M.D.C la tendencia en París

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Marinette ahora tiene muchas cosas, ella puede decirlo con orgullo. Tal vez tiene la vida soñada de muchos. Pero como todo en la vida, nada es color rosa.

Hace mucho tiempo; la chica sintió que parte de su alma moría, ella no entendía qué hizo para recibir tanto odio de tanta gente. Tuvo que dejar el colegio François Dupont y tomar clases en casa. Por el acoso constante de compañeros de clase y hasta de extraños.

Claro, sus padres le habían dado la opción de inscribirse en otro colegio, pero ella no quería, porque de igual forma bastantes personas conocían su rostro por culpa de una cosa que hizo Alya con Lila.

Por alguna razón la Ladyblogger creyó que podía grabar su rostro y exponerla sin recibir nada en contra. Con mucho trámite, sus padres lograron que Alya borrara el vídeo, y la denuncia en contra sin duda afectó al blog.

Pero Marinette nunca sintió que eso fuera suficiente. Dolía, con el paso del tiempo se volvió un dolor sordo, casi imperceptible. Pero simplemente eso que pasó la marcó para siempre.
Era difícil pensar en el pasado, cuando Alya era su amiga y cuando su mayor preocupación era estar al día con cualquier cosa que hiciera Adrien.

Tuvo que irse a entrar en una universidad de moda de New York, mientras trabajaba como pasante de la madre de Chloé. Honestamente esa fué la clave de su gran éxito.
La universidad donde fué admitida era de alto prestigio, mientras que el trabajo también requería mucho esfuerzo y experiencia. Entonces no fué ninguna sorpresa para sus compañeros de que ella tuviera tanto éxito.

Allí conoció gente de gran nivel profesional, y también social, de manera que aprendió a comportarse de una manera educada y sofisticada en público, aprendió a expresar mejor sus ideas. A veces recibía ayuda de sus amigos "famosos" aunque ella nunca fué como Lila, porque siempre se aseguraba de apoyar a la gente que la apoyaba, no era una amistad unilateral donde un lado hacía todo, mientras el otro se quedaba allí.

Costó mucho, pero realmente pudo abrirse de ciertas cosas a sus nuevos amigos. Y finalmente les contó bastante cosas de su pasado, y pese a que Marinette tenía miedo de que la dejaran, nadie se alejó, de hecho se mostraron bastante comprensivos y fueron un gran soporte para ella.

Ella tenía el Miraculous de caballo; junto al de Ladybug. Nunca los dejó, ella iba cada vez que había akuma en París, a través del portal.

Así que notó el cambio de su querido gatito, él dejó de ser un chico alegre y se encerró en un caparazón. Ella siempre quería saber qué le pasó. Pero había una regla de no brindar mucha información. Por lo que él sólo podía decir lo mismo cada vez:

«Cometí un gran error, Mi Lady. » Le dijo él, pero ella jamás lo entendió, el chico nunca dijo nada más, pero ella lo apoyó en cada recaída.

Chat Noir a veces le recordaba a cierto rubio, que ni siquiera podía mirar los carteles de la ciudad, no lo hizo.  Ladybug no sabe si Chat notó alguna vez su extraño comportamiento.
El nombre de Adrien Agreste era algo que todavía le dolía mucho, no es que lo admitiera, pero esperaba nunca encontrarse con él de nuevo. Aunque eso era imposible porque él seguía siendo modelo. Aunque la marca Agreste ya no era tan exitosa como antes.

A veces se preguntaba por qué Adrien se quedó callado cuando la acusaron de lo peor, peor nunca encontró respuesta.

Marinette no lo odiaba, pero tenía una mezcla de sentimientos hacia él, la mayoría no eran buenos.

De todas formas ya no había vuelta atrás, ya no era una adolescente con fantasías sobre él. 

Entonces decidió seguir con su vida, en realidad reprimiendo cualquier pensamiento sobre aquél rubio.
Cuando tuvo su primer novio fuera de París, él le recordaba un poco a Adrien. Por el cabello rubio, pero eso molestaba a Marinette.

No quería que al besarlo sintiera algún recuerdo de su " sólo un amigo"

La terapia la ayudó bastante a superar los pensamientos intrusivos sobre su pasado, pero la ansiedad seguía con ella. No era tan malo como al principio.

Mucha de la gente que le hizo daño hoy estaba en la ruina: revistas, personas y una marca...

La empresa Gabriel Brand también había decaído, y Marinette sólo podía reír internamente del karma.

Ahora ya tenía 25 años, y era muy solicitada en su profesión. Incluso llegó a fabricar vestidos para los nietos de la Reina Isabel.

Todo marchaba normal, hasta que... Llegó esa fiesta.