Capítulo 19.

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Aconsejo poner la canción cuando Jace empiece.

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Las navidades eran solo una fecha, y solamente se mantenían siendo eso. Pero entre las sombras de una vida llena de complejidades, estaba esa luz que brillaba encima del árbol, saboreando el cielo como el rey de las sombras, perdiéndose entre las tinieblas de un mar negro que terminaba por completar un destino.

Al final, las navidades eran una fecha, y ellos eran quienes le darían significado a un número más en la existencia. La existencia pesada y dolorosa que, por alguna razón, manejaron para cargar entre dos; porque, aunque cada día saliese algo nuevo entre el pasado de ellos, estaban seguros de conocer la parte más sombría del contrario, y eso bastaba.

"Basta" Lo apartó entre risas de sus labios, después de darle una leve mordida en el inferior. Cooper sonrió, dándole un beso en la mejilla. "Debemos entregarnos los regalos" Habían pasado toda la noche entre besos, risas, y hablar de cualquier cosa. Cooper le contó sobre su estadía en el extranjero, y Jace habló sobre la vez que ayudó a una gallina a tener pollitos. Muy diferentes, pero encajando tan jodidamente bien.

"Está bien" Le dio un suave beso, antes de inclinarse a la mesa de centro, tomando de allí una caja alargada, ancha y plana. Se la dio, y Jace no demoró en abrirla, encontrándose con un libro.

"El principito" Leyó en la gruesa tapa café de cuero, donde un dibujo bastante lindo y colorido estaba plasmado. Un niño de cabello rubio encima de un planeta, con una rosa al lado. Escuchó mucho tiempo de ese libro, jamás lo leyó, no era muy lector que digamos.

"Me recuerdas al principito" Jace lo miró, con una ceja alzada. "No solo porque eres rubio" Aclaró Cooper. "Es porque... No entiendes el mundo de los adultos, aunque lo intentas. Y eso es encantador, que no pierdas esa fascinación por lo nuevo" ¿Por qué siempre le decía cosas tan lindas?

Se lanzó a abrazarlo, dándole un beso en la mejilla, y bajando a su cuello, donde había dejado dos lindas marcas cuando se estaban besando. Lo volvió a mirar, tomándolo de las mejillas y juntando unos segundos sus labios con los contrarios, simplemente en un beso superficial.

"Me haces sentir como un pervertido porque planeaba bailarte" Sonrió, algo rojo.

"Oh, no te detengas por eso" En realidad, hacía mucho no veía bailar a Jace, y una de sus muchas fascinaciones, era la capacidad del muchacho de moverse y transmitir suficiente sin palabras. Tal vez en el tubo era algo más sexual, pero lo vio algunas veces en vídeos de redes sociales. Era, simplemente, magnifico.

Jace se levantó, diciendo que ya volvía y corriendo por el pasillo.

Cuando regresó trajo consigo un parlante pequeño, además de su celular. Iba vestido con una licra para el movimiento, una camisa sin mangas que dejaba ver su cuerpo delgado y ejercitado, además de las zapatillas negras de ballet.

No dijo nada, conectó el celular. Cooper se acomodó, apreciándolo mientras encendía la música.

Entonces empezó a sonar.

Nadie te conoce mejor que yo

Mejor que el encaje que llevas

Cada detalle chantilly

Cada rizo dentro de tu cabello y estoy

Caer en, caer en la luz

Lo vio moverse, lento, al ritmo de la música, completamente concentrado. Sus extremidades parecían flotar con cada movimiento, poco a poco, moviendo más las piernas. Levantó una por completo en el estribillo, en una gimnasia impresionante. Cooper tomó del vino, sintiéndose afortunado de ver tal talento.

Adicto. |Henray|Where stories live. Discover now