Cuando Sasuke llegó a casa, Naruto estaba sentado a la mesa, frotando fervientemente un lugar en la madera con un trapo, murmurando sobre viejos testarudos y manchas testarudas y egoístas.
Observó con curiosidad por un momento, deslizándose cuidadosamente sus zapatos en la puerta, sus ojos oscuros nunca dejaron al rubio murmurando, esperando ser notado.
Pero Naruto estaba decidido, y parecía que nada iba a desviar su atención de la mancha invisible que parecía haber visto. Así que aflojándose la corbata y entrando más en la habitación, se dirigió silenciosamente hacia el rubio, acercándose detrás de él y deslizando un brazo alrededor de su cintura, acercando a Naruto contra su pecho.
"Dobe. No me has saludado. Tadaima", murmuró en el oído de Naruto, apoyándose cerca de él.
Naruto se congeló y dejó caer el trapo que había estado usando, su rostro se calentó y su cuerpo reaccionó automáticamente al hombre detrás de él y esa voz sensual susurrando en su sensible oído. Realmente se estaba acostumbrando mucho a todo esto, y su cuerpo parecía reaccionar automáticamente al otro hombre ahora, cada día más y más. Sus ojos azules se desviaron hacia el hombre que estaba detrás de él y tragó saliva.
Humedeciendo sus labios con anticipación, logró tartamudear una respuesta. "O-Okaeri, Sasuke."
"¿Qué te pasa hoy?" Sasuke preguntó distraídamente mientras movía sus manos hacia abajo, tirando del rubio rubor contra él, sus manos se deslizaron debajo de la camisa de algodón y se deslizaron sobre la piel suave y bronceada. Besó suavemente el cuello de Naruto, lamiendo el lóbulo de su oreja. Naruto gimió suavemente.
"E-mn," murmuró Naruto, su cuerpo no cooperaba con él y en cambio se derretía en los brazos de Sasuke, siguiendo las órdenes de Sasuke. Lenta, burlonamente, las manos de Sasuke viajaron por el cuerpo de Naruto, sus labios chupando el cuello de Naruto. Naruto presionó más fuerte contra el pecho de Sasuke, tratando de acercarse a él mientras movía su cabeza hacia un lado, exponiendo la piel bronceada más a los labios de Sasuke.
Naruto se encontró siendo empujado hacia la mesa que acababa de estar tratando de limpiar, y el leve dolor fue suficiente para devolverlo a sus sentidos. Su rostro enrojecido por la vergüenza - en realidad se estaba volviendo demasiado lascivo - empujó al otro hombre hacia atrás y lejos de él, frotándose los labios con irritación y jadeando levemente.
"Está bien, ya es suficiente", murmuró Naruto, recogiendo el trapo de nuevo e ignorando al idiota lujurioso.
"¿Suficiente? ¿Dije que era suficiente?" Sasuke respondió con suavidad, acercándose nuevamente al rubio. Naruto lo detuvo con una mano sobre su pecho.
"Más tarde, pervertido."
Sasuke frunció el ceño y se detuvo en seco. "De verdad, ¿qué te pasa hoy?"
Naruto hizo una pausa en su reanudación de fregar la mesa y miró furtivamente a su amante de cabello oscuro. "Bueno," comenzó Naruto nerviosamente, con un ligero ceño en su rostro, sus ojos apartándose del hombre más alto, lamiendo sus labios mientras tomaba otro paso lejos de Sasuke e incluso más cerca de la mesa. "Me encontré con alguien mientras estaba fuera hoy. Alguien a quien conozco muy bien".
Una ceja oscura se elevó y Sasuke dio un paso más cerca. "¿Oh?" Sus ojos oscuros escanearon al rubio, que todavía no lo miraba, haciendo que su curiosidad aumentara.
Naruto dio otro paso nervioso, corriendo hacia la mesa de nuevo, sus ojos se alzaron y notaron esa mirada oscura y lujuriosa que aún persistía en los ojos de Sasuke. Había estado viendo esa mirada mucho últimamente, casi todas las noches, en realidad, y sabía muy bien lo que significaba. Sasuke obviamente no había recibido el mensaje, parecía decidido a ignorarlo en realidad, obviamente dispuesto como siempre a salirse con la suya. Tragó saliva y se lanzó alrededor de la mesa, poniendo la dura superficie de madera entre ellos. Sasuke le frunció el ceño con irritación.
