🎀 Quinta entrega - vísperas |1|

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Dedicado a la Panquesita de mi corazón y co-autora de mis obras ¡Cariño! Te amo pero KOI JA NAI.

Dedicado a la Panquesita de mi corazón y co-autora de mis obras ¡Cariño! Te amo pero KOI JA NAI♥

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Noche, y cuatro crías recién nacidas dentro de una bañera azul con varias mantas, lloraban.

El pequeño azabache les había limpiado con trapos húmedos, ya que la gata no se había dignado en hacerles absolutamente nada. Junto con su madre cortaron los cordones umbilicales que tenían a dos machos pegados, y uno que tenía las vísceras afuera; sonara asqueroso y realmente malo, pero no podían hacer nada con el que nació mal, ya que era muy tarde y tomando en cuenta que tendrían que viajar en transporte público, por lo que esperarían hasta el día siguiente.

Con guantes y ayuda de Farlan los alimento, leche tibia en un gotero, donde mamaban, ya había preparado las alarmas de la madrugada, pues ellos repetirían la comida cada cuatro horas. Limpios y llenos, procuro limpiar todo y desinfectarlo, guardar en un cajón los utensilios y a los gatitos los dejo bajo la mesa donde comenzarían a crecer.

Levi lloro un mar con mocos y rostro totalmente rojo hasta las orejas, no quería que le pasará nada, no quería que terminara mal, trataba de darle ánimos y hablarle, pero claro que no le entendía. Le estrujaba el corazón ver como peleaba por respirar, trataba de maullar pero no salia nada, no comía mucho.
El niño lloro bastante.

En la primera madrugada murió el herido. Le habían bautizado con Pretzel.

¿Y Miau que hizo durante ese tiempo?

La gata malagradecida se perdió, pretendía entrar en la casa algunas veces, pero Levi le había agarrado rabia, por lo que impidió siempre su entrada.

Ya tenia dos semanas con los bebes, dormía poco durante la noche y por el día aprovechaba de recargar baterías, lo agotaban, la hembra era tranquila siempre y cuando estuviera sobre el siamés, pero en cambio, el hermano de rayas naranjas podía delirar toda la noche hasta que le alimentarán tantas veces como fuera posible. El siamés era el mas grande y el que menos molestaba.

El aseo y cuidados de los bebes lo hacia Levi, sólo pedía ayuda cuando tenía en manos a los gatos o las tenia sucias. Isabel le gustaba ayudarlo durante las madrugadas, a Farlan le atormentaban los lloriqueos cuando trataba de jugar en la sala.
Con la toalla tibia la restregaba por las zonas íntimas de los bebés, ya que la madre no estaba debía hacer que orinaran y defecaran, de manera calmada y suave, hasta que vaciaban el tanque completo. Era muy necesario, a los cachorros de los gatos se les debe dar un incentivo o estimulación para que logren descargar sus vejigas y rectos.

Así los días pasaron, y Miau comenzó a molestar y rasguñar la puerta del patio. Kuchel hizo la prueba de dejarla pasar -pues molestaba como los mil demonios- y esta de manera inmediata fue a alimentar a sus hijos. ¿Que le ocurrió? Los abandonó durante dos semanas y de la nada quería nuevamente cuidarlos.

El Capitán está enCinta ¦ EreRiWhere stories live. Discover now