Capituló 35

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Dios mío.

Ni siquiera tengo fuerzas para echar un vistazo a la lista de los alimentos.

Trago saliva y tengo la boca seca.

Vuelvo a leerlo.......

Me da vueltas la cabeza.

¿Cómo voy a aceptar todo esto?

Y al parecer es en mi beneficio, para que explore mi sensualidad y mis límites de forma segura... ¡Por favor!

Es de risa.

Servirlo y obedecerlo en todo.

¡En todo!

Muevo la cabeza sin terminar de creérmelo.

En realidad, ¿los votos del matrimonio no utilizan palabras como... obediencia? Me desconcierta.

¿Todavían dicen eso las parejas?

Solo tres meses... ¿Por eso ha habido tantas?

¿No se las queda mucho tiempo?

¿O ellas tuvieron bastante con tres meses?

¿Todos los fines de semana?

Es demasiado.

No podré ver a mis padres ni a los amigos que pueda hacer en mi nuevo trabajo, suponiendo que encuentre trabajo.

Quizá debería reservarme un fin de semana al mes para mí.

Quizá cuando tenga la regla... Parece... práctico.

¡Es mi dueño!

¡Tendré que hacer lo que le plazca!

Dios mío.

Me estremezco al pensar en que me azote o me pegue.

Probablemente los azotes no sean tan graves, aunque sí humillantes.

¿Y atarme?

Bueno, ya me ha atado las manos.

Fue... bueno, fue excitante, muy excitante, así que quizá tampoco sea tan grave.

No me prestará a otro Amo... Maldita sea, por supuesto que no.

Sería totalmente inaceptable.

¿Por qué me tomo siquiera la molestia de pensar en todo esto?

No puedo mirarlo a los ojos.

¡Qué raro!

Es la única manera de tener alguna posibilidad de saber lo que está pensando.

Pero ¿a quién intento engañar?

Nunca sé lo que está pensando, pero me gusta mirarle a los ojos.

Son bonitos, cautivadores, inteligentes, profundos y oscuros, con secretos de dominación.

Pienso en su mirada ardiente, aprieto los muslos y me estremezco.

Y no puedo tocarlo.

Bueno, esto no me sorprende.

Y esas estúpidas normas...

No, no, no puedo.

Me cubro la cara con las manos.

No es manera de mantener una relación.

Necesito dormir un poco.

Estoy agotada.

Las travesuras físicas que he hecho en las últimas veinticuatro horas han sido francamente agotadoras.

By following your rulesWhere stories live. Discover now