001. Conozco cada uno de sus lunares.

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     Bakugōu Katsuki no era la persona más bondadosa del mundo, pero su rostro angelical podía engatusar a más de un inocente, incluyendo a los hombres y mujeres que babeaban por él mientras repartía insultos en cada rincón del colegio. No pararía hasta encontrar al estudiante de quirk extremadamente peligroso que lo humilló en televisión nacional hace tres días, el cual correspondía al nombre de Aso Leiko y asistía diariamente al salón de estudios generales. Se maldice a sí mismo por ensimismarse tanto en sus pensamientos cuando almorzaba en la cafetería junto a Kirishima, Kaminari, Hanta y Mina. De haber prestado atención como correspondía, hubiera notado esa mirada y labios familiares regalando sonrisas desde el primer momento.

¿Cómo pudo ignorar la presencia de ese bastardo? El tipo era físicamente idéntico a Deku, como gemelos separados al nacer. Únicamente los identificaba el color de cabello y la personalidad revientacojones. Porque sí, nadie pensaría que existiera un chico más irritante y egocéntrico que Kacchan hasta que Leiko entró al juego, demostrándoles que no deben dar las cosas por sentado y siempre existirá alguien capaz de superarlos. Incluso los profesores a cargo del curso para héroes se encontraban verificando el historial médico del rizado con la misión de explicar su parecido con Midoriya Izuku, el cual se encontraba desaparecido desde hace seis meses. Para su buena suerte, los integrantes del cuerpo policiaco en Ciudad Musutafu hallaron algunas inconsistencias y huecos en su aparente origen, como los meses que estuvo internado en un hospital a las afueras de Hosu o la ausencia de sus padres biológicos. Según el ensayo de tres mil palabras que Leiko envió para ser aceptado en yuuei, creció en un templo budista bajo la tutela del Monje Hikaru, quien lo alentó para inscribirse en la escuela más famosa del país, aunque no tuviera el sueño de ser héroe.

—¿Dónde está el bastardo inútil de ojos verdes y cabello mierda? —fue lo primero que preguntó Katsuki al ingresar al grupo B de estudios generales, ganándose una mirada confundida por parte de los alumnos. Era extraño que un grupo de aspirantes a héroe paseara por los pasillos del cuatro piso, donde únicamente se encontraba el departamento de educación común; y la rareza incrementaba cuando dichos adolescentes buscaban a alguien en específico para interrogarlo.

—No pueden venir a nuestro piso y hablarnos de esa manera, imbéciles —esa no es la respuesta que Bakugōu quería escuchar.

—Solo me interesa saber dónde está el idiota ese. No planeo ser amigo suyo.

—Espera, ¿no eres el tipo que perdió contra Leiko en los Eventos Deportivos del viernes? Debes tener mucho egocentrismo para pararte aquí tras la paliza que te dieron —un joven de cabello morado y despeinado se carcajea de Katsuki sin piedad, provocando su molestia e intento de homicidio en primer grado. Es una suerte que Kirishima y Todoroki estuvieran junto a él para tomarlo de los brazos y evitar que se lanzara contra alguien.

—No estamos aquí en busca de problemas y pedimos disculpas en nombre de Bakugōu. Él no sabe comportarse en público —habla el heredero del imperio Todoroki por primera vez, haciéndole frente al que parecía ser el presidente del curso. Quizás él conoce la ubicación en tiempo real de Leiko. — En la última fase de los Eventos Deportivos, mi amigo peleó contra ese chico... y creemos que se trata de nuestro compañero desaparecido hace seis meses. Queremos hablar con él para quitarnos esta duda.

—Dudo que se trate de Midoriya Izuku —nuevamente, el chico de cabello morado es quien contesta sin pensársela mucho.

—¿Cómo sabes a quién buscamos?

—Por favor, viejo. La cara del chico estuvo en los noticieros cada mañana, tarde y noche durante cinco meses —uno de los estudiantes que estaba junto al presidente de la clase se dedicó a responder, recargándose sobre el escritorio del profesor—. No existe persona en Ciudad Musutafu que no sepa sobre su desaparición.

𝐁𝐔𝐑𝐍 𝐈𝐓 𝐓𝐎 𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐎𝐔𝐍𝐃 ──── DEKUKATSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora