Era una día completamente normal en el diario vivir de Juliana, se había levantado, en su cama, sola. Cosa que si era sincera le desanimaba un poco, aunque había llegado al acuerdo con Valentina que tenían que tener un momento a solas, no porque le cansara su compañía o algo, es que con Valentina sentía que el tiempo volaba, que no alcanzaba a hacer nada de sus quehaceres, las semanas que estuvo en su casa, a pesar de que se proponía y su novia le daba la tranquilidad necesaria, era ella la que no podía concentrarse bien. Todo eso a regañadientes de Valentina, quien no parecía tener problema, de pronto se acordó de el gato que tenían en común, por el exterior muy acorde a la mas alta, pero al final, era ella la que tenia una personalidad de gato, Valentina era mas un cachorro que movía la cola cada vez que te ve, cosa que le encantaba. Se habían separado hace una semana, y aunque no lo quisiera admitir, tan fácilmente, a estas alturas Juliana si era un poco mas capaz de abrirse a lo que sus sentimientos se refería, la extrañaba, pero en la escuela de moda aun le quedaba que hacer así que debía ser fuerte.
-¡Hey, miren a quien tenemos aquí, la mismísima Juliana Valdes! Que bueno que recuerdas que tienes amigos ¡Y! que somos compañeros de clases.- Su amigo pelirrojo se unió en la caminata que hacia por uno de los pasillos, bebiendo agua.
-¿En serio me sentí tan ausente?- Preguntó con una risa.
-Bueno, quizás sea por el periodo libre que nos dieron, pero pudiste haber llamado, Jorge y yo te extrañamos...Jorge a Valentina, parecen llevarse bien.-
-Pero estos días has sido tú el que no ha aparecido, yo vengo desde hace una semana.- Entraron a una cafetería, para comprar unos snacks de descanso.
-Eso, se llama llegar con estilo, ligeramente tarde.-
-¡Carlos, es una semana!- El nombrado solo la miro riéndose, compraron un par de jugos y unos frutos secos, Carlos la siguió hasta una mesa, se sentaron viéndose cara a cara y luego el puso una expresión seria.- Ahora dime que lo que escuche no es cierto.-
-¿Que escuchaste?- Carlos desde ese momento pudo comprobar que Juliana no le iba a mentir, dado a su expresión de asombro.
-Juliana, media academia esta diciendo que Maximiliano quiere conquistarte, eso logro que la gente quisiera ver si lo lograba.- Juliana hizo en silencio su tan característico "¡Que!" abriendo los ojos, mirando hacia todos lados a ver si encontraba al chico, acentuando el gesto con la cabeza otra vez.- Si, that Maxi, el chico surfista, alto, bronceado y guapo.- Dijo Carlos rodando los ojos.
-Pero...¿Por que diría eso? el y yo apenas... aaah.- Juliana se golpeo la frente con la mano.
-¿Aah? ¿Que hiciste Juliana?- Te aviso que eso no te lo perdono, no, no señor, yo soy team Juliantina, for ever.- dijo Carlos un tanto indignado.
-¡No he hecho nada! Un día nos fuimos juntos a casa.- Carlos la miro sorprendido.- o sea, el se ofreció a llevarme y pues, no me mires así ¡Es buena onda! Solo eso.- La morena suspiró pesadamente.
-Bueno si te comprendo, creo que puedes ser un poco inocente, ademas ¿Que onda con este tipo, no vio la tele, las noticias, no tiene amigos?- Carlos preguntó con una risa incrédula. Juliana solo negó sin saber que decir.
Otra hora de clases daba comienzo, todos entraron al salón de siempre, en donde habían distintos artículos de costura, maquinas, cintas. Juliana y Carlos se acomodaron juntos como siempre, al cabo de unos minutos entró un hombre estrictamente a la moda, sus lentes de sol descansaban sobre su cabeza, mientras el veía desinteresadamente el celular.
-Bueno, vamos a trabajar en un proyecto corto, que no debería tomar de tres dias, deben confeccionar un traje de dos piezas, masculino, en parejas.- Juliana y Carlos se miraron sonrientes, no era a primera vez que iban a ser pareja y sin ser engreidos, les iba bastante bien.- ¡Pero! vamos a ser desafiantes esta vez, en este canasto tengo los nombres de cada uno, los van a sacar al azar y veremos quien les toca de pareja.- Los amigos se miraron con terror, a Carlos nada le asustaba mas que la probabilidad de mala suerte de su amiga.
