Capítulo 18. [Máscaras Del Pasado]

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Los pasos firmes de una mujer insegura e inquieta resonaban haciendo eco por todo el lugar mientras otras dos se observan entre si. Una con el entrecejo fruncido y otra con un semblante despreocupado.

Kate dejó su revista de modas a un lado mientras soltaba un suspiro. Había estado los últimos veinte minutos viendo a Bárbara caminar de un lado a otro mientras mordisqueaba sutilmente sus uñas. Lauren, por su parte, solo se había limitado a preparar café para las tres, dar palabras de aliento, y platicar con su esposa de manera amena mientras la tormenta pasaba.

—¡Suficiente!—exclamó Bárbara buscando su chaquetón azul que estaba colgado en la pared—. Voy a ir a buscarla.

Lauren y Kate se vieron entre si.

—¿Buscarla?, ¿Que estás loca?

Bárbara volteó a ver a Kate con sorpresa.

—Te recuerdo que es mi esposa la que está en esa casa con esa víbora. Admito que fue mi plan, pero creo que después de todo fue mala idea dejarla participar en esto—dijo viendo a Lauren—. Macarena aún está sensible por todo esto, y no quiero que la víbora de Rachel intente persuadirla con palabras bonitas para ponerla en mi contra—suspiró—. Sí, sé que debo confiar más en ella pero la sola idea que esa mujer logre salirse con la suya hace que mis vellos se ericen. No quiero perderla de nuevo, chicas—murmuró cabizbaja.

—No vas a perderla porque aún sin recordar, ella siente una conexión muy especial contigo—le dijo Kate—. Ella te ama, tanto como tú a ella aunque no recuerde gran parte de lo que vivieron juntas.

—Solo tengo miedo—manifestó con tristeza.

—Y es entendible, pero debes confiar en tu esposa. Después de todo, esto también lo está haciendo por ti. Porque te ama, y porque quiere saber la verdad absoluta. ¿Crees que lo haría si no te amara?—cuestionó Lauren—. Cualquiera en su posición se hubiese dejado llevar por las pruebas contundentes que le dieron y hubiese roto su relación en el momento y ella no lo hizo porque muy dentro, sabe que no es verdad. Que tú la amas tan profundamente como ella te ama y eso deberías considerarlo más. Rachel es una arpía que solo se saldrá con la suya si ustedes lo permiten.

—Ese es el problema—dijo Bárbara—. No quiero que sufra con todo esto. Ahora lo más importante es su salud y de pronto sucedió todo esto y no era lo que yo quería. Estábamos comenzando a vivir algo único y bonito después de todo lo que nos ha pasado y...—suspiró—. No quiero perder las pocas esperanzas que me quedan.

—No deberías, Barbie. Tu esposa está dando la cara por ti. Está apoyándote en este momento a pesar que todas las pruebas apuntan en tu contra—dijo Kate—. ¿No es suficiente para ti? Ver como a pesar de prácticamente desconocerte confía en ti ciegamente y está exponiéndose con una mujer que es más astuta que todas juntas.

—Rachel es una perra cínica—dijo la escritora con los puños apretados—. Nos vendió una imagen bonita todos estos años cuando detrás de esa sonrisa falsa e hipócrita se escondía una víbora venenosa—Lauren respiró profundo al escucharla. Bárbara realmente estaba alterada—. ¡Es una maldita zorra!

—Barbie...

—¡No!—dijo rápidamente—. Necesito ir con ella. Necesito estar con mi esposa lo más pronto posible. Esta espera me está desesperando, Lauren. Estoy entrando en agonía.

—Abby está con ella—le dijo Lauren—. Debes calmarte y no alterarte más de lo que ya estás. Créeme que así no lograrás nada.

—Logro mucho yendo a mi casa, sacarla por el cabello y gritarle que deje a mi esposa en paz—Lauren abrió los ojos. Kate solo soltó una risita corta.

ᴸᵉᵗʳᵃˢ ʸ ᴰᵒˢ ᴬˡᵐᵃˢ ᴰᵉˢⁿᵘᵈᵃˢ ᴱⁿ ᴾᵒᵉˢíᵃ | |Barbarena||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora