Pobres ilusionistas

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He despertado de un sueño
De un sueño de esperanzas
De esperanzas tan ingenuas

¡Pobres ilusionistas! Habéis caído en vuestra propia trampa! Habéis cavado un abismo demasiado profundo, estaba en juego vuestro orgullo,  y finalmente habéis sufrido las consecuencias de tan grave pecado. ¡Pero era necesario asomarse al borde, sentir el aliento de la vida sino en nosotros, al lado nuestra! !Por unos instantes solamente! ¿Qué importa unos segundos, unos meses, una eternidad si esta está circundada por una eternidad infinitamente superior a cualquier otra?
¡Pobres ilusos! Sueño y Persona, persona soñadora y sueño persistente, ambos desechos de una verdad dolorosa, sublimados por un sufrimiento os destruye, insensatos. ¿Quien, qué ser racional, se adentraría, con incondicional entrega, a la inseguridad de los abismos? En búsqueda de un aliento vital, habéis violado el contrato esencial que el ser humano contrajo con la vida misma al principio de los tiempos: sueño, sentiste tu futuro terminarse y tú, persona, te vistes desaparecer tu singularidad junto a ese sueño. Y entonces, revolcándote en tu propio pathos, lodo de todo ser humano, te negaste, le diste la espalda a la moral, la cultura, a la propia humanidad y por último a la vida. Preferiste hundirte bajo el barro, arrastrar tú ser patético por las calles llenas del asombro convencional de los llamados civilizados, sacar a la vista de horrorizados transeúntes tus vísceras, tus sufrimientos, conociendo de antemano tu condena, el reniego de la humanidad y por tanto tu nueva soledad. Preferiste esto a vivir en la inmediatez del presente, en un mundo en el que el individuo se consume desde su nacimiento en la colectividad sin llegar nunca a desarrollarse, a vivir en la hipocresía sin jamás albergar, fuese solo la sospecha, de una eternidad eternamente presente, gente corriendo de un lado a otro, sin tiempo de sentir la trivialidad de sus objetivos frente al insoportable infinito ¿Tendrán miedo de él, y por eso huyen? Pero esa conducta es el pacto que hace posible la vida.

ReflexionesWhere stories live. Discover now