》Capítulo 14《

785 89 77
                                    

"Pensamientos"
Posturas
Narra
—Habla—
Recuerdos

♣︎【【【【♣︎】】】】♣︎

Rubius Pov:

Me encontraba sumamente agotado, la pelea contra ese demonio me dejó hecho mierda. Trataba de mantenerme en pie con toda la voluntad que me quedaba, pero de momentos mis piernas perdían el equilibrio haciendo que me estampe contra el suelo varias veces. Llegué a un punto en donde me tenía que sostener por las paredes para que no me pasara nuevamente. A medida que seguía avanzando, pude sentir a lo lejos el olor de mi espantoso cuervo junto con el niño.

—¡Niño, rata con alas!— abrí la puerta aliviado de verlos ahí. Pero en un momento un libro me golpeó justo en el pecho, provocando que el dolor en mis costillas se incremente más. Yo grité, maldiciendo a cada ser viviente.

—¡Cuida tu lenguaje frente a menores!— ese cuervo no dejaba de molestar.

—¿Por qué me lanzaste todo eso?— el niño tiró todo en sus brazos directo al piso.

—Perdón, es que el tambor había desaparecido y no sabíamos que hacer— comprendí enseguida, si hubiera estado en su situación, estaría haciendo lo mismo.

—¿Tu pierna está mejor?— negó con la cabeza— Entonces, ven, sube a mi espada— despacio me agaché frente a él para luego darme la vuelta. Cuando sentí un peso extra en mí me levanté y comenzé a caminar, guiándome por el olor de Luzu, a la salida. Paré en seco al oler sangre proveniendo de afuera.

—¿Qué pasa?— el niño se escuchaba preocupado.

—Mejor apurémonos— corrí, ignorando el agudo dolor en mi cuerpo, hasta que puede ver la salida. Bajé a mi acompañante y salimos, recibiendo la luz del sol a punto de esconderse, cln algo de la oscuridad de la noche.

—Rabis— sentí como Luzu me abrazaba, yo traté de no verme herido, pero fallé— ¿Qué tienes?— me sacó mi máscara para ver mi rostro.

—Me ocuparon como saco de boxeo.

—¿¡Qué!?. Dioses, tenía razón, no debí haberte dejado ir solo— yo reí, él se veía mucho como a una madre preocupada por su crio.

—Tranquilo, mami Luzu, estoy bien— me vió confundido ante ese apodo— ¿Qué?. Suenas igual a una madre preocupada— confesé. Enseguida encuché su risa. Fijé mi vista en el trio de niños, se estaban abrazando mientras lloraban felizmente, sonreí con nostalgia ante aquella acción. Cuando desvié mi mirada pude ver a Vegetoide con unas vendas en su cabeza, las cuales Willy estaba terminando de poner. Me preocupé y rápidamente fui a ver como estaba— ¿Estás bien tío?. ¿Qué te pasó en la cabeza?.

—Estoy bien Doblas. Estaba buscandote cuando una sala giró haciéndome caer desde el segundo piso de cabeza. Por suerte Willy tenía unas vendas y pudo atenderme— le mandó una sonrisa apenas terminó de poner la última venda.

—Me alegro que estén bien— al no tener algo cubriendo mi cara, les mostré una gran sonrisa. Vi como a Vegetta se le tornaba la cara roja, reí y me acerqué a él para luego abrazarlo. Atraje también a Willy para que se nos uniera. Aproveché el momento para cerrar mis ojos y, cuando menos me dí cuenta, sentía como si mi familia estuviera allí conmigo.

Narrador Pov:

Los tres cazadores se separaron del abrazo y fueron a por los niños y sus amigos. Enterraron el cadáver y, finalmante, se retiraron del lugar.

—¡Desciendan la montaña!. ¡Desciendan la montaña!.

—¡Un cuervo que habla!— dijo, sorprendida, la más pequeña.

El Cazador de las nieves (Ruwigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora