Dankworth [+18]

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Octubre en Derby, Inglaterra. Frío, mucho frío. Al menos para mí.

Venir de una ciudad caliente a una fría es un cambio verdaderamente notorio. No estaba acostumbrada a este tipo de clima. Nací y crecí en Miami, Florida. Playas, sol y arena. Perfecto.

Llegue a Derby tratando de escapar de mi vida, mis raíces, mi vergüenza, mi peor error. Crecer con una madre prostituta y un padre adicto hace que tu procedencia sea dudosa. Las personas esperan que seas el reflejo de aquello que viste desde pequeño y yo estaba dispuesta en demostrar que aquel refrán de tal palo, tal astilla, era falso. Hasta esa vergonzosa noche de la que me arrepiento. No debí de ir a esa fiesta, no debí querer encajar, no debí de exponerme al mundo corriendo cuando ni siquiera sabía gatear.

Pero lo hecho, hecho está y no puedo cambiarlo, solo me queda vivir y aprender de mis errores.

La profesora Misty una vez me dijo que mis notas me llevarían lejos y sería un escape en un futuro, y lo fueron. Gracias a ellas estoy hoy en día en Derby, estudiando en nada más y nada menos que en Dankworth. Universidad Privada de los riquillos, y muy buenos profesores.

Administración de empresas, era una buena carrera. Aunque al principio no sabía que elegir, decidí ir por lo que más me llamaba la atención. Tenía tiempo para pensar, si, pero eran más fuertes las ganas de graduarme e irme en paz de mi casa.

Amaba a mis padres, a pesar de su desinterés por mi crianza, financiaron todo en mi vida, haciéndose cargo de su "error". Mamá quedó embarazada con solo dieciséis años y papá para ese entonces tenía veinte. Mis padres no vivían en un bonito barrio. Recuerdo que una de las pocas noches en que papá hablaba mientras estaba drogado hasta las metras, me contó su historia.

Mamá estaba empezando en el negocio de la prostitución y el llevaba años como vendedor de drogas. Papá al verla quedó flechado con solo ver su hermoso cabello color dorado y sus profundos ojos color azul oscuro. El, según sus palabras, la compro virgen y nueva de paquete. Todas las noches iba a por ella, hasta que sucedió. Mamá quedó embarazada, gracias a un condón roto. No había manera de deshacerse de mi puesto que se enteraron cuando ya el embarazo estaba avanzado y no les quedó más remedio que aceptarlo. Papá saco a mamá del prostíbulo y la llevó a su departamento hasta que nací yo. Una hermosa y regordeta bebé pelirroja de piel pálida igual a mi padre con unos profundos ojos azules y rasgos finos igual a mi madre. La perfección de los dos según muchos amigos de parte y parte.

Claro, no todo es perfecto. Ellos no se soportaban, papá era un desinteresado de la vida y mamá una adolescente con ganas de comerse el mundo.

Fui criada de casa en casa, mano en mano, de favores por mis padres a sus amigos, desconocidos que aceptaban al ver que era una bebé muy tranquila y tímida que no lloraba por nada, creo que les hice la vida mucho más fácil. Así fue hasta los diez años que empecé a cuidarme sola. Mamá siguió su vida siendo prostituta, por que a pesar que habían otras opciones, ella quería el dinero fácil. Papá siguió vendiendo drogas y peor, empezar a consumirla, y ese fue mi entorno en mi niñez.

No recibí amor de mis padres pero sé que de algún modo me tenían cariño y me daban dinero para mis cosas y lo aprecio, se que algún día yo les pagaré todo lo que ellos hicieron por mi, que aunque fue monetariamente, sin eso, no estuviera aquí en donde estoy.

En mi habitación en Dankworth.

Llevo aquí un mes, uno de los mejores meses. Esta universidad era maravillosa, mejor que mi anterior universidad.

Aquí todos están metidos en sus propios asuntos. Aunque también están los que quieren ser mejor que los otros haciendo competencia de quién tiene el mejor auto, la mejor ropa, el mejor maquillaje, y lo más importante; quien tiene más dinero.

Agradezco mucho que este prohibido el bullying, si el subdirector se enteraba de un caso, era automáticamente un castigo o expulsion depende de la gravedad del asunto del cual no podrías librarte. Y a pesar de que había mucho dinero aquí, la universidad era verdaderamente estricta, o te esforzabas o no pasabas el semestre, y si lo perdías ni con todo el dinero del mundo ibas a poder pasar.

Si, amaba esta universidad.

Cuando llegue no fui el centro de atención, o tal vez no tanto. Si mi cabello no fuera de un rojo/naranja intenso tal vez si hubiera pasado desapercibida totalmente, pero era imposible. Mi cabello llamó la atención como usualmente solía hacer. Recibí muchas preguntas sobre cuál era el número y la marca del tinte que había utilizado y casi no me creyeron que era natural, tal vez no lo hicieron.

Quien aún sospechaba de que era falso a pesar de haber pasado un mes compartiendo habitación conmigo era Ava Green. Mi compañera.

Una chica llena de curvas, un cabello negro azabache como la noche y unos gigantes ojos azules claros, que al verlos solo pude pensar que eran lentes de contacto, pero no.

Ava y su hermano mellizo Aiden fueron y son los únicos amigos que he hecho en Dankworth. La verdad es un avance para mí, nunca he tenido amigos, siempre he tenido simples compañeros. En este corto mes, ellos han sido verdaderamente amables conmigo, pasamos los desayunos, almuerzo y cenas juntos, incluso las clases. Cursamos la misma carrera y vamos en el mismo semestre. Fue una suerte que Ava fuera mi compañera de habitación. Ellos me han explicado como funcionan las cosas aquí en Dankworth, ya que ellos si están desde su primer año aquí.

Me explicaron la historia de la Universidad, la cual ha sido llevada a cargo de generación en generación por la familia Dankworth. Quienes crearon la universidad hace 49 años, y que sólo ha sido un éxito entre los de la alta sociedad gracias a su estricto orden y su implacable mano dura contra los hijos mimados de la élite.

Los Dankworth no solo eran famosos por su universidad, no. También por su gran cadena de hoteles por el mundo que lleva también el apellido de la familia. En conclusión los Dankworth eran una familia muy importante y nombrada tanto en Reino Unido, cómo alrededor del mundo.

Es un gran privilegio para mí estar en este lugar y yo me gane mi puesto con mucha cafeína y noches sin dormir.

Todo iba bien, este último mes en mi vida iba bien.

Hasta el día que me crucé en su camino.

Tal vez si no me hubiera quedado despierta hasta tarde leyendo, me hubiera levantado cuando la alarma sonó esa mañana.

Tal vez si no hubiera sido perezosa y no dormir unos "cinco minutos más" no me hubiera despertado una hora después.

Pero el hubiera no existe, y si, desgraciadamente o afortunadamente me crucé en su camino.

Capitulo 0. El comienzo de esta historia. Gracias por empezar esto conmigo. Voten y comenten si les ha gustado, empezaré a actualizar 🥳