CAPÍTULO 35

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Tan solo ayer mi mejor amigo de hace años me había visitado mientras me encontraba enferma, en cuestión de minutos después de salir de mi casa, mi padre me lo encontró tirado en la calle, su auto con la puerta abierta, su cuello completamente destrozado y su rostro aún reconocible, para que fuera una señal de que aquel vampiro venía por mí. O al menos así lo había tomado.

Pero en este momento, en el que me encuentro aun creyendo que Lee aparecería tocando la bocina de su auto, gritándome que me apure para no llegar tarde a la escuela, diciéndome de qué hablará en su programa en la escuela. No puedo salir de mi shock, apenas ayer lo había visto, me trajo mis donas favoritas. Y ahora, aquel chico que me había visto en mis peores momentos, el chico que estaba llevando una gran responsabilidad con una sonrisa en el rostro, ya no estaba más. Y yo sigo en el shock del momento.

—Hija...— habla mi madre, haciéndome salir de mi trance.

Levanto mi rostro y los observo, con el semblante triste. Y yo, tan atormentada como me encuentro, empiezo a llorar inconsolablemente.

Mi madre se acerca a mí, para enrollar sus brazos alrededor de mí. Pero el dolor que siento en mi interior, no podría ser calmado ni consolado por ningún ser humano o de otra especie en el mundo. Mi interior gritaba tan fuerte que podía escuchar un sonido agudo en mis oídos, nunca había perdido a alguien tan cercano a mí como lo era Lee, y sin duda alguna no había dolor alguno que en este momento pudiera comparar.

—Suéltame. — le digo a mi madre, alejándola. Ella hace lo que le pido y yo solo salgo corriendo escaleras arriba. Mis padres no me siguen.

—Jazmine. — Rachel me llama en cuanto entro a la habitación.

—Vete. — le respondo de manera brusca.

—Lo lamento. — ni siquiera me importa si ha escuchado todo o si lo sabía desde antes y por eso estaba tan fría antes de que dejara la habitación minutos antes.

—Vete. — le digo elevando la voz un poco más.

Me mira con pena, y quiero tirarle lo primero que tengo a la mano, pero trato de no descargar mi enojo e impotencia con ella, por más que culpara a los de su especie por lo que le había hecho a mi amigo aquel estúpido intruso.

Sale por la ventana de mi habitación y en el momento en el que me quedo sola me dejo derrumbar. Caigo de rodillas al suelo y me sostengo con las palmas de mis manos pegadas al suelo. Lloro de la manera que nunca antes lo había hecho. Lloro de impotencia, de saber que hay quienes podrían haber detenido al asesino antes de que llegara tan lejos.

Me enojo conmigo misma por no haber hecho nada, por ser tan débil y no poderlo detener. Lloro por Mae, quien tendrá que criar a su bebe sin aquel amoroso chico a su lado. Lloro porque Lee tenía más futuro que eso, porque habría sido de las pocas personas que valen la pena en el mundo.

Me hago un ovillo en el suelo, abrazando mis rodillas contra mi pecho, y lloro hasta quedarme seca, y cuando eso pasa, mi vista queda perdida, no me levanto, pues sé que nada de lo que haga, vea o diga me hará sentir mejor. No tengo ánimos de hablar o ver a nadie. Por lo que simplemente me quedo admirando en mi memoria los años que compartí con mi mejor amigo y los recuerdos de su bondad y paz que siempre lo seguían a todos lados.

***

Los padres de Lee no habían permitido que los forenses se quedaran más con su cuerpo, querían darle un descanso a su único hijo. Estaban devastados por completo; no pude llamar a Mae para contarle, por lo que lo hicieron sus padres, y ahora se encontraba en camino.

Me coloco el vestido negro más triste que jamás había visto y luego bajo hacia el primer nivel, donde mis padres me esperan para poder ir al servicio fúnebre de mi mejor amigo. No había ya lágrimas dentro de mí que pudiera derramar, pero el dolor que sentía no desaparecía. No había hablado con nadie más en todo el día de ayer, y por la mañana amanecí tirada en el suelo, con los recuerdos de lo sucedido atormentando mi mente. Supongo que Rachel le había dado la noticia a Garrett, porque mi teléfono no paraba de sonar, era tanto que lo tuve que apagar antes de salir de casa. Lo último que leí en una de las notificaciones era un mensaje de Garrett: estoy en camino. Ni siquiera eso logró calmarme o hacerme sentir mejor.

JAZMINE I || COMPLETA || SAGA "CUERPO Y ALMA" #PGP2023Where stories live. Discover now