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"La que has liado"
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-Pero Horacio ¿tú estás seguro de esto?-.
-Supongo, solo es un recado de Emilio, así nos ganaremos su confianza-.
-Y nos dejara entrar a la mafia, con los peces gordos y no con estos cerdos...-.
-Exacto-.
-Bueno venga vamos al Audi y me repites que hay que hacer-.
Salieron de la casa de Horacio hacia el Audi estacionado fuera, subieron y después de ponerse las máscaras y sintonizar la radio Horacio comenzó a explicar.
-Tenemos que recibir la "merca" de unas personas en la presa, una bolsa roja-.
-Vale, sencillo-.
-Si, márcame la presa-.
-Hecho-.
Siguieron el GPS hasta las afueras de la ciudad, todo estaba oscuro y vacío a excepción de las cuatro camionetas negras que parecían estar esperándoles.
Se detuvieron frente a los vehículos y bajaron casi a la vez que cuatro hombres; todos enmascarados, vestidos de negro y con armas largas.
-Buenas, venimos de parte del diablo...-.
Lanzaron una mochila negra hacia gustabo y después una roja a Horacio, las atraparon para luego mirarse confundidos.
-Oiga, solo la roja es nuestra...-.
-Lo sé, la del cara taco es el pedido del Diablo, la negra es un encargo para el vanilla, deben entregarla al jefe-.
-Pero vamos a ver, a nosotros nos han dicho que solo recogíamos la bolsa roja para el diablo y ya, la entrega al vanilla no es...-.
-Pues hay un cambio de planes "abuela" vais a ir y entregar la mochila negra al vanilla y luego podeis ir con su amo a mostrarle que tan buenos chicos sois, o puede uno ir al vanilla y el otro con el diablo, eso ya no es problema mío, solo me interesa que eso llegue al club-.
Ese tipo era un gilipollas para ambos, pero no estaba solo y tenía armas, los dos sabían que no les convenía discutir; así que tomaron los encargos y aún no muy convencidos subieron de vuelta al Audi.
Se alejaron del sitio lentamente aún extrañados por lo que acababa de pasar.
-¿Gustabo? ¿Que hacemos?-.

Dance for me, Mariconetti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora