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Hawks creía que su relación con Dabi terminó la noche que él los traicionó y mató a Twice, pero al parecer, Dabi tenía otros planes. Tres semanas después de la batalla, Hawks por fin fue liberado del hospital y enviado a casa, con una quemadura similar a la de el número 1 ahora adornando también un lado de su rostro y sus alas, afortunadamente, empezando a crecer de nuevo, aunque a un ritmo considerablemente lento.
Su amiga Miruko, sin embargo, no corrió con tanta suerte, habiendo perdido un brazo en la batalla. Pero ella no dejó que eso la desanimara, insistiendo que era parte de ser héroe el perder un brazo o pierna alguna vez, y asegurando que regresaría a su trabajo de proteger a las personas tan pronto aprobaran su petición de conseguir un miembro artificiale y pudiera tener tiempo de acostumbrarse. Conociéndola, Hawks sabía que eso significaba que tardaría por lo menos 4 meses antes de volver a las calles como heroína (probablemente incluso menos, ella era terca, ya se encontraba entrenando diariamente en su habitación del hospital con tal de no perder su condición física, muy a pesar de sus médicos, que insistían en que no debía moverse tanto aún).
Hawks entró a su departamento, dando un suspiro de alivio ante la familiaridad del lugar. Pero el lugar no estaba vacío, ya que sentado en su sillón, estaba también una familiar figura. Ninguno se inmutó ante la presencia del otro, y un pesado silencio se instaló entre ellos.
-¿Viniste a terminar el trabajo? -preguntó Hawks, mirando fijamente al otro. Tampoco es que pudiera defenderse de ser ese el caso, no tenía plumas suficientes, sus alas aún estaban muy débiles, y el mismo Hawks aún estaba golpeado y adolorido, en proceso de sanarse de sus heridas causadas por la pelea.
Dabi no contestó y, en su lugar, se levantó.
-Los medio no tan dicho nada aún. La policía tampoco parece saber. ¿Por qué no dijiste nada?
Hawks no necesitaba preguntar para saber de qué estaba hablando Dabi, pero aún así pretendió no saberlo.
-¿Nada de qué?
-No juegues -Dabi dio un par de pasos, acercándose a Hawks. Su mirada fija en los ojos dorados de el contrario-. Lo sabes. Yo te lo dije ese día. Sabes quién soy. ¿Por qué demonios no me delataste?
-Veamos... No lo sé, ¿Por qué no lo haría, Touya?... -Hawks sonrió de lado, observando con atención la reacción de Dabi ante su nombre. Al no recibir respuesta, Hawks prosiguió- Quién lo diría, tú, uno de los villanos más buscados, eres el primogénito del héroe número 1. Me pregunto qué pensarían todos si eso se hace público...
Dabi dio un gruñido.
-No me relaciones con él. Me pregunto también qué pensará el público si saben toda tu mierda debajo del tapete, Kei. Su maravilloso héroe número 2, que se relaciona con villanos y es un asesino.
-Un héroe que sigue órdenes.
-Órdenes dadas por un gobierno de mierda. Además, también tienes voluntad propia, ¿o me dirás que te metiste conmigo porque "seguías órdenes"?
Hawks se mantuvo callado.
-Eso pensé... -murmuró Dabi.
-No respondiste a mi pregunta -dijo finalmente Hawks-. ¿Estás aquí para terminar el trabajo?
-Supongo que esa es una manera de decirlo...
Dabi terminó de acercarse.

Muchas cosas pasaron en la vida de Hawks en los últimos casi 5 años. Casi había perdido su lugar en el ranking de héroes contra los estudiantes graduados de la UA. Un rubio y un peliverde en particular ya estaban prácticamente cerca de llegar a la cima, peleando por el primer lugar, siendo seguidos de cerca por el menor de los Todorokis. Hawks nunca mencionó a nadie la verdadera identidad de Dabi, y su relación con este no hizo más que avanzar, especialmente considerando la sorpresa que había sido concebida la noche que Dabi lo visitó, luego de su pelea.
Y ahora, años después, y con su hijo Ryu corriendo feliz por el departamento, Hawks podía sentir una crisis creciendo en su interior.
Demonios, aún ni siquiera tenía 30 años y su vida ya era mucho más complicada de lo que le gustaría. A duras penas lograba mantener su puesto en el Ranking de héroes mientras intentaba seguir criando a su hijo en secreto de los medios, había matado personas; un acto no muy heroico, y cómo la cereza del pastel, llevaba años saliendo en secreto con un villano, que casualmente era el otro padre de su hijo, y que además no era ni más ni menos que el hijo mayor de su compañero Endeavor, y que había sido dado por muerto años atrás.
No sólo su vida era complicada, su relación con Dabi también. Habían llegado a un punto donde no era extraño que se despidieran con un "Te amo", ya que Dabi iba y venía a su gusto, nunca quedándose con Hawks y Ryu por más que un par de días a la semana, pues aún necesitaba mantener las apariencias con sus amigos villanos.
Su relación era compleja lo vieras por donde lo vieras. Hawks era un reconocido héroe, Dabi un reconocido villano. Tenían un hijo juntos. Ambos expresaban sus sentimientos, pero... ¿Qué eran? ¿Enemigos? Hacía mucho tiempo que dejaron de serlo. ¿Amigos? Los simples amigos no tenían hijos juntos. ¿Amantes? Hawks ya no tenía idea.
Pero de lejos, lo más complicado en su vida era:
#1- Esconder a su hijo del ojo público, lo cuál llevaba haciendo muy bien por los últimos 4 años desde el nacimiento de su niño, pero las consecuencias ya empezaban a agobiar a Hawks, y...
#2-...
-¡Papi! ¡Mira! -Ryu corrió en su dirección, sus figuras de acción olvidadas en el suelo donde anteriormente se encontraba jugando con ellas. En su palma extendida levitaba una sola pluma blanca, pero...
Hawks sintió su espíritu abandonar su cuerpo. La pluma estaba envuelta en fuego. Fuego azul.
-¡Es como el de papá! -siguió celebrando Ryu. Hawks se forzó a sí mismo a sonreír, revolviendo el cabello de su hijo.
-Eso es... Genial, Ryu. Oye, sé que dije que estaríamos juntos hoy, pero... ¿Qué tal pasar el día con tu tía Miruko? Hace algo de tiempo que no la ves.
Ryu inmediatamente saltó emocionado, el fuego extinguiéndose también.
-¡Tía Usagi!
-Sí, la llamaré. Tú sigue jugando, ¿está bien?
Sin protestar, el niño corrió a su habitación. Hawks suspiró, tomando su teléfono para llamar a Miruko, la única otra persona que sabía de su hijo. Sin embargo, nunca le dijo quién era el otro padre del niño, pero ella nunca lo presionó para saberlo. Ryu sabía también que no se suponía que hablara de Dabi con ella.
Al terminar, llamó a Dabi. Tenían que hablar, a solas.
Ryu era, en todos los sentidos, un ángel. Su cabello era blanco como la nieve, habiendo heredado eso del lado de la familia de Dabi. Sin embargo, el niño había nacido con dos pequeñas alas igual de blancas, aunque pasaban a ser de un azul claro en las puntas. Era como mirar el cielo. Sus ojos eran de un azul eléctrico.
Hawks estaba consiente de lo mucho que odiaba Dabi sus ojos. Los ojos de Endeavor. También sabía lo mucho que Dabi deseaba haber heredado los ojos grises de su madre. Pero ahora, gracias a Ryu, Dabi por fin estaba conforme con sus ojos. Ya no eran los ojos de Enji Todoroki, ahora eran los ojos de Ryu, su hijo.
Ambos prácticamente habían estado rogándole a los cielos que su hijo sólo tuviera el Quirk de Hawks. Pero, por supuesto, eso no pasó, ya que su Quirk acababa de terminar de manifestarse. Ryu podía encerder en llamas azules sus alas. Vaya que sí le estaba haciendo honor al significado de su nombre, dragón. Hawks al inicio pensó que era algo cursi, llamar a su hijo como una criatura mitológica que volaba y respiraba fuego, pero Dabi no presentó objeciones, así que ese terminó siendo el nombre de su pequeño.
Oh, Dabi iba a odiar el hecho de que Ryu hubiera terminando heredando su fuego.
Miruko no tardó en recoger a Ryu, llevándolo a su propio departamento, sabiendo cómo tenía prácticamente prohibido salir con el niño a lugares abiertos y con muchas personas. Más considerando que, ya que el niño y Miruko compartían y el mismo color de cabello, muchos probablemente sacarían sus propias conclusiones sobre la situación.
Dabi llegó no mucho después, encontrando a un preocupado Hawks sentado en el sofá. Frunciendo el ceño, Dabi se acercó.
-¿Qué sucede? Sonabas alterado. ¿Le pasó algo a Ryu? ¿Dónde está? Sabes que quemaré a cualquier bastardo que le haga algo...
Hawks alzó una mano, indicándole a Dabi que parara con las preguntas por un segundo. Para alguien que tenía tantas preocupaciones sobre ser padre, no era tan malo en ello.
Dando un hondo suspiro, Hawks se dispuso a contestar.
-Creo que debería hacer público que Ryu es mi hijo -Dabi abrió la boca para replicar, pero Hawks lo interrumpió-. Aún no termino, Touya. Creo... Que es buena idea que tu familia se entere. No puedo seguir educándolo en casa, apenas deja el departamento, y ambos acordamos enviarlo a una escuela pública tarde o temprano. Fuyumi es maestra, ¿no? Podemos hacer que ella cuide de él en la escuela, además sé que tu familia estará encantada con él, y...
-Kei, -lo interrumpió Dabi- en caso de que lo olvides, mi familia ni siquiera está al tanto de que estoy vivo, menos aún de quién soy ahora. ¿Por qué quieres hacer esto tan de repente?
-Nuestro hijo no puede vivir toda su vida así, y lo sabes. Míralo, es como un pajarito enjaulado, apenas puedo salir con él por miedo a que me reconozcan. Su única familia además de nosotros es Miruko. ¿De verdad quieres darle eso a Ryu? ¿Que crezca entre cuatro paredes, sin conocer al resto de su familia? Puede parecer feliz ahora, pero eventualmente va a darse cuenta de la situación y probablemente va a odiarnos por hacerle esto.
Dabi se mantuvo en silencio por un momento hasta que finalmente suspiró.
-Bien, tienes razón. No podrás salir libremente con él a menos que hagas público que tienes un hijo, y será mejor que mi familia lo sepa... Pero el viejo no tiene porqué saber quién soy.
Hawks sonrió de lado.
-¿Estás seguro de eso? Apuesto a que le caerá como un balde de agua fría el saber que uno de los hijos que entrenó tanto terminó siendo un famoso villano en lugar de un héroe.
Dabi terminó contagiandose de esa sonrisa.
-Sabes cómo convencerme, pajarito.
La sonrisa de Hawks se desvaneció, recordando el último tema que debía discutir con Dabi.
-Hay algo más que necesito decirte... El Quirk de Ryu terminó de manifestarse hoy. Al parecer, puede... Encender sus alas con fuego. Fuego azul.
Dabi soltó una maldición, cubriendo su rostro con ambas manos. Hawks esperó a que dijera algo más, observando distraído las quemaduras en sus brazos. Dabi había empezado a alejarse de la vida de villano cuando Ryu nació, aunque aún mantenía una relación cercana con varios villanos, tomando algún que otro trabajo de vez en cuándo. Desde entonces también había dejado de reemplazar las grapas de su piel, dejando las quemaduras sanar naturalmente por fin, aunque tomó mucho tiempo. Su piel ahora era de un más saludable tono rojizo, casi como la quemadura de su hermano menor Shoto, en lugar de el desagradable tono morado que tenía antes. Las grapas también se habían ido por completo ahora, ya que Dabi ya no tenía necesidad de usarlas más.
Finalmente, Dabi se recuperó, descubriendo su rostro y luciendo una expresión derrotada.
-Tendré que enseñarle a usarlas. Es mejor que sepa controlarlas a que termine quemando su cama en mitad de la noche, o...
"o que termine quemándote a ti" Dabi evitó decirlo, pero aún así Hawks comprendió el mensaje.

Phoenix [Hot Wings] Where stories live. Discover now