ENTRE DOS MUNDOS (L y Tu)

Mirada (parte 2)

Los oficiales regresaron y todos reanudamos nuestros trabajo, al dar las cuatro de la tarde mi equipo terminó su trabajo, Úkita y Mogi se fueron a la estación de policía dejando así que Aizawa libre para que venga a ayudarnos, cuando terminen su jornada laboral Úkita y Mogi podrían ir a sus casas a descansar, en cambio nosotros permaneceríamos toda la noche aquí.

Me uní al equipo de L pero éste parecía evitarme así que decidí que era mejor dejarlo y concentrarme en ayudar a los demás oficiales. Aizawa era serio y fácil de molestar pero al ayudarlo me di cuenta de lo amigable que puede llegar a ser; Matsuda me preguntaba cosas constantemente ya que no entendía del todo bien algunas y no quería equivocarse así que por eso me llamaba; el jefe Yagami se mantuvo cerca de L y cualquier cosa que quería consultar iba con él aunque si era una duda pequeña me preguntaba rápidamente

La noche llegó y nos fuimos a la habitación de las pantallas para analizar los videos de grabación del día en que supuestamente Raye Penber murió. Había un gran sofá en frente de la pantalla del televisor más grande, cuando los oficiales se distrajeron L se sentó a un lado del sofá dejando el otro lado libre e inclinó discretamente su cabeza hacia un costado indicando que ese lugar era para mí.

Tomé asiento junto a él pero aún así permanecimos separados, al menos ya no estaba tan molesto conmigo. Vimos algunas cintas pero ninguna contenía nada que nos sirviera, los oficiales y yo comenzábamos a cansarnos pero era muy temprano para rendirnos

—El resto de cintas está en la otra habitación, sigan me por favor— les contestó Watari a Matsuda y Aizawa al ver que las cintas que necesitábamos no estaban

Watari, Matsuda y Aizawa salieron de la habitación y solo quedábamos el jefe Yagami, L y yo

—Ryuzaki, me gustaría hacer una llamada a casa para informar que llegaré tarde— avisó el jefe a lo que L le dió permiso

Al ver que estábamos solos y que los demás tardarían un rato en regresar decidí hablar rápidamente con él

—¿Sigues molesto?— le pregunté suavemente mientras me acercaba un poco más a él pero sin invadir su espacio personal

L volteó a verme entre serio y molesto, eso lo confirmaba

—Conste que tu empezaste— me digné a decirle mientras miraba al frente como él —además, esa fue mi venganza, para que sientas lo que yo sentí— contesté orgullosa

El azabache pareció pensarse mis palabras por un momento y luego cambió la expresión en su rostro, ya no estaba molesto y como muestra de ello se acercó un poco más a mi, me acomodé más a su lado y recosté mi cabeza sobre su hombro para cerrar mis ojos y descansar un rato

—¿Tienes sueño?— preguntó amablemente

Hice un sonido de negación —Solo estoy descansando la vista— contesté un poco cansada, si le decía que tenía sueño probablemente me mandaría a dormir y él seguiría analizando las cintas solo

—Entiendo— soltó calmadamente

—¿Qué haces?— le pregunté sin abrir los ojos al sentir que se acomodaba conmigo

—Descansar por un momento— contestó tranquilamente y permanecimos así hasta que comencé a escuchar unos pasos que se acercaban