Capítulo 27

1.9K 68 0
                                    

Hugo

—No es buena idea. ¿Por qué no te esperas hasta mañana? —Pregunta Eva mientras seguimos a Sam detrás suya.

—Porque, no puedo vivir sin mi móvil y lo necesito ya. Quién sabe si cuando venga mañana, alguien se lo ha llevado.

—Podrían habérselo llevado también hace unas horas — Comento encogiéndome los hombros. Eva me lanza una mirada de "no ayudas" y yo vuelvo a encogerme los hombros —. Solo digo verdades.

—Siento que sigue en el auditorio —Hace unas horas que acabaron las clases así que no será muy difícil irrumpir en la academia. Sam suelta una exclamación cuando descubre que la puerta principal está abierta—. Vaya, ha sido más fácil de lo que pensaba. Ya me estaba imaginándonos marcándonos un James Bond.

Sam pasa primero, le sigo yo después y por detrás mío andan Flavio y Eva.

—Si está abierto significa que los profesores siguen aquí y seguramente Noemí también. Tenemos que ir con cuidado —Susurra Flavio. Noemí es la directora de la academia. Es una mujer muy agradable y nos ayuda en todo lo que puede pero no por ser amable significa que la quieras ver enfadada. Hay que tener cuidado.

Llegamos a la puerta del pequeño teatro sin problemas. Tiro de la puerta para ver si se abre pero está cerrada.

—¿Y ahora que hacemos? —Pregunta Eva dando toquecitos con el pie, nerviosa. Se nota que se quiere ir de aquí lo más deprisa posible. No quiere meterse en líos.

—La niña buena quiere irse ya, no le vayan a castigar —Le digo para picarla. Eva me saca el dedo del medio.

—Cállate imbécil.

Todavía no hemos hablado de lo que casi pasó hace dos días. Hemos hecho como si no hubiera ocurrido nada. Eva y Rafa parecen estar mejor que nunca, aunque a veces me pregunto si la felicidad que intenta transmitir Eva es real. Una parte de mí quiere creer que lo del otro día significó algo para ella, pero sé que estoy equivocando y eso me lleva unos días provocándome mal estar.

—¿Alguien tiene una horquilla o algo fino? —Miro a mis compañeros.

—Sí toma —Dice Sam. Cojo la pequeña horquilla de color marrón y forcejeo un poco y al final abro la puerta roja.

Nada que no haya hecho antes.

—El Hugo, que práctica tiene —Comenta Sam.

—No sabes tu bien.

Entramos al auditorio y Flavio cierra con cuidado la puerta sin hacer ruido.

—Vale Sam, piensa donde lo has podido dejar.

—En una de las butacas, ayudadme a buscar.

Nos ponemos a buscar entre las butacas a ver si aparece el móvil de Sam.

—¡Aquí está! —Exclama Eva. Sam corre y le da un abrazo que casi la tira.

—Gracias, gracias, gracias — A continuación, comienza a darle besos al móvil—. Ya estás con mamá.

—Vale genial, ¿podemos irnos ya?

—Pero si acabamos de llegar. ¿No os gusta un poco de peligro? Nunca lo había visto así de vacío.

—Tiene razón Eva, no vaya a ser que nos pillen aquí sin autorización —Añade Flavio, apoyando a Eva.

—Fla, eres un muermo —Sam sube al escenario y comienza a dar saltos en él —. Venga hermano Malfoy. Dime que tú sí que sabes divertirte.

EsperandoWhere stories live. Discover now