Fuimos bendecidos por el hilo rojo, ambos prometimos encontrarnos en la siguiente vida pero ahora que te he encontrado ¿Por qué no me reconoces? Intento hacerte recordar pero no sirve entonces ahora yo deseo saber ¿Quién soy yo? Lo que quiero es esc...
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No podía aceptarlo... No podía.
Decidido lo seguí necesitaba hablar con él no quería que Naruto se alejara eso sería demasiado doloroso para soportar. Mis piernas y respiración me exigían que parará pero no cedería tan fácil ya me faltaba poco, tenía que encontrarlo y lo hice pero lo que escuché no fue para nada agradable fue más como una apuñalada directa al corazón.
Lo oyó decir .—Me gustas, Sasuke.— Y en ese momento sintió como su corazón se rompía, como sus lágrimas salían de sus ojos dejando un camino por sus mejillas hasta caer al piso pero lo más doloroso fue sentir como su alma sufría y gritaba por haber perdido a su otra mitad. Sin querer seguir escuchando salió de ahí lo más rápido posible no podría soportar otro segundo más en ese lugar.
Caminó sin una dirección específica solo siguió hasta que su cuerpo le exigió que se detuviera, levantó la mirada observando su alrededor era un parque lleno de arena al parecer era para que los niños jugarán a hacer castillos y esas cosas, en ese momento el parque estaba totalmente vacío pero era entendible ya eran tardé. Se adentro un poco y se recostó en un arenero que se veía bastante cómodo.
No sabía que hacer había perdido sin siquiera intentarlo.— Vaya mierda.— murmuró.
La noche era bastante oscura el cielo no tenía estrellas y la luna no iluminaba como siempre lo hacía, el viento era frío pero ya nada le importaba en ese momento. Observo como su sombra se expandía gracias a la poca iluminación del lugar.
—Ahora soy solo una miserable sombra que perdió a su sol.— dijo con sarcasmo y dolor. Sentía como sus ojos ardían por haber estado llorando hace solo unos minutos atrás.
¿Qué debía hacer? ¿Tal vez rendirse?
—Vaya un bebito llorón.— dijo una voz femenina.
Se reincorporo rápidamente al escuchar esa voz.
—¿Quién te dijo que podías usar apodos conmigo?.— aún no sabía de quien se trataba pues no quería voltear a ver a la persona aunque esa voz se le hacía conocida.
—Recuerda, recuerda.— dijo en su mente.
—Así que el bebito llorón me olvidó tan rápido, te recuerdo que solo han pasado unos ¿Años? ¿Siglos? Bah eso que importa.
Espera... ¿Qué?
—¡VOLTEA SHIKAMARU!
Acatando la orden volteo para encontrarse con una chica peli rubia su cabello estaba recogido en cuatro coletas, vestía una falda negra con una blusa blanca al igual que su abrigo.
¡Bum!
—TEMARI.— ya se podía imaginar cómo se encontraba su rostro en ese momento.— T-tú..
La rubia hizo una expresión de alivio.— Menos mal que si eres tú.
—¿A qué te refieres?
—Que seas una reencarnación a eso me refiero.— sus ojos mostraban diversión.— Imagínate si no lo fueras es obvio que pensarías que soy una loca y acosadora.
Escucharla nuevamente fue un alivio para mi, es como si me devolvieran una parte de mi felicidad.
—Jajaja bueno loca ya eres.— dije mientras reía por la cara que puso.
—Te golpearía pero ya te vez muy demacrado.
Golpe bajo para él.
—Vamos.— dijo temari mientras daba media vuelta y comenzaba a caminar.
—¿A dónde?
—A dónde más claro que a mi casa la noche ya enfrió y no me quiero enfermar.
En sus palabras pude distinguir su preocupación hacía mi. Sin decir otra cosa me levanté y camine detrás de ella.Llegamos en muy poco tiempo ya que su casa estaba bastante cerca de ese parque.
—Entra.— dijo mientras abría la puerta de su hogar. Cuando entre observé la decoración era algo bastante simple pero bonito.
—Gracias.
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Un pequeño capítulo a falta de inspiración, me hubiera gustado subirlo completo pero tardaría más tiempo en publicar pero no quería dejarlas sin capítulo. Así que lo dividí en dos partes.
