Cuatro

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Soyeon soltó un bufido en cuanto se detuvo frente al instituto, miró hacía todos lados con una mueca desagradable en sus labios. Su mirada se detuvo en el grupo de chicos que se encontraban en la entrada, ellos la veían con una sonrisa pero rápidamente se dieron la vuelta. La chica colocó los ojos en blanco y siguió su camino, ignorándolos por completo. Eso le ayudaría a mucho.

O eso creía. Taehyung camino con timidez e interrumpió su paso. Soyeon lo miró de pies a cabeza alzando ambas cejas.

—¿Que necesitas?—Le preguntó de forma cansada. Kim empezó a jugar con sus manos, mordía un poco la pared de su mejilla y empezó a sentir los nervios invadirle. Ella es muy preciosa ante los ojos de Taehyung, sus amigos se impresionaban por su comportamiento, ninguna otra chica le había llamado la atención de esa manera. Pero, ¿por que se fijaba en alguien que no era para nada buena persona? Kim era un chico que a pesar de tener un buen físico y parecer que es todo un hombre que juega con los sentimientos de las mujeres, es todo lo contrario.

—Eh...nada, es solo que, bueno...quería decirte feliz cumpleaños—Comentó nervioso. Soyeon lo miró con el ceño fruncido hasta que el chico torpe se percató de su gran error. Soltó una pequeña risa nerviosa y tragó saliva— Oh, lo siento. Quise decir...buenos días.

—Ya, entiendo. Gracias, mi cumpleaños es el treinta de diciembre.

Taehyung abrió sus ojos como platos y sonrió en grande, como si frente a él se encontrara comida. La chica lo miró mal y retrocedió un paso pensando en que le sucedía a ese chico.

—¡Yo también! ¡Estoy tan emocionado que compartamos cumpleaños!—Su voz fue tan fuerte que la comunidad estudiantil que pasaba cerca de ellos, voltearon a verlos. Los amigos de Taehyung soltaron pequeñas carcajadas mientras que otros solo se golpearon la frente. Soyeon negó con la cabeza y lo esquivo para dejarlo solito, la sonrisa de Taehyung se fue desvaneciendo de poco a poco. ¿Acaso no le caía bien? Eso era lo que pensaba el pequeño pero a la vez gigante Kim Taehyung.

La chica caminó hasta su salón de clases con desgane, tenía mucha flojera de asistir y demás. Pero de nuevo, la mejor amiga de Taehyung se hizo presente.

—¿Cuál es tu afán de hacerlo sentir mal?—Se cruzó de brazos, Soyeon soltó un quejido por sus reproches. ¿Porque nadie entendía que no quería convivir con él? ¿Ella tenía la culpa?

—Mira niña, no me interesa. Solo estoy aquí por obligación, ni siquiera deseo que ese...bueno, como se llame, se me acerqué.

Soyeon volteó a mirar a Taehyung, quien ya no se encontraba alegre como todos los días o hace un rato, ¿de verdad le había lastimado que lo haya ignorado? ¿Que no compartió la misma felicidad por cumplir años el mismo día? Pues parece que si, porque el chico tomado asiento en una pequeña banca con un puchero.

—¿Lo ves? Él no es cualquier chico Soyeon, podría parecerte que es un chico muy maduro o como te lo quieras tomar pero no es así, es muy inocente. Espero lo entiendas, se que te molesta que esté detrás de ti como tonta y demás pero...realmente me preocupo por mi mejor amigo, no quisiera que Taehyung tomara la cosas diferentes y resultara lastimado.

—Bien, pídele disculpas de mi parte. Es todo lo que diré, si no quieres que tú mejor amigo termine de esa forma, mantenlo alejado de mí—Le echó un vistazo y volvió su mirada hacía el frente para terminar su destino. Que era el salón de clases.

Camino hacía su mesa banco que se encontraba en el fondo del salón, algunos alumnos ya estaban haciendo presencia. Se desplomó en el asiento pero algo le hizo sacar una grosería en lo alto cuando un objeto había chocado con su trasero. Le había lastimado demasiado. Soyeon se levantó de su lugar y verificó de que se trataba, su ceño se frunció en cuanto vio un chocolate junto a una flor en color rosa pastel, era preciosa. No mentía. Pero la pregunta era...¿quien se la había dejado? La chica odiaba las cursilerías pero no mentía sobre qué era un buen detalle que con gusto aceptaría.

Taehyung entró al salón acompañado de sus mejores amigos, vio a la chica observando el detalle y solo pudo sonreír un poco. Él se había tomado el tiempo de ir el día anterior por la tarde a una florería.

—Espero...te haya...gustado—Sonrió tímido, detrás de ella con su mirada en el suelo. Soyeon se dio la vuelta para encararlo pero no lo podía ver a los ojos, la chica soltó un suspiro y habló:

—Muchas gracias, Taehyung. Es muy bonito—Le dedicó una sonrisa sin mostrar sus dientes, el chico asintió un poco más animado y observó como ella se deshacía de la envoltura de la barra de chocolate.

Jimin y Jungkook veían la escena con una sonrisa en grande, amaban el buen corazón que tenía Taehyung para hacer ese tipo de detalles. Algo que nunca había hecho pero les parecía muy tierno porque al parece estaba interesada en Soyeon cuando no debía.

—¿Te gustaría...ir—Carraspeó su garganta y empezó a mover sus pies, muy nervioso por la situación— A comer algo?

—Eh, lo siento tanto pero tengo novio, chico.

La sonrisa del pequeño Taehyung se desvaneció en segundos, quería soltar pequeñas lágrimas pero se dijo a si mismo que no lo hiciera. Soyeon ya tenía un novio, y muy guapo, por cierto. Jung Hoseok, chico mucho más mayor que la chica pero ni siquiera le importaba. La trataba justo como le encantaba y se llevaban de lo mejor, ella suponía que ocho años de diferencia no había nada de malo. Soyeon miró a Taehyung quien so se dio la vuelta con torpeza y se sentó en el mesa banco con sus brazos en la paleta del mesa banco y su cabeza hundida entre ellos. Le había roto su corazón sin querer pero era la verdad, Soyeon contaba un novio que la amaba y reparaba tanto. Era su tipo ideal, en verdad.

¿Que haría ahora Taehyung cuando su amor a primera vista tenía novio? Él ya se estaba ilusionando pensando que si lo quería solo por decirle "Hola". Así de inocente es el pequeño Kim.

DUVET | KTHWhere stories live. Discover now