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Pareja: HitokageShipping - Green & X.
Canción: Two Birds - Regina Spektor.
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Yvonne y Whi-Two se dieron la mano mientras pasaban por los sinuosos senderos del bosque, notando que sus respiraciones se detenían como si el más mínimo ruido fuera a atraer a las bestias salvajes. Entonces repitieron el proceso que solían hacer para contarse mutuamente cuentos; colocaron las velas, en medio del círculo de sal pusieron el cuaderno de tapa verde, Whi-Two tomó un paño y lo frotó tres veces exactas con mucho cuidado y mimo. Dejó el cuaderno de vuelta notando el cosquillear en la palma de sus manos y tomó la mano de Yvonne para oprimirla con fuerza, notando que el calor de las velas aumentaba y que el olor salino comenzaba a inundar sus pulmones. Cuando abrieron los ojos allí estaba él.
Él era serio, calmado, con una expresión agotada como si en su escaso tiempo de vida hubiera tenido que aguantar mucho peso sobre sus hombros, hasta el punto que parecía lastimado. Las miró con calma, como si nada más abrir esos centelleantes ojos verdes afilados comprendiera el aciago destino que le había acaecido. Yvonne tragó duro al mirar a ese hombre de cabello castaño revoltoso, había muerto joven por lo que podían ver ya que el fantasma —o genio que nunca les concedería deseos— no mostraba los estragos y las arrugas de la edad. Yvonne, al verle, retrocedió asustada pero miró de reojo como Whi-Two, esa chica a la que pensó que tendría que darle valentía, sonreía con calidez hacia ese ser que estaba poniendo patas arriba lo que ella conocía como realidad.
—Buenas tarde señor, venimos a escuchar su historia para que no sea un cuento olvidado. ¿Podríamos saber su nombre?
—Mi nombre es Green.
—¿Y su apellido?—inquirió Whi-Two curiosa y sedienta de conocimiento.
—Mi apellido es algo que no merece ser mencionado, pues nunca tuvo peso alguno.
El fantasma miró a sendas jóvenes fijamente, pero se limitó a tomar asiento y cerrar los ojos, como si poco a poco sus pulmones inertes se fueran acostumbrando a estar helados y los recuerdos no hicieran que su cuerpo doliera.
—Si vosotras dos venís por un cuento, creo que ya estáis servidas. Pues estoy seguro que se os hará conocida la cruel historia del Caníbal de Novarte.
—¿El brujo que secuestraba personas, los engordaba para comérselos y les arrancaba los corazones?
Yvonne preguntaba sin ningún atisbo de miedo aparente, pero estaba horrorizada y cuando Green asintió, la rubia no pudo evitar recordar todas esas historias que habían sido contadas en su tierra natal. Una cruel historia que ojalá hubiera sido un cuento y no un cruento hecho que aterrorizaba a los niños. Pero Whi-Two aunque perdió algo de color se limitó a seguir sonriendo y musitar sus usuales palabras:
—Venimos a conocer la verdad de esa historia, no la verdad que sobrevivió al tiempo sino la verdad que usted se quedó consigo. Queremos conocer su verdad.
Eso hizo que el fantasma relajara sus hombros y pareciera dudar durante unos instantes en los que Yvonne pudo ver que en sus ojos centelleaba la más intensa pena.
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Veinte melodías | PokéSpe
FanfictionCinco melodías de corazones rotos que se quebraron en un repertorio de veinte canciones. ☂; Recopilación de One-Shots de PokéSpe. ☂; Advertencia: Posible mención en algunos relatos de temas explícitos como suicidio, violencia, homicidios...