XVI

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Sasuke Uchiha.

   Los días resultaban horribles y pesados para mí. El clima tenía buena pinta, habían días muy soleados considerando que ya casi estamos en primavera. De hecho, me encontraba debajo de un árbol con Haku, en una zona verde de la facultad, disfrutando del almuerzo y de charlas pero de igual forma, todo me resultaba gris y deprimente. Cómo si la vida rosa nunca hubiera existido y eso me mortificaba.

   Estaba acostado entre las piernas de Haku, mi cabeza se apoyaba en uno de sus muslos. Él, se sentaba y usaba como respaldo un árbol de varios años, muy leñoso. La sombra que formaba con su follaje daba bastante frío pero era soportable,traía abrigo. Mi amigo, jugaba con mi cabello. Había empezado acariciándolo, pasando sus manos por toda mi cabeza y luego, empezó a trenzarlo en pequeñas porciones. Al terminar, siempre le colocaba una liguita. No sé de donde las sacaba y daba por seguro que me veía más que ridículo, sin embargo necesitaba ese tacto que brindaba paz. Entonces, no decía absolutamente nada y me quedaba quietito, sin quejarme.

—Estas más callado que de costumbre—Me habló Haku mientras finalizaba otra trencita. Volvió a tomar otros tres mechones de cabellos y de nuevo, inició su labor.

—Ya lo sabes, te lo conté hace varios meses—Le respondí intentando no sonar tan desanimado y triste porque la situación me afectaba por demás aunque no parezca.

—¿Aún no mejora nada? —Acarició mis cabellos en busca de un nuevo sector en mi cabeza para continuar con su peinado. Cuando encontró un lugar cómodo, empezó otra vez.

—No, para nada. Creo que hasta empeoró. No soy tonto, Itachi se esfuerza por llegar a casa más tarde como si no quisiera verme y prácticamente no hablamos en el desayuno. Es casi como vivir solo.

— ¿Aunque sea no hablaron de lo sucedido?¿No intentaste nada? ¿Es en serio? —Haku se demostró desconcertado. Acabó con otra trencita y la sujetó con una goma. Nuevamente, repitió el proceso. Tomó tres mechones de pelo entre sus manos, eso significaba otra más a la familia.

—No, creo que todo es... tan obvio ¿Para que intentaría algo que es completamente evidente, Haku? O sea, yo la escuché leyendo. Todas esas palabras... Ni siquiera quiero recordarlo, casi me muero en ese instante. Y además, ¿Qué me dirá? por supuesto que se negará.

—Porque nada es preciso. La verdad es que esas cartas no tienen fecha por lo que me dijiste hace varios meses y por lo tanto, así como puede jugar a tu favor, también puede hacerlo para Itachi. Soy tu amigo y siempre estaré de tu lado pero aquí te estas equivocando. Creo que tu propia inseguridad y esa necesidad de castigar a Itachi te está cegando. Sin mencionar que parece que la arpía pudo llenarte la cabeza.

   Yo me levanté lo más rápido que pude, obviamente herido y lo suficiente ofendido por su último comentario. Lo observé con la mirada más recelosa que pude ofrecerle y hablé.

 —A mi nadie me llena la cabeza —Solté con asco.

—Pues, parece que esta vez la barrera mental de Sasuke fue atravesada y por la persona más idiota de mundo. En fin... tú sabrás que hacer, ¿no? Pero mi consejo es el siguiente: Ve y habla las cosas. Estoy el noventa porciento seguro de que estas equivocado. Ahora, acuéstate. Necesito terminar.

   Haku señaló con uno de sus dedos índice su muslo. Su voz, la notaba algo molesta a pesar de que sus facciones eran las mismas de siempre. Tan dulces... Yo me recosté porque él no solía ser así y dejé que haga lo que quisiera. Él daba miedo así. Nuevamente, volvió ese ambiente lleno de paz y amor que me tranquilizaba.

   Pasó casi una hora, había terminado con toda mi cabeza. Me veía como pensé inicialmente: súper y ultra mega ridículo. Me pude percatar cuando fui al baño en un momento y observé mi reflejo en el espejo. En fin, hay cosas peores. Definitivamente estaba viviendo algo peor como para preocuparme y tomarme esto como trágico. Aunque... Si así fuera, sería ridículo. No importa.

Rosa Pastel [ItaSasu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora