completo, las señoritas pasen por aquí, la señora acompáñeme-

Perfecto nos iban a dejar solas, nos pasaron a un cuarto con dos camillas para masaje, nos ordenaron quitarnos toda la ropa y cubrirnos con dos grandes toallas.

Nos recostamos en las camillas, comenzó la charla planeada.

-lucí, no he podido conciliar el sueño últimamente no he querido hablar de eso pero sabes que he estado investigando los hechos del día del ataque-

Su mirada coincidió con la mía, sus ojos reflejaban nerviosismo y su semblante cambio

. -bueno Mary, si quieres un consejo deja eso como esta ya Robert esta muerto y nada podrá cambiarlo, porque seguirías haciéndote daño reviviendo el pasado-

-te voy a confesar algo, esa noche había una mujer con el, al principio pensé que era producto de la droga que me administro, pero después gracias a la terapia de la Dra. Utrera he ido recordando su rostro poco a poco estoy segura de que pronto sabré quien es-

Ahora estaba segura su respiración comenzó a agitarse. -si eres tonta amiga, ya te lo dije no te busques mas problemas-

-estoy decidida a encontrar a esa mujer, en realidad pienso que fue mucho más baja que Robert, ya que el la poseyó allí mismo y ella gritaba de placer creo que es un ser monstruoso que necesita pagar por su complicidad, de hecho podría asegurar que la idea fue de ella, por cierto a donde fuiste después de dejar a Arnaldo en la casa, tu mama me dijo que incluso lo dejaste dentro del carro y te levaste la camioneta-

INDECISIÓN.Where stories live. Discover now