Es sábado por la mañana, estoy atendiendo las
llamadas del trabajo que con gesto un poco menos grato viniendo de Carlota me pida que haga mis deberes lo mas pronto posible; sin embargo entra Marien con un rostro de lo mas extraño y serio.

-Joven amo ha llegado su hermano mayor, dice que quiere hablar con usted y que urge.- dijo seria.
- Dile que pase, porfavor.
- Sí, como usted diga.
-Gracias.

Sale y entra de inmediato él, veo un rostro decaído como si no hubiera comido en días o semanas, me daba la ligera impresión de que quizás se fue a beber hasta perder la consiencia de si mismo. Literalmente no tenia idea de por qué está ahí frente a mí, y de que desea aclarar algunas cosas.
Le pido que tome asiento pero él Accedió un poco de mal humor.

- Y bien, ¿Qué pasó?- pregunté mientras revisaba el papeleo que Carlota me había enviado.
Garraspeo la garganta, y habla con la mirada llena de dolor, coraje y demasiada irá en contra de mí.
- ¡Explícame¿Porqué compraste el banco?! Acaso vas castigarme, ¿Qué tengo tanto que me odias? No sé pero esto debe tener una explicación y yo...- se queda mudo por un momento, y vuelve hablar con lágrimas cayendo sobre su rostro; no entendía él por qué le odió tanto si jamás he tenido un motivo para hacerlo pero creó que ahora sí la tengo. Dejé que hablara. - Se que hice mal las cosas y que ahora todo esto va ser muy difícil para la familia, pero créeme que yo pagaré hasta el último centavo pero por favor, ¡Dejá de castigarme!- aprieta en puño sus manos, conteniendo su rabia en contra mía.
Dejé lo que hacía para darle mi entera atención, me siento como un padre regañando a su hijo que se gasto el dinero de la matrícula de la universidad para irse de fiesta con sus amigos hasta el amanecer, le veo y era como ver a José otra vez.

- Yo no te odió pero tampoco voy a dejar que ese dinero que tú gastaste a tus anchas no lo pagues y que mejor el darte una lección ¡Comprando para mí el banco! No tenía esa intención pero descubrí que el gerente me dijo que dejaste de dar el pago y creó que para presionar esa es la forma más correcta que tenía o quizás no pero no me dejaste salida, y de verdad, ¡Lo siento!- dije viéndolo desde un ángulo triste y vacío de su persona.
Él seguía sin dejar de verme, entendía bien que he dañado su confianza o que yo no le tengo confianza para hacerse cargo de la mierda que acaba de hacer; presiento que después de esto él no volverá hablarme.

Se levanta del asiento pasando sus manos por los retratos de la familia de mi padre, y se detuvo al ver el cuadro de él con mi madre, se sintió fuera de lugar como si su madre ya no estuviera en la casa. Sabía el por qué nuestra abuela la quitó y lo que llevo su familia a la separación.
- Mamá decía que la abuela nunca la quiso por qué no tenía clase o un título que la hiciera hermosa o rica, digamos que solo fue un capricho de papá el haberse casado con ella callando así la boca de la familia, ¡Suena de ridículo!- decía tras soltar una risita burlona.
Me uno a su comentario con una clara intención de hacerle ver qué la abuela seguía siendo cruel.
- Estaba anciana y decía muchas cosas sin sentido, ¡Cómo todos los ancianos! Así que no quiero hablar del tema ya.
Volteó a verme serio. - Vaya, Vaya, es que a ti todo se te hizo fácil ¡Porqué no sufriste la desdicha de ver a tu madre siendo odiada por tu propia familia, y sin poder reclamar el derecho de ver a tu padre! Eso fue lo que pasó con nosotros, no teníamos el honor de verlo hasta que por amabilidad de tu madre nos permitió verlo en sus últimos días de vida, pero esa mujer que tú amas y que le dices "abuela" no es más que una bruja maldita...- dijo palabras teñidas en rabia, y mucho odió en contra de nuestra abuela. En su arrebatado dolor tiró al suelo el retrato de papá en donde estaba con él, Evans y mi padre eran cercanos y en sus últimos días las paso con él para que Evans no tuviera rencor contra de nuestro padre pero creó que mi padre no hizo bien, se dejó manipular por la abuela hasta el grado de alejarlo de su primera esposa por miedo a lo que la gente diría a sus espaldas, y es que en Escosia todos sabía de nuestra familia.
- ... quiero saber algo Ethan, ¿Te has sentido con la oportunidad de hacernos sentir mal frente a la abuela? Por qué a ti te tiene en alta estima, pero a nosotros solo nos mira y nos ignora con desdén, se lo que hizo mamá pero no da el derecho el hacernos menos...
- Sabes bien que no soy de los odia a la ligera, y lo hiciera no estaría parado frente a ti. También tengo una madre y no quiero que ser como la abuela, yo te hablado por ustedes para que los dejé volver a esta casa pero lamentablemente ella insiste en qué no es un buen momento; yo no te odió pero si te pido que hagas lo posible por pagar y que sigamos con nuestras vidas, de esto no sabrá ella de eso puedes estar seguro.
- ¿Cómo sabré que no me mientes?- pregunta al verme como recogía los trozos del retrato que estaban en el suelo.
- Somos escoses ¿No? Te doy mi palabra de que no diré nada a nuestra abuela, y de que esto lo voy arreglar a mi manera, no a la de ella.
- Como..es que...¿Cómo lo haces?- desvía la mirada hacía otro de los retratos de la familia.
- De que cosa, ¡Dime!- rete a qué me dijera.
- A no tenerle miedo, es muy dura y demasiada fría con nosotros, pero contigo, es como si no tú no le tuvieras miedo, no se que pasa contigo.
Puse los trozos en la barra de madera, saque la fotografía y se la di en la mano,- por qué yo la respetó. No es miedo, ella sabe que siempre he sido directo para hablar por lo regular a veces me reprendió pero jamás se metió en mi decisión cuando le hice cargo de Luna y José; le habían dicho lo que papá cometió a espaldas de mi madre, pero supe el por qué lo hizo lo que puso en descontrol a la familia. La abuela no deja de decirme una y otra vez ,« ¡Por qué lo haces! ¿Que ganas el cuidarlos sin no son tus hermanos? A veces deseó que jamás los hallas conocido.» siempre me lo dice, y mi respuesta sigue siendo la misma, « Son mi hermanos, y mi padre me los dejó para que cuidará de ellos. Así que no se meta en la voluntad de mi padre, porfavor abuela» y de esa forma, ella no dice más.
Evans se quedó perflejo ante la forma en que he manejado la relación con la abuela, y de que hasta la fecha, sabe bien que no puede hacer nada ya que esas fueron las palabras de mi padre antes de morirse.

- Voy a pagar y creó que esto va ser lo último que sepas de mí, partir de ahora, ¡No nos vamos ver jamás!- sus palabras suenan como taladro en mi cabeza, como si una represa se hubiese roto por la culpa de un dique roto, uno que es casi imposible de poner otra vez.
Sabía desde un inicio que él no volvería a intercambiar palabras conmigo, por qué después de esto, entre él y yo, ¡No había más aberturas!
- Creó que no puedo apelar a tu desición, si ya la tomaste apenas hace unos diez segundos.
- Ya es hora de que aleje de está familia por un tiempo, no tengo la fuerza para discutir con la anciana, lo sabes bien. De todas formas pagaré lo que debo, pero será desde mi ciudad de esa forma no te veré a la cara ya.
- ¿Huyes de mí?- dije en broma. Sabía lo que decía, yo le recuerdo a nuestro padre.
Una clara forma de decir que mi padre dejó su cuerpo, pero su espíritu vive en mí, y eso es lo que le asusta a Evans, por qué no puede ser un rebelde o un grosero conmigo, no es miedo tampoco es por qué odia, ¡Es respetó! Mantuve su problema en silencio con la familia por qué sabía que yo no le metería hasta que él lo arreglará, pero al ver qué no podía, decidió pedir ayuda de la forma más patética.
- Dejaré este chequé en el banco, y me regreso a casa. Debo ver cómo está mi hija, presiento que mi esposa me va preguntar «¡Porque tardaste tanto!» en fin, está será nuestra última conversación. Adiós Ethan.- cogió su abrigo dejando atrás todo, dejando los recuerdos que apenas y puede ver, ¡Dejándome sólo!

Esa misma manaña, recibí una llamada a mi teléfono no sabía quién era por qué la lada no era de Nueva York o de Escosia, era de otro lado. Cogí la llamada y sabes quién era, y del otro lado del teléfono esa era la llamada que por semanas he estado esperando...

- Hola, ¿Quién habla?- dije serio.
- ¡Hola hermano, tiempo sin saber de mí! ¿Estás ocupado para atenderme? Te estado llamando a la casa de nuestra madre, y me dijo que estarías fuera del país, ¡¿En donde estás?! Te pierdes, eh.
Mi corazón se quedó quieto asimilando lo que estaba ocurriendome ahora, ¡Es José! De verdad es él, no puede ser que sea él, ¡Mi estúpido hermano menor! Quizás fuera obra del destino, o la ayuda de Dios o simplemente Evans vino hacer el milagro que yo esperaba desde hace semanas, ¡Hablar con mi hermano! Al final uno si tuvo una pequeña pizca de recompensa del dios.

Continuará...

ETHAN 🔥🍷Where stories live. Discover now