Capitulo 15

304 21 1
                                    


-Amigo, eres estupendo –alago a John que esta junto a mí -todo un gánster.

-había terminado la universidad pero nunca ejercí como abogado, no sabes lo aterrado que estaba –toma un sorbo del trago que le entregue.

-supiste disimular muy bien, si hubiera sido yo, me cago en los pantalones.

-son cosas que vas aprendiendo en otros empleos, tu más que nadie sabes que trabajar con Hetzel no era un paseo en el prado.

-ni que lo digas, desde que deje de trabajar me ha estado llamando para preguntarme como va mi nuevo empleo.

-el sabe que tienes un negocio propio?

-no, solo sabe que aun no estoy trabajando.

-imagínate, se le fue uno de sus mejores empleados, trabajabas hasta 3 turnos corridos y sin dormirte, hermano, eso es un don único.

-sí, pero esos son otros tiempos, mi meta está trazada... ya quiero un futuro mejor.

-así que de verdad te enamoraste eh!! Pillín... -dice para burlarse de mí.

-sí, estoy bien enamorado, Ana Esther es una mujer maravillosa, es una cajita de sorpresas y eso es lo que más me encanta de ella, nunca sabes que está pensando o que va a hacer, si dice que saldrá, por más que le diga que no o que lo piense mejor, se va sin importar las consecuencias, ella carga con todo el peso.

-sí, ella es el verdadero final, todo lo que hizo por nosotros para que pudiéramos irnos, vale oro, por eso desde que llamaste, no dudamos ni un segundo; Zoé quería venir conmigo, pero la misma Ana Esther la freno.

-en realidad no hubiera sido buena idea, las cosas por aquí están muy calientes, hay que esperar a que todo se calme un poco.

-ahora más que nunca debes darle apoyo, lo que viene no será nada bueno y menos después de todo lo que se destapo en el juicio, cuando leí los papeles que me diste, casi lloro amigo, esa familia es el verdadero demonio.

-ni que lo digas, pero ya no quiero hablar de eso, cuéntame que tal Italia.

-Italia es hermosa, pero no pensamos quedarnos mucho tiempo, conseguí un empleo en Grecia con unos viejos amigos, se lo propuse a Renato y encantado acepto.

-que bueno, me comentaste que conociste a su padre...

-hay Oscar, si pudieras haber estado en ese momento hasta tu hubieras abandonado esa casa, el padre de Renato es Hitler en persona, se puso como loco cuando él le dijo que somos novios, me hecho como un perro a la calle –comenta, recostándose del mueble.

-era lógico, si Renato dejo su país por esa misma reacción, bien te trato que no intento matarte –me burlo a lo que John me arroja un cojín que atrapo en el aire...

Nos pasamos unas cuantas horas hablando sobre todo lo que ha pasado durante el tiempo que no estuvo mientras preparo la cena. Le conté a John que quiero formalizar mi relación con Ana Esther, ya hasta compre un anillo y todo, pero por los sucesos que han pasado no e encontrado la forma de pedirle que sea mi esposa... hablando de ella, aun no sube, no sé si llego o si paso algo... preocupado busco mi teléfono y la llamo... suena y suena y aun no contesta.

-paso algo? –pregunta John al ver mi cara de preocupación.

-Ana Esther no ha llegado, salió hace horas.

-de seguro esta con su madre, descuida, ella te llamara.

-no lo sé amigo, ella me llama pase lo que pase, ella sabe perfectamente que me preocupo.

-llama a su madre.

-no tengo el numero, seria bajar a ver qué está pasando.

-ok, me quedo por si aparece –asiento.

Tomo las llaves y el celular, dispuesto a salir, esta preocupación me mata. Al salir por las puertas me encuentra a la dueña de mis penurias.

-cariño, que haces aquí tirada? –pregunto algo confundido.

-necesitaba un momento para pensar, te escuche hablando a gusto con John y decidí meditar unas cuantas cosas, poner en orden mis pensamientos, estoy algo frustrada.

-pudiste haber entrado y cerrar la puerta del cuarto o decirme que querías estar sola, no sabes lo preocupado que estaba, ni siquiera un mensaje.

-discúlpame –me abraza –tengo que poner en orden mis ideas.

-tienes que tomarte unos días para relajarte.

-dices, como vacaciones?

-sí, tienes muchas cosas en la espalda, no me has dejado aligerar tu carga y eso tarde o temprano te pasara factura, tomate unos días y disfruta de tu madre que al parecer también lo necesita.

-mi madre y yo de vacaciones? Eso si esta de locos –ríe entrando al apartamento –mi madre es una persona indescriptible, ni siquiera le gustan las vacaciones con mi padre...

-es ahí el detalle, no serian vacaciones sino un tiempo para que ustedes tengan su momento de chicas o de madre e hija, para que conozcas los sentimientos de tu mamá, para que ella te conozca a ti, cuando viene a ver muchos de los logros que has alcanzado ella ni siquiera lo sabe.

-no se Oscar –mantiene su mirada en mi –la empresa está empezando y no puedo darme el lujo de descuidarla.

-no te preocupes por pequeñeces, lo importante es que pases tiempo de calidad con tu madre, que te necesita ahora más que nunca.

-cuando yo la necesite ella nunca estuvo, porque yo si debo hacerlo?.

-porque así se le demuestra a las personas quien es importante en la vida, así se les da galletas sin mano para que entiendan todo lo que uno hace por los otros.

Me analiza con detalle, de seguro para ver si me e vuelto loco o lo que digo tiene lógica. Suspira resignada, sabe que tengo razón y en el fondo, muy en el fondo ella adora a su madre, siempre lo ha hecho y ese pequeño gesto de guardarse todo lo que su padre hizo no tiene precio.

.

.

.

Me levanto por la necesidad de ir al baño, no debí beber tanta cerveza, maldito John y su finura italiana, ahora no bebe whisky ni ron, solo cervezas. Tras salir del baño miro la hora y me dispongo a hacer el desayuno, luego de una larga noche de quejas, quejas, insultos y mas insultos, Ana accedió a irse por unos días con su madre, aun no se a donde pero se ira.

Terminando de preparar la mesa, con el suculento menú para mi casi esposa, si, ya me decidí, lo haré hoy durante el desayuno, no puedo esperar más. Se escuchan toques en la puerta. Esa debe ser la Sra. Ana. Tomo una de las toallas de la cocina para limpiar mis manos y camino para abrir la puerta.

-Buenas días.... –digo abriendo y me quedo impactado frente a mi madre y hermana que vienen con maletas en mano –que hacen aquí?

-descuida, si es por mi ni vengo a verte –comenta mi hermana de mal humor.

-no empiecen por favor –responde mi madre algo cansada –necesitamos hablar contigo Oscar.

-necesitan hablar o necesitan donde quedarse? Porque con la pinta que vienen no es nada bueno... -ellas se miran entre sí, suspiro y las dejo pasar. 

Nosotros {N.3}Kde žijí příběhy. Začni objevovat