わがままな男 〃 ʰᵒᵐᵇʳᵉ ᵉᵍᵒíˢᵗᵃ
━ dirigir un imperio no es fácil: los nobles hablan, el pueblo juzga y no tiene siquiera un amigo en quien confiar. pero, a pesar de todo el sufrimiento en su vida, era capaz de levantarse todos los días gracias a su esposo...
Era el señor de una pequeña finca, aunque eso no significaba necesariamente que no fuera importante. Muchos héroes, oficiales militares y nobles de alto rango optaron por vidas pacíficas en una pequeña finca, dejando la capital para estar lo más lejos posible. En algunos casos, lo importante no era el tamaño o las características geográficas de la tierra, sino su ubicación. Por ejemplo, la región de Wirwol estaba en un profundo valle de montaña, pero su valor no podía ser ignorado ya que albergaba la Sede de los Magos y la Academia de Magia.
Pero esto no es aplicable para Roteschu. Su propiedad en Rimwell no estaba abierta al desarrollo, ya que era el lugar en donde estaban ubicados los bosques y terrenos de caza de la Familia Real. Naturalmente, nunca había visto al Emperador a distancia, y mucho menos en una reunión privada.
En línea con la fulminante mirada del Emperador, el vizconde Roteschu bajó los ojos. Era una experiencia muy incómoda.
"Vizconde Roteschu. Explica lo que pasó hoy."
Por un momento, no entendió lo que quería decir. Anteriormente, el secretario del Emperador había llevado a Ye Rim a la habitación, mientras que el capitán de la guardia arrestó al mismo vizconde Roteschu y lo arrastró al Palacio Oriental. La razón ya todos la conocían, ¿Por qué explicarlo de nuevo?
"Ruego que me perdone, Su Majestad. Frecuentemente identifico mal las caras de las personas. La esclava que huyó de mí propiedad también era hermosa como la señorita Ye Rim y tenía el cabello castaño y ojos claros. Confundí a la señorita Ye Rim con ella."
El vizconde Roteschu volvió a inclinarse y continuó.
"Empañé la reputación de la concubina del Emperador. Perdóneme por mí error."
Bajó la cabeza, pero sus ojos brillaban con interés. El joven Emperador continuó protegiendo a Ye Rim a pesar de saber que era una esclava fugitiva. Roteschu estaba realmente impresionado con la joven que, simplemente lavó su identidad y logró posicionarse como una concubina imperial. Roteschu sabía de primera que ella era capaz de mantener a los alfas bajo su pulgar, pero su talento era mejor de lo que esperaba.
"Sí. Y debes recordar cuidar tu boca, vizconde Roteschu."
"Por supuesto, Su Majestad."
Los labios de Roteschu se elevaron en una sonrisa. Quizás podría poner todo esto a su favor y dejar de ser un señor de un pequeño campo.
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Seguí por el largo corredor con mis guardias detrás de mí. Tanto mí cabeza como mí corazón eran pesados, al igual que mis pasos. Incluso mí traje parecía pesarme. A cada paso que daba, sentía un pinchazo en mis costillas.
Cuando llegué al Palacio Occidental, apoyé mí cabeza contra un pilar para sostenerme ante la sensación de malestar en mí interior. Mí orgullo fue herido. ¿Por qué Jeon Gguk era tan terco cuando se trataba de Ye Rim?
