Día de gracias

20 2 0
                                    

Hace tres semanas que Alexander se marchó y desde que hice mi trato con Oliver.

Ese día luego de estar mucho tiempo en el piso llorando en los brazos de Sammuel, él me ayudó a levantarme, me di una ducha y luego dormí, al despertar Sam me pidió una explicación y le conté todo.

Todo excepto que me quedaba un año de vida ¿Cómo podía contarle algo como eso?

Sammuel se molestó demasiado y habría ido a golpear a todos de no ser porque le recordé que los Mason eran vampiros.

Por la noche Daniel llamó preguntando por mi, Alexander se había marchado informándole todo. Quería saber cómo me encontraba.

Sammuel le explicó todo y le pidió, en mi nombre, que ninguno de sus hermanos se acercara a mi.

No quería a ninguno de ellos cerca, me sentía traicionada engañada y muchas otras cosas.

Todos sin excepción habían acatado lo que yo había pedido, no volví a hablar con ninguno. En ocasiones me cruzaba con ellos, pero se limitaban a mirarme solamente.

Oliver no había vuelto a aparecer, supuse que no aparecería hasta que nuestro contrato venciera.

Llegué al departamento y me dirigí directamente a mi habitación, me la había pasado ahí las ultimas semanas, usualmente haría mi tarea, pero mañana sería día de gracias, así que no habría escuela. Dejé mi mochila junto a la cama y me tiré en la cama. Si había algo que aún no había dejado de hacer era dormir, podría decirse que incluso dormía demasiado. Pero era lo mejor que podía hacer ya que no me daban ganas de hacer nada que no fuera estar en mi cama.  

A las 7:30 tocaron a mi puerta, Sammuel asomó la cabeza.

-Sam, ya nos vamos- me dijo.

-¿Quienes y adonde?- Pregunté un poco dormida.

-Ariana y yo, hoy es el partido. Te lo dije.- Ariana y Sam habían avanzado a la etapa de "Novios" parecía que había sido mu rápido, pero esos dos congeniaban tanto y tan bien que en realidad parecía extraño que no estuvieran juntos.

-Ah, es verdad. Lo siento lo olvidé, suerte.

-Gracias- Cerró la puerta y al cabo de unos instantes escuché que la puerta de la entrada se cerraba.

Me tapé la cabeza con una almohada tratando de aislar todo el ruido posible.

Cada cosa que oía, veía o escuchaba con más claridad que cualquiera me recordaba que yo no era humana del todo y qué iba a morir tuviera el collar o no. Traté de volver a dormir, tal vez por eso es que dormía tanto últimamente. dormida no pensaba en mi inminente muerte.

Mientras trataba de alejarme de la conciencia escuché que alguien tocaba mi ventana.

Me senté en la cama y me quedé quieta, el sonido volvió a repetirse y fruncí el ceño. Yo vivía en un tercer piso, no había manera de que alguien pudiera estar tocando ahí. Tal vez era un ave. Quise ignorar lo que oí y volver a la cama, pero volvieron a golpear con más insistencia.

Me levanté y justo antes de abrir la cortina escuché una voz.

-Sé que estás aquí, así que ábreme- Era Oliver. Abrí la cortina y él estaba encaramado en el marco de la ventana.- Vamos, ¿Qué esperas?

-¿Qué haces aquí?- Dije abriendo la ventana para que pasara.- Tengo una puerta perfectamente útil, además de vecinos ¿Qué pasa si te ven?- Oliver aterrizó en el piso.

-Les dices que tu amigo es el hombre araña y ya está.

-Sí claro, muy creíble.

-Entonces diles que soy un vampiro.

Atraída Capítulos ExtrasМесто, где живут истории. Откройте их для себя