28.

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Una enfermera vino a la habitación a eso de las seis para asegurarse de que todo iba bien. Me dijo que los pacientes tenian una especie de sensor extraño en las cama que avisaba a los doctores si algo iba mal.

Empecé a relajarme y dormí más o menos media hora pero me despertaron unos ruidos. Era el típico ruido que hace un niño pequeño dormido cuando tiene fiebre.

Abrí los ojos de par en par; la idea de que a Luke le pudiera estar pasando algo me horrorizó.

Estaba acostado, con el mismo número de goteros, las mismas máquinas alrededor y las mismas heridas por todo el cuerpo. Me acerqué a la cama para comprobar si era él el que hacía los ruidos; puede que la falta de sueño me estuviera trastornando y me lo estuviera imaginando; o puede que fuera el ruido de alguna de las máquinas.

Era él. Parecía estar incómodo, no lo culpo, las camillas del hospital no deben ser los aposentos de un rey.

Tenía ambas manos recostadas sobre el estómago

"Shh. Cariño estoy aquí" cogí una de ellas y le acaracié

Parecía querer hablar pero no se le había pasado el efecto de la anestesia y los sedantes que le administraron para que pusiera descansar.

"No pasa nada. Estoy aquí, no voy a dejarte" cogí su mano y tracé patrones sin sentido en ella

Empezó a tranquilizarse y, junto a él, yo.

Broken Lines || l.hWhere stories live. Discover now