Capítulo 1

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Ahora vemos al adolescente caminando por los pasillos mientra los estudiantes lo miraban, ya que apareció en las noticias, algunos con un poco de miedo o respetó pero para las estudiantes, lo miraban con un pequeño sonrojo, mientras que el adolescente no le prestaba atención a eso, solo quiere llegar a su salón para continuar sus estudios, ya que quieres tener un buen futuro.

Al tener ese objetivo, siempre se esforzaba para tener altas calificaciones, por eso era admirado por algunos estudiantes, pero la mayoría lo admiraba por su fuerza, algunos piensa que es un don de fuerza o endurecimiento de brazo, pero lo que nadie sabe es que es un sin don, con una fuerza más allá de que lo imaginan que puede derrotar a cualquier enemigo con mucha facilidad, continuando con nuestro prota que ya llegó a su salón procede a tomar asiento, esperando a que las clases empezarán, mientras que esperaba, un tipo se le acerca.

???: Buena, brócoli-saludo el chico con una sonrisa mientras alzaba la mano para chocar los cincos.

Izuku: Buena Ben, ¿como estás?-preunto neutro mientras corresponde el saludo.

Ben: Bien, con mucha tarea, y tu, ¿como te va en la vida y la de tu hija?-pregunto el llamado Ben: castaño, ojos café, estatura de 1,70cm de unos 17 años, es un extranjero de Estados Unidos que vino a estudiar a Japón para tener una carrera y una buena vida, no como en su País que cada mes hay un tiroteo, viste con una polera negra con un cráneo en el medio, pantalones grises y zapatillas negras, además que unas de las muy pocas persona que conoce su verdadera fuerza, su don es telaraña.

Izuku: Mi vida sigue siendo aburrida, pero cuando mi hija está conmigo es divertida, y hablando de ella, está muy bien y sigue siendo una buena niña adorable-sonrie un poco, mientra recordaba los momentos que pasaba junto a su hija.

Ben: Si, esa niña-suspira para después poner una sonrisa. -Aún recuerdo cuando me la preséntaste, ¡era muy adorable! y cuando me saludó con una sonrisa, demonios, vomite arcoíris, ¡y no sabía que podía hacer eso!-se rie, recordando cuando su amigo presentó a su hija, tuvo que ir al médico para saber porqué vomitó así. -Ah si, amigo, hiciste bien en detener al villano-alabando al peliverde mientras le daba palmadas en la espalda.

Izuku: No lo detuve, solo lo golpe por meterse en mi camino, además, me molestaba sus gritos-respondio neutro.

Ben: Jeje...-se ríe nerviosamente mientras ponía sus manos en su cintura. -Nunca cambias-suena el timbre. -Oh, más rato hablamos-se despide para ir a su puesto.

Mientras que con el peliverde que se quedo en silencio, mirando a la ventana pensando en su futuro incierto, pero lo que tiene seguro, es que será uno bueno.

La clases han concluido, hoy fue un día entretenido... bueno, no realmente, estudiar es aburrido y Izuku lo sabe, al menos se divertía un poco por las estupideces de su amigo, ahora los dos iban caminando en dirección a la escuela de Eri a recogerla mientras conversaban, ninguno de los dos sabía que estaban siendo observando por un rubio con dos mechones, cuerpo delgado pareciéndose como un esqueleto, envés de ojos parecen cuencas vacías...sigamos.

Los dos adolescentes acaban de llegar a la escuela y esperaron un rato hasta que sonó el timbre de salida y justo apareció la niña diabetes mientra se despedía de sus amigas, cuando miró al frente y vio a su padre junto con su amigo, se le iluminó la cara y con una sonrisa emepezaria a correr.

Eri: ¡Papá!-grito feliz mientras corría para después saltar con los brazos extendidos.

Izuku: ¡Eri!-la atrapa. -¿Como te fue hoy día? ¿fuiste educada con los profesores?-le preguntaba mientras le daba un abrazo.

Eri:-corresponde el abrazo. -Me fue bien, me divertí mucho en aprender y estar con mis amigas, y si, fui muy educada con los profesores-respondio con orgullo a las preguntas de su padre.

El Padre de un golpeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora