Una tarde bizarra

314 40 23
                                    

Advertencia:

El +18 se aproxima, aun que no soy bueno escribiendo escenas eróticas mil disculpas.

Pov. Dio Brando

Me acerqué bruscamente a mi pequeño pelirrojo, lo tome de la cintura con mi brazo izquierdo y con el derecho lo tome del mentón, sonreí maliciosamente mientras este me miraba con inocencia pero miedo a la vez.

—¿A quién esperas mi cerezita?~— Dije, sabía a quien esperaba, lo había perseguido desde Egipto hasta Japón, maldito Jotaro, no dejaría que me quitará a mi hermoso Noriaki.

—B-bueno.. A n-nadie..— Dijo temeroso, sabía que mentía lo cual me molesto.

—¿Seguro? ¿No estarás esperando a Kujo?— Dije con el celo fruncido, realmente estaba molesto, aprete ligeramente su mentón y este jadeo ante el dolor.

—¡A-ah! ¡Dio! ¡Por favor, me duele!— Me excitaba como decía mi nombre ante esa circunstancia.. Era mi pareja.. Podía.. No, no quiero lastimarlo, pero..

Tire bruscamente a Noriaki al suelo, este me miró nervioso, trato de levantarse pero puse mi peso en el, sonreí.

—¿Sabes lo que me encanta de ti?~ Tu debilidad~..— Dije mientras lamía su cuello, pude escuchar un gemido salir de su boca, este me miraba triste.. Oh mi noriaki, pronto te haré gritar de placer..~

—Cambia esa cara nori, quiero verte feliz~— Dije mientras dejaba chupetones en su cuello, este lloraba y trataba de no decir mas gemidos, tch..

Pov. 3ra persona

Dio empezo a manosear la cintura del contrario, el menor solo comenzaba a llorar poniendo ambas manos en el pecho del mayor y tratando de alejarlo, siendo esto inútil, se notaba la diferencia de fuerza. Dio abrió bruscamente el uniforme del menor y admiro su estrecha cintura, sus rosados pezones, pero sobre todo el sonrojo de su rostro, combiana perfecto con su torso y demás. tomo las manos del contrario con una suya, para evitar que no huyera o intentará huir más bien.
Lamió uno de sus pezones y los mordió suavemente, el mayor sonreía ante el placer que lograba provocarle al menor. Bajo su mano libre hacia su entrepierna..

—¡Star Platium!— Dio y Noriaki escucharon un grito, después el menor vio al mayor ser tirado por Star Platium.

Noriaki sonrió ante eso, Jotaro se mostró y tomo entre brazos a Noriaki, no tenía planeado pelear teniendo a Noriaki en ese estado, así que decidió huir.

—J-jotaro..— Miro al contrario.

Jotaro le había puesto su uniforme pero sin abrochar los botones, su pecho estaba al descubierto, Jotaro pudo admirar y entendió el por que Dio quizo hacerlo ahí mismo pero.. El no podía.. Apenas lo conocía, además, eran.. Hombres..

—Jotaro..— Repitió Noriaki, sacando a Jotaro de su pensamiento húmedo.

—¿Por qué no te defendiste?— Miro fríamente al contrario, el menor solo se encogió de hombros.

—Estaba.. Bueno.. Y-yo.. Tenía miedo..— Dijo el menor.

—Tienes suerte que llegue, pudo..— Detuvo sus palabras, ya habían llegado a la residencia Kujo.

Noriaki se acomodó su uniforme, para no preocupar a la señorita Kujo o el señor Joseph, Jotaro admiro su cuerpo por unos segundos antes que ese estúpido uniforme le impidiera verlo más tiempo.

Ese día sin duda fue algo bizarro para los dos.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Ayuda las tareas llegaron ;-;
Pero no se preocupen! El horario no cambiará! <3

Por cierto, quisiera saber si les esta gustando la histoeia, no soy bueno en esto, me gustaría saber sus opiniones y saber si mi historia no le hace sangrar sus hermosos ojos uwu"

Bueno, arrivederci!~

No soy un premioWhere stories live. Discover now