(Cómo lo indica el título, este capítulo no es más que un recopilatorio de intentos fracasados de expresarme a través de la poesía en un momento en el que no era capaz: no perdáis el tiempo leyendo este capítulo).
Intento N. I
Hoy soñé contigo, despierta.
Ahora los recuerdos me nublan la vista
con un velo de suspiros y anhelos
Anhelos que me tiran del corazón
a lo más profundo de mis sueños.
Sueños que se apoderan de mi presente
y me sumergen en las heladas aguas de tu amor.
Intento N. II
Sé que si me vieses,
quiero creerlo, si me vieses,
tan solo que hablásemos cara a cara,
volveríamos al pasado.
Guiados por el hilo de nuestras esperanzas.
Intento N. III
Me veo en el espejo y siento esos ojos que me devuelven la mirada son los tuyos. Te sonrío, te hablo, me río ante tus comentarios inaudibles y ante mi risa, y de pronto, se rompe la magia y vuelvo a ver mi reflejo, absurdo, hablando solo y construyendo sueños en el viento que pasa.
Intento N. IV
Cuando estoy enfadada, vienes, te sientas a mi lado y me das un beso en la mejilla. Me secas las lágrimas y te sonrío, todo está bien.
Pero de pronto despierto.
Intento N. V
Mis recuerdos que tan guardados tenía de ti,
esos momentos contigo que nunca pronuncié
esas miradas que intercambiábamos cuando ya todo estaba roto,
esos comentarios que hacías a veces al verme,
y que me dejaban una sonrisa prohibida en los labios durante días,
todos esos recuerdos que nunca dije,
todo eso,
todo;
Empieza a sellarse en lo más profundo de mi mente
con los cerrojos del olvido.
Intento N. VI
De vez en cuando, te me apareces en un reflejo del espejo, en una canción olvidada, ... Y entonces me ahogo en las extrañas melodías del olvido, y me pierdo en tus recuerdos.
Intento N. VII
Debería olvidarte, no vamos a vernos más, por más que sueñe; y no por tí, que me diste una oportunidad una y mil veces de volver a hablarte; sino por mí, que siendo cobarde, no he sabido aprovechar ninguna de ellas.
Debería pero no lo hago, no porque no pueda, que me bastaría con dejar de pensarte, sino porque no quiero, por quiero recordarte, pues, a pesar de todo, fuimos felices y por unos instantes creímos que podríamos.
Intento N. VIII
Si Pudiera.
Si pudiera enmendar todos mis actos, si pudiera hacer resurgir nuestra amistad, qué no daría por ello.
Noche del 2o/03/2020,
tras unos días de encierro y fermentación de pensamientos.
