VIERNES EN LA NOCHE

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Vagamente se auto recomendó no cruzar más la línea, su conciencia le decía que aquello no podía terminar bien y que sería mejor para ambos detener sus intenciones, pero nada lo convenció para alejarse de Damian después de los hechos vividos en el planetario de Metrópolis.

Ahora que todos festejaban sus buenas notas y el comienzo de las vacaciones en un pequeño bar dejo de pensar en el futuro y más en lo que podía tomar. Sujetando la cintura de Damian lo atrajo contra su pecho en un firme abrazo, apenas ordenaron una cerveza y bocadillos para empezar, Jon regresó su atención sobre su supuesto novio. Lo beso como lo habían hecho bajo esa bóveda falsa compuesta de luces y proyectores; nuevamente sintió los labios suaves y húmedos frotarse contra su boca causándole escalofríos en la espalda. Gracias al entrenamiento de Robin, Jon no se tuvo que preocupar porque sus besos fueran cortos e interrumpidos, podía besar la boca de Damian casi por diez minutos sin complicaciones. Las manos de Damian solían jugar en el pecho o el cabello de Jon causándole gorgoteos en el estómago por la emoción y la fascinación de estar en semejante realidad.

─ Oye Jon─ un amigo pecoso lo llamó, al parecer tenía más de un intento buscando atención pues su tono era áspero y ligeramente desesperado─ en serio amigo, podrías dejar a Damian un momento, nadie te lo va a robar. Todos ya vamos por nuestra tercera cerveza y ustedes apenas y han tocado la primera.

─ Déjalo en paz James─ la otra chica que no era Sasha defendió─ no se veían en mucho tiempo, Damian vive en Gótica.

Jonathan escuchó la conversación pero no respondió, siguió tocando a Damian con brazos y boca. Sabía que cada segundo se tenía que aprovechar en su máximo auge, el reloj avanzaba y la misión pronto daría inicio cortando lo que fuera que tuviera con su amor secreto ahora mismo. Sintiéndose un poco apenado con su propia necesidad siguió sediento los labios de Damian cuando este se alejo un poco para murmurarle nuevas fases de la misión.

─ Tengo que responder─ Damian tomó su celular y se alejó definitivamente de su amigo─ es mi padre.

Jon miró la dirección que el cuerpo de Damian usaba para alejarse de él y del ruido; repentinamente supo que le sería tremendamente difícil volver a mirar la cara de Damian sin querer besarle los labios también, suspiro sintiéndose triste y melancólico.

─ Tranquilo Jonny─ todos sus amigos lo voltearon a ver─ solo se fue unos momentos.

─ En verdad te gusta ese chico, cierto. No le has quitado las manos de encima desde que se vieron.

─ Creo que terminaré con él─ Jon se aseguro de decir lo que Damian le ordenó antes de salir, sujetó el vaso y bebió aun con la mirada fija en la salida─ tal vez esta sea nuestra última cita.

─ No puedo creerlo Jon, pero si todo se ve que está de maravilla con ustedes. El parece estar bien con tu libido sexual.

─ Es de Gótica ¿recuerdan? ─ Jon estaba tan inmerso en su propia tristeza que dejó pasar los comentarios de sus amigos, no podía decirles que era una mentira su relación así que tampoco podía dejarse convencer por las palabras y los consejos alentadores ─ casi no podemos vernos, así que supongo que ambos estaremos de acuerdo con terminar.

─ Una última gran cita─ las chicas del grupo parecían igual de melancólicas que Jon─ es lo más triste y romántico que he escuchado, un par de amantes tan lindos como ustedes no deberían acabar así.

─ Iré a buscarlo─ Jon tomó el resto de su bebida e hizo lo mismo con la de Damian─ ¿podrían pedirnos otra ronda por favor?

Cuando encontró a Damian no le sorprendió ni un poco que este estuviera escondido en la penumbra (o al menos la mejor oscuridad) que Metrópolis con sus brillantes farolas podía ofrecer. El clima tétrico pareció seguir al pequeño murciélago, pues una brumosa nube empezaba a amenazar con soltar su torrencial carga pronto.

─ Llegarán mañana─ Superboy comentó con formalismo─ escuché los pronósticos de tiempo, el barco no podrá salir del puerto de donde traen la mercancía.

─ Las cámaras que instalaste ya han arrojado muchos nombres de utilidad. Aún debemos investigarlos con detenimiento pero es bastante probable que se trate de animales exóticos.

Jon metió las manos en sus bolsillos, Damian en su tablet holográfica trabaja concentrado con las grabaciones y los archivos que enviaba o recibía; Kent alzó su vista al cielo.

─ En ese caso no tendremos acción hoy─ el callejón era lo suficientemente sucio para traerle recuerdos de misiones pasadas─ ¿quieres patrullar un poco? creo que lloverá pero hace mucho que no tenemos una patrulla decente, con la universidad y todo eso, ya sabes, casi no hemos salido.

─ Suena bien pero no, hay mucha información que recopilar. Iremos al hotel para armar todas las conexiones que tengan aquí en Metrópolis─ sin previo aviso apagó su pantalla─ ¿Ya se los has dicho?

─ ¿Que termine con Damian Wayne? No realmente, no me dejaron hablar─ mintió sin un poco de culpa, mientras habían estado ahí parados hablando escuchó los planes de sus amigos para hacer su "última cita" la mejor de todas las últimas citas─ creo que quieren regalarnos boletos para el acuario. Honestamente no se como librarnos de esta, las chicas son persistentes.

─ Que te los den, iremos.

─ Si tú quieres, está bien─ se alzó de hombros mientras la burbujeante adrenalina se le subía a la garganta, Jon sabía que si movía correctamente sus cartas a partir de ahora podría conseguir un día más de besos y arrumacos con Damian─ ¿quieres quedarte un poco más o el deber del héroe nos exige retirarnos al cuartel general?

─ Esto no es una película de policías y detectives Kent─ comentó caminando de regreso al bar con el resto─ es mejor esperar a tener toda la información, cuando los sensores indiquen que han abandonado la florería nos iremos a armar las evidencias y pruebas.

─ Genial, Kristhen estaba contando una historia realmente divertida cuando saliste, tal vez quiera volver a repetirla.

Las voces elevadas por todas partes para hacerse escuchar y los aromas del alcohol o cigarrillos no podían contrarrestar lo romántico que su velada estaba siguiendo. Entre una de sus manos se encontraban los dedos de Damian sujetándolo firmemente, al otro lado del petirrojo el ramo de hermosas orquídeas descansaba como ofrenda de amor y ternura. Damian había hablado muy poco pero así era mejor, que nadie se enterara de lo increíble e ingenioso que era, que solo Jon supiera cómo era el Damian de verdad, y no por celos o egoísmo, sino por su esfuerzo y entrega por conocerlo. Cada discusión, cada mal trago, cada pelea eran pruebas de lo mucho que Superboy estaba comprometido por conocer al menor de los Wayne. No tenía miedo de necesitarlo y eso era tan valiente como arriesgado, así lo prefería Jon.

Estar tomado de la mano con Damian le recordaba todo lo que le platicaba a las sábanas y las estrellas, lo mucho que quería ahuyentar a la oscuridad y los monstruos, pararse firme entre lo malo y ese chico de ojos coquetos, y no solo decirle que lo amaba sino mostrarle lo que es. 

No podía cambiar su pasado pero estaría a su lado para mejorar su futuro; Jon no necesitaba recibir nada a cambio, Damian no tenía que amarlo si no lo quería y eso estaba bien para él, sencillamente cuidarlo porque quería... solo porque lo amaba.

WeekendTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang