Bonito alboroto

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Autor: Lucretia.

Resumen: Shun lleva un peso en su pecho, y un amor callado que no parece encontrar respuesta... Pero, ¿Es tan imposible su amor por Hyoga como él piensa?

Serie: Saint Seiya.

Pareja: Shun-Hyoga.

Clasificación: Romance.

Advertencia: Lemon.

Notas: Esta es una traducción permitida. Gracias a Lucretia por permitirme traducir su fic.

Fecha: 21/03/2005.

Beta Reader: Pleasy Stay.

Disclaimer: Todo lo referente a Saint Seiya pertenece a Masami Kurumada y a la Toei.



Bonito Alboroto.


Shun paseaba tranquilo por los terrenos de la propiedad Kido, a pesar de la fina lluvia que caía aquella tarde. Deambulaba entre los bellos e imponentes árboles, observándolos, respirando el aire frío entre ellos. Mientras sus pensamientos volaban lejos de allí. Vagaban al encuentro de la única persona que habitaba su corazón ahora, Hyoga. Él era la única cosa en la que pensaba últimamente.

"Hyoga" Shun suspiró suavemente, mientras la figura del rubio se formaba en su mente. Los hermosos cabellos dorados, tan sedosos que añoraba con poder rosar todas las noches. Los grandes ojos azules y la piel blanca, tan clara y pura como la fría nieve, que cubren las amplias colinas rusas. Hyoga era un sueño, un sueño muy distante para él. Como deseaba al Santo del Cisne, pero tenía miedo... miedo de no ser correspondido, de ser menospreciado...

Las lágrimas surgían de sus ojos a cada pensamiento, recuerdo, imagen, esperanza que vagaban en su mente. Shun dejó que algunas escapasen sin vergüenza, y mojasen su delicado rostro.

Las cálidas lágrimas, contrastaban con las frías gotas de lluvia que cubrían su rostro, y fue ahí que se dio cuenta de que la fina lluvia que caía se había vuelto mucho más fuerte. Observó su playera verde adherida a su cuerpo, su cabello mojado, caía sobre sus ojos dificultándole un poco la visión.

¿Hacia cuanto tiempo que estaba allí, vagando por el predio, sin rumbo fijo? No lo sabía, ni tampoco le importaba.

Pasó la mano por entre su cabello, quitando las verdes hebras de su rostro, mejorando así un poco su visión. Estaba cerca de la mansión y creyó mejor volver, no tenía intenciones de caminar más debajo de la lluvia, además su hermano ya debía estar preocupado por él.

—¡Shun! —Era la voz de Ikki, la que Shun escuchó nombrándolo.

El Santo del Fénix estaba en la puerta de la mansión, resguardándose de la lluvia, mirando hacia el bosque cercano, para intentar encontrar a su hermano por allí. Luego de unos segundos Ikki pudo ver la figura de Shun emerger. Su cabello mojado, la playera pegada al cuerpo, totalmente empapado, con una mirada cabizbaja, manifestando una completa tristeza en su bello y casi femenino rostro.

—Estoy aquí. —La voz de Shun fue suave, pero suficiente para que el Santo de Bronce la oyera.

Esa era una voz que demostraba una honda tristeza, pero Ikki no podía saber si su hermano lloraba o no, a causa de las gotas de lluvia que bañaban su rostro.

—¿Te volviste loco? ¡Sal de bajo de la lluvia! ¡Pareces un niño! ¡¿Acaso voy a tener que cuidarte toda la vida?!

Ikki le dio un buen sermón. Estaba preocupado por su hermano, pero no se interesó en saber el motivo de aquella caminata bajo la lluvia. Percibió que Shun estaba melancólico, pero no quiso saber por qué. Shun tampoco estaba dispuesto a contarle, de todas maneras. Ikki quería solamente que él estuviese bien de salud.

Bonito alboroto (Traducción)Where stories live. Discover now