POWER & CONTROL [SEULRENE]

† Give a Round of Applause for... {pt1}

9.

Seulgi había amanecido enojada, tanto que casi se queda en cama en vez de ir al colegio.

¿La razón? No había.

Debido su trastorno de personalidad, las emociones de Seulgi podían variar de un día a otro, desde estar muy apegada con alguien en específico y estar muy feliz sin razón alguna, hasta caer deprimida por unos días o estar extremadamente enojada. No lo podía controlar. Seulgi sólo conocía el bien o el mal, no conoce lo que es el término medio.

El molesto sonido de una llamada entrante del celular de la chica sacó a Seulgi de las sábanas refunfuñado en busca de su celular.

—¿Dónde esta? Maldita sea—gruñía la adolescente levantando las sábanas en busca del aparato. Cuando dejó de sonar, Seulgi dejó ir un gran suspiro que logró tranquilizarla un poco. Pero sólo un poco porque enseguida empezó a sonar de nuevo —Pero- ¡AH!

A penas logró ver un pedazo de su teléfono, tiró de él para atender de una vez la llamada —¿Qué?—responde cortante.

—Vaya forma de saludar a tu mejor amiga—responde Yeri con una risa chillona, cosa que molestó a Seulgi.

—¿Qué quieres?— no cambió su tono. Yeri al darse cuenta de que Seulgi estaba molesta de verdad, dejó de reír al instante.

—ahm.. Bueno solo quería saber como estabas y... ¡Ah si! Irene preguntaba por qué te tardabas tanto, faltan 10 minutos para comenzar la reunión— Seulgi frunció el ceño '¿Reunión?' pensó.

—¿De qué hablas?

Yeri estaba apunto de responder pero enseguida alguien le quitó el teléfono.

—¡¿Cómo que 'de qué reunión hablas' Seulgi?! ¡Hoy es día de campaña para la primera ronda de eliminatorias para las elecciones del consejo y tú tienes que estar conmigo!— se escuchó la voz desesperada de Irene.

Seulgi se emocionó un poco al escuchar que Irene la quería con ella, pero aún así, no se sentía con ganas ni de levantarse de la cama —Irene, no me siento muy bien, no sé si pueda ir al instituto hoy—trató de fingir la mejor voz seca que pudo, pero aun así Irene no se la comió.

—Voy a pedirle a la directora que me de unos 30 minutos mas para irte a buscar a tu casa. Si no estas lista para cuando llegue, la vas a pasar mal Kang Seulgi— y sin decir mas, la castaña colgó.

Seulgi miró su móvil con algo de miedo y confusión. Irene vendría pronto y de seguro la regañaría por olvidar la famosa reunión.

Rechinando los dientes, salío de la cama y buscó su uniforme, lo dejó en la cama doblado y se fue a duchar.

Seulgi seguía molesta, pero lentamente se iba calmando al recordar que Irene pronto llegaría.

Después de su ducha salió del baño envolviendo su cuerpo en una toalla, para cuando llegó al pie de su cama tiró del uniforme para poder ponerselo. Le faltaba todavía por terminar cuando escuchó el sonido del timbre de la casa, seguido por varios firmes golpeteos en la puerta principal —¡Ya voy!—gritó molesta.

Odiaba el sonido de ese timbre tanto como Irene amaba presionarlo.  

—¡Yah Kang Seulgi! ¡Te dije que estuvieras lista para cuando llegara!

Seulgi terminó de arreglar su mochila y bajó las escaleras. Le abrió la puerta a Irene y enseguida se fue a la cocina, dejándo a la castaña confusa.