Cuando se Ponga el Sol (YoonMin)

Capítulo 18

Era curioso como cambiaban las cosas si se veían desde otra perspectiva, si, es verdad, su vida perdió el rumbo en algún punto, pero era porque su negatividad y el orgullo le impedían ver más allí de la punta de su nariz, sus intenciones nunca fueron dañar a las personas que lo rodeaban, pero, aun así, lo había hecho, lo extraño era que a pesar de haberles fallado y de haber tratado de alejarlos, ellos seguían allí, de pie junto a él, brindando apoyo, consuelo y amor, sin juzgarlo, sin pedir nada a cambio.

Entonces ¿Cuál era el secreto?, la respuesta era sencilla, se debía al amor, Yoongi lo había visto y comprobado a su manera, para él, era algo extraño, en su vida el amor había sido escaso, por lo cual el sentirlo de parte de otros siempre resultaba abrumador, nunca tuvo quien se quede a su lado en momentos difíciles, cuando sus recuerdos iban hacia atrás, siempre eran Hoseok, Jungkook y el, ahora contaba con Jimin, incluso con el hermano de este, para Yoongi era difícil describir los sentimientos que albergaba su corazón, pero debía admitir lo agradable que era estar rodeado de personas que lo animaban a seguir, que le daban apoyo incondicional.

Tener el cuerpo adolorido, se había vuelto parte del día a día de Yoongi, es verdad se sentía fatal, pero no importaba, porque al final de esto, a pesar del dolor, de lo mucho que su cuerpo había cambiado, de la pérdida parcial de su cabello, él tenía las de ganar contra su enfermedad, así que con ese pensamiento, iniciaba sus mañanas, claro que llegar a este punto no había sido fácil, pensar de esta manera le había costado demasiado.

Tener una charla decente con Jungkook había sido demasiado complicado, empezando con que el menor estaba resentido, se sentía traicionado, al principio Yoongi no comprendió este hecho, no entendía por qué Jungkook se sentiría de esta manera, no fue hasta una mañana cuando después de varios días fuera de casa Jungkook decidió regresar, por supuesto no lo hizo solo, un Hoseok muy sonriente y una muy llorona Wendy lo habían acompañado, la plática que había tratado de postergar iba a tener lugar y no tenía manera de negarse, esta vez no había un Jimin con quien huir.

—No había llamado a la policía, únicamente porque sabía dónde estabas mocoso—. Fueron las primeras palabras de Yoongi, hacia Jungkook que lo miraba con el ceño fruncido, dejando en claro que aún se encontraba sentido—. Pero una semana fue demasiado, no lo vuelvas a hacer, la próxima ves...

—Eres un maldito desgraciado Min Yoongi, ¿Cómo te atreves a hacerme esto? —. Interrumpió Wendy, quien se había mantenido callada, ahora se encontraba frente a Yoongi, señalándolo con su dedo índice de una manera acusatoria—. Estoy embarazada, dime, ¿Qué voy a hacer si algo te pasa?, ¿Qué haría con Hobi?, ¿Sabes cómo se sentiría el, tienes la menor idea?, ¿Y yo que?

—Wen, cálmate, debemos escucharlo—. Hoseok lo miraba con una sonrisa de disculpas, una sonrisa que le dejaba en claro que las cosas entre ellos estaban bien, esa sonrisa que durante años lo había impulsado después de una caída, la que le hacía recordar los motivos por los que Hoseok era su mejor amigo, su hermano del alma—. ¿Cómo estas Yoon?, ¿Necesitas algo?

—Yo, yo realmente lo siento, sé que les debo unas disculpas a todos ustedes—. Admitió, no sintiéndose capaz de mirarlos a los ojos—. Lo siento realmente.

Bastaron con esas sencillas palabras para que Jungkook se lanzara encima de él, llorando como hace mucho no lo hacía, Yoongi lo sostuvo entre sus brazos, de la misma manera en la que por años lo había hecho, pero esta vez no pudo evitar derramar lágrimas, era consciente de lo que significaba su enfermedad para Jungkook, del temor que el menor sentía a quedarse solo.

—Solo te pido no dejarme de lado—. Rogo Jungkook, mientras seguía aferrado a los brazos del mayor—. Solo te tengo a ti Yoon, eres mi única familia, eres el único papá que conozco y nunca he necesitado más, no quiero perderte.