4

519 61 20
                                    

El frío blanco de la montaña me hace ser torpe incluso en mis pasos. Las heridas de ayer comenzaron a sanar, pero de todos modos duelen. El clima no ayuda a mi condición, pero fui mandada aquí como una prueba antes de iniciar el verdadero entrenamiento.

Shinobu dijo ayer que Tomioka patrullaba una montaña, y me pregunto si hablaba de esta. 

Al parecer, es la misma prueba que le dieron al anterior dueño de este cuerpo, y si sigo aquí, caminando hacia la prueba, significa que lo logró. Si él pudo, nada me impide a mí hacerlo. 

Tropiezo con una cuerda muy fina que estaba atada del extremo de un árbol a otro, y cuando volteo hacia arriba, apenas alcanzo a ver un pedazo de tronco que de no ser por mis reflejos, hubiera acabado con mi cabeza. 

Supongo que eso me indica que la prueba ya empezó. Pudieron haber sido más específicos, como haber puesto un cartel que dijera que la prueba empezaba a partir de éste árbol.

 ¿Habrán más trampas? si puedo evitarlas, tal vez salga de aquí en una pieza. Voy caminando despacio, siendo lo más observadora que puedo, y después de unos pasos, empiezo a percibir un olor no muy fuerte a metal proviniendo desde el suelo.

Lanzo una rama que estaba al lado de mi pie al suelo, y, en efecto, había una trampa cubierta de nieve, donde si pisaba, caería a unos afilados picos de metal.

Había olvidado lo bueno que era aquel chico con el olfato, pero ahora que lo recuerdo, lo usaré como una ventaja.

Continúo caminando despacio, pero una roca gigante, que pareciera haber salido de la nada, me persigue. 

Corro hacia los lados intentando esquivarla, pero se mueve hacia mí como si estuviera atada a ella, y al tener que correr, es más difícil esquivar las demás trampas, echas la mayoría de troncos y metal. 

Varias flechas lanzadas de no tengo idea dónde, rozan mi cara, brazos y piernas, rasgando partes del uniforme y de las vendas que Shinobu puso sobre mí. 

Hachas colgantes, rocas, flechas, picos de metal, el poco oxígeno que hay aquí arriba, todo esto, ¿En verdad salió vivo de aquí? 

Continúo corriendo unos metros más, y unas rocas pequeñas caen con fuerza sobre mí haciendo que caiga, y que me de cuenta que la roca ya no está.

Caigo sobre mis rodillas, tocando suavemente las nuevas heridas en mi rostro. Me duele todo, estoy agotada, hace frío y estoy sangrando.

Un rayo de sol ilumina la mitad de mi rostro, pero su luz no emite calor. 

Escucho pasos, y me paro inmediatamente poniéndome alerta a quien sea que se esté acercando. Aún no sé qué tan peligroso puede ser este nuevo mundo en el que estoy.

Resbalo, y la cálida mano de aquel que me mandó aquí, me atrapa, para luego cargarme y llevarme a lo que parece ser una cabaña.

Estoy muy cansada para articular palabra, así que sólo lo dejo llevarme. Es la persona en la que más confío, aunque solo conozca su nombre. 

No es de muchas palabras, y tampoco tiene muchas expresiones, pero aún así es directo y claro.

Me recuesta en el suelo poniendo mi cabeza en su regazo, sentándose en frente de la chimenea, subiendo poco a poco la temperatura de mi cuerpo. En el caso de que Tomioka no hubiera estado al final para sostenerme antes de caer, me hubiera quedado dormida en el suelo, y seguro hubiera muerto congelada.

—Pasaste la prueba.— Acaricia mi cabeza suavemente. — Bien hecho. 

Me sonrojo un poco, y cierro mis ojos. 

—¿Por qué decidiste entrenarme, Tomioka-san?

Hubo un pequeño silencio.

la nieve cae fuera, pero el fuego que baila enfrente de mí, y la extraña calidez por su parte, hacen que el frío desaparezca.

—Descansa ya, tienes un entrenamiento que empezar mañana y te necesito en condición.

Debido a que estoy extremadamente cansada, no me opongo ante su cambio de tema, pues incluso hablar me es difícil.

—Gracias.

Digo, para después caer profundamente dormida. 



Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 06, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Redención. | Tomioka x Lectora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora