Confundido (Given)

Cαριтυlσ 5

—Estás bromeando, ¿verdad?—hablé en estado de negación y shock. Era una noticia muy impactante y a la vez inesperada. La noticia se sentía como una apuñalada al corazón en invierno, sintiendo frío al alrededor y sin poder calmar ese dolor en el pecho. Estaba enloqueciendo, me estaba perdiendo, no podía soportar—. Shizu, ¡con esas cosas no se juegan!.—Le grité de tanta impotencia y devastación acumulada. Yagi me miró con una comprensión poco vista en él. Me abrazó apegando mi cuerpo al suyo, no pude corresponderle porque había perdido todas mis fuerzas. Varias lágrimas se habían asomado por mis ojos, mi respiración se había vuelto irregular. Buscando refugio, escondí mi rostro en el pecho de Shizu—, dime que es mentira—rogué comenzando a sollozar, mi voz estaba por quebrarse. Abundaba el dolor en mi corazón—, por favor dime que es mentira. Odiaba un poco a Yuki, ¡pero jamás quise que algo malo le pasara y mucho menos que se suicidara!.

Las lágrimas comenzaron a descender mis mejillas, casi no sentía las punzadas en mi cabeza por el dolor de mi corazón. Yuki era importante para mí... y... creo que no lo valoré por el mejor amigo que fue. Tal vez Yuki murió pensando en mí como su mejor amigo, y yo, como el idiota que soy, le guardaba un absurdo rencor...

Pensaba demasiadas cosas, todo lo que sucedió en estos días me taladraban la cabeza, me arrepiento de todo aquel mal sentimiento que tuve hacia él. Mientras me torturaba a mí mismo con mis pensamientos, lo único que logró alejarme de toda esta realidad era la sensación que me generaban las caricias de Shizu. No quería seguir viendo esta realidad, por lo que traté de enfocar todo mi ser en ese tacto poco delicado de Shizu. Él también sentía mucha pena, conocíamos a Yuki desde niño.

Aunque Shizu no sea expresivo y no exteriorice sus sentimientos, podía notar lo mal que se sentía por toda la situación.

—Hablé con su mamá, me dijo que Mafuyu lo encontró, y que él no ha dicho ni una palabra desde que lo vió colgado—comentó con voz seria, pero a su vez pude sentir que en su garganta se estaba formando un nudo. Y yo simplemente no lo podía creer, sollocé al oírlo y varios alaridos de dolor se me escaparon—. Él no ha llorado, no ha gritado, pero me dijo que se le ve destrozado por dentro...

—Cállate...

—Dijo que Mafuyu ha estado abrazando fuerte la guitarra de Yuki y que-

—¡Cállate!, ¡maldita sea, no sigas!—supliqué casi gritando, me estaba llenando de frustración, las lágrimas eran incontrolables, el dolor aumentaba, la pena era grande—.Es nuestra culpa, discutió con Mafuyu por culpa de la banda, y no hicimos nada al respecto, no le dijimos que lo hablaran, no lo acompañamos, ¡es nuestra culpa!.

—Hiiragi, mírame.—Me apartó un poco y tomó ambas mejillas mías haciendo que lo mirara de cerca, mis ojos llorosos se encontraron con los suyos llenos de dolor—. No es culpa de nadie, Yuki se suicidó por decisión suya, aunque fue algo imprudente lo que hizo, no podemos vivir culpandonos de ello. Él-

—Lo envidio—confesé interrpiendolo, bajé la cabeza pensando en sus palabras y a la vez ignorandolas. El temblor en mi voz resaltaba entre los temblores de todo mi cuerpo. Calmarme parece imposible.

—¿Qué?

—Yuki hizo algo que me da miedo hacer—respondí, nuevamente rompí en llanto ante mis propias palabras. Shizu entendió a lo que me refería, por lo que me abrazó colocando, esta vez, su mano en mi cabello teñido.

Aunque Shizu suele ser indiferente, ahora está resultando muy reconfortante para mí. Cerré mis ojos para seguir ahogando sollozos y lágrimas en su hombro, sintiéndome mal también al pensar que Mafuyu no tiene un hombro en el cual llorar.

Mi garganta era un caos total, me dolía mucho al igual que la cabeza, pero igual yo seguía llorando como si eso fuera a compensar algo...

—Hiiragi, todo estará bien—dijo Shizu, pude notar como trataba  de mantener la compostura ya que ni él se sentía seguro de sus palabras. Dolía bastante, era insoportable la sensación—. Ahora debemos cuidar de Mafuyu, él también debe estar deprimido...