33.- Me Volvería Completamente Loca.

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—¿Quieres café? ¿O quizás un poco de té?

Miro hacia arriba de mis manos y la Señorita Stacy me ofrece una sonrisa suave y agradable. Su cabello está recogido en un extraño peinado y hay una bufanda que lo decora. Se veía tan hermosa y ni siquiera lo intentaba.

Todavía me asombra el maravilloso mono hecho de tela azul oscuro.

Lleva pantalones. Yo también quiero usarlos.

—Franny, querida. Tu bebida estará fría si no me lo dices. No puedo hacer trucos y leer tu mente como lo hacen en los libros. —Sonríe ahora.

Uh, el té está bien. Gracias, Señorita Stacy.

—Vuelvo enseguida.

Mientras espero, vuelvo a cerrar los ojos. Estoy cansada. Aunque dormí, no fue suficiente. Y si estaba cansada, Theo estaría peor. Lo supe incluso cuando me aseguró que estaba fresco y bien para ir a trabajar. Dijo que habían días peores.

Siempre habrán días peores, ¿verdad?

Un ligero toque en mi hombro me hace abrir los ojos de nuevo y la Señorita Stacy no puede ocultar la mirada de preocupación en su rostro. Ella es mala mintiendo.

Es té de canela, está tibio y se siente bien. Tengo frío y estoy un poco enferma por lo que entonces es perfecto. —Señorita Stacy ... quería disculparme por aparecer aquí sin previo aviso y perturbar su verano. Sé que es irrespetuoso y grosero, pero honestamente no sabía a dónde más ir.

—Eres libre de venir aquí tantas veces como quieras, Franny, —afirma. Una sonrisa maternal en su rostro. —Siempre habrá un plato de comida o una taza de té para ti aquí.

—Significa mucho, Señorita Stacy, gracias.

—Pero, me preocupa el hecho de que anoche la Sra. Lynde apareció en mi puerta preguntando si te había visto ...—comenta, poniéndose un poco más seria, pero aún había una expresión cálida que me calmaba. —Ella me hizo saber que te habías escapado de tu casa. ¿Es así?

—No quería…—murmuro, sintiendo un repugnante tirón en mi estómago. Bebí más té. —Pero anoche fue muy duro y no pude soportarlo. Se sentía asfixiante...

Ella parece pensativa. —El chico que te trajo aquí ...

—Se llama Theo. Es un amigo mío y estuvo conmigo anoche. No quería que yo estuviera afuera sola, así que se quedó ... Trabaja por la mañana, por eso le sugerí venir aquí. Él no... El quería llevarme a casa, pero yo no quería ir todavía.

Ella asiente de nuevo, ligeramente.

—Ya veo ... ¿Dónde estaban ustedes dos entonces? ¿En su casa?

—No, estábamos ...— Lo dudo. Pero lo sacudo rápidamente. Podría confiar en la Señorita Stacy. Ella era como yo. Ella me entendía. —Estábamos en el camino de los naranjos.

—¿Dormiste en el suelo?

—Sí. Pero está bien, de verdad. Estoy bien. Me duele un poco la espalda pero en general ... estoy... bien.

Termino mi té.

—Si lo que pasó anoche vuelve a ocurrir, por favor, siéntete libre de venir aquí. Tendrás una cama y comida. No quiero que te enfermes y estés sola porque no es bueno para ti, Franny, —me hace saber en una manera suave. Asentí con la cabeza. —Y sobre tu familia ... tengo que hacerles saber que estás aquí para que no se preocupen más por dónde estás y si estás bien.

—Esperemos un poco, ¿por favor?— le ruego. —No quiero estar en casa todavía. Mamá estará tan molesta y ...— No podría decir que me abofeteó. Sé que ella no lo hizo queriendo. Y que por mi comentario me lo merecía. Pero me dio un poco de miedo volver. —De hecho, me gustaría descansar un momento si puedo, y si usted no tiene ningún problema.

Beside You |¦ Anne With An E¦|Where stories live. Discover now