Sonrisa- Kirishima Eijiro

Extra: Sorpresa

Probaste él pescado, tenías meses sin probarlo ya que últimamente te daba acidez y no te gustaba nada esa sensación.

— ¿como te fue hoy? — le preguntaste a Kirishima quien comía pollo, te mostró su sonrisa.

— ¡Genial! Te extrañe mucho en verdad.

— cálmate, ya no me estoy desmayando.

El tomo tu mano y continuaron comiendo, mientras degustabas tu rica cena volvió a tu mente el acontecimiento del año anterior, luego de mucho sexo y esfuerzo el doctor te dio la dolorosa noticia de que jamás podrías traer vida al mundo.

Gracias a eso adoptaron un cachorro que ya era un gigante perro.

— ¿Que tienes?

El teñido te saco de tus pensamientos.

— Nada, solo estoy algo cansada... me siento pesada y de vez en cuando me duele el utero pero ya sabes, la visita se acerca.

— Hoy hay que aprovechar.

Y esa noche la aprovecharon, te despertaste algo mareada a las 10 de la mañana. Tenías muchas cosas que hacer y no tenías ganas de hacer ninguna. El dolor volvió más fuerte y más constante que antes. Pero se te pasaría.

Luego de hacer las cosas de la casa decidiré ir de compras, así de paso comías un helado para tu falta de apetito.

Ibas lento ya que el dolor cada vez que atacaba era más fuerte y no querías tener ningún accidente.

Entonces el dolor volvió y frenaste de golpe en medio de la calle, un auto golpeó el tuyo por atrás y la bolsa de aire se activó.

Todo estaba negro.

Después iluminado, el olor a fármacos y los murmullos te abrumaban.

Todo se oscureció.

— ¡Posición! Debe seguir pujando.

¿De que hablaba? Oh, dolía tanto tu vagina y todos gritaban ahí.

Entonces sentiste alivio, la presión de tu vagina se había ido y por eso dormirías...

¡Despertaste! Saltaste de la cama y gracias a tu esposo no caíste al suelo gracias a no tener fuerzas.

— ¿Que pasó? — Cuestionaste.

— Tuviste un accidente

— Oh.

— Y tuviste un bebé.

— ¿¡Que?!