El amor y el sexo a lo largo del tiempo.

Capítulo I: A de Altura

A 10 000 metros de altura el amor se desarrolla de la misma forma que las personas con los pies sobre la tierra, del mismo modo, la tentación es latente y el deseo puede ser desencarnado lo que puede llevar a las personas a dejarse llevar por sus deseos más pasionales.

El avión despegó a las 10 de la noche, en el trascurso del viaje, la mayoría de los pasajeros estaban tranquilos, salvo por una pequeña turbulencia las cosas trascurrieron con normalidad.

Kyojuro Rengoku el piloto, había manejado el vuelo de forma excepcional, por su parte, Iguro Obanai, el copiloto, había logrado terminar con todas sus tareas, por lo que se pegó al respaldar del asiento y comenzó a sobarse la nuca.

Kyojuro al ver a su compañero tan tenso, le comentó.

― Descansa un rato. ― Rengoku con las manos en el timón y mirándolo de reojo, agregó ―, Pondré el piloto automático por mientras, no te preocupes.

Iguro lo pensó por unos segundos, si bien, su deber era estar en la cabina ahora se sentía muy tenso y algo cansado, además, había sucedido algo más temprano que lo dejo ansioso y pensativo.

― Gracias. ― Respondió Iguro asintiendo levemente con la cabeza y retirándose el cinturón de seguridad.

― Ni lo menciones, de los dos años que llevamos volando juntos nunca te he visto tomar un descanso. ― Comentó Rengoku con su característica sonrisa llena de energía y vitalidad.

Iguro salió de la cabina del piloto y paso por en medio de los pasajeros sobándose el cuello, necesitaba un pequeño descanso, pero, además, debía desfogar todos sus pasionales pensamientos de la joven azafata, por lo que tenía planeado ir al baño.

Kanroji Mitsuri, una joven y encantadora muchacha de cabellos rosas con puntas verdes que se había unido al avión como una de las azafatas hace dos meses atrás, en ese entonces la joven se desenvolvió de manera excepcional en su labor, y también fue en ese entonces que se quedo flechada por el joven copiloto, aunque él no lo supiera, ella se había sentido atraída por él, desde el primer momento que lo vio, por desgracia, la labor como copiloto es difícil y muy atareada por lo que la joven casi nunca tenía oportunidad de hablar con él.

El joven, ante los ojos de la señorita, era bien parecido, con un cabello negro hasta los hombros y unos fascinantes ojos de distinto color. Tuvieron la oportunidad de cruzar palabras y de conocerse un poco, cosa que la joven hizo que se sintiera aún más atraída por el joven.

En el vuelo anterior a este, la joven Mitsuri había ido a cambiarse la blusa blanca, puesto que uno de los pasajeros había salpicado de casualidad el jugo que le había entregado la joven, cuatro manchas en la parte inferior de la blusa hicieron que Kanroji se sintiera desalineada y sucia, por lo que se fue a cambiar su blusa al área de vestidores del avión, que en realidad era un espacio cubierto por una fina cortina en donde guardaban las mantas y almohadas, rápidamente la joven le pidió a una de sus amigas, Shinobu Kocho, otra azafata, que la cubriera por unos minutos en lo que se cambiaba.

Ya en el espacio, la joven se había quitado su chaleco negro y se estaba desabrochando los cuatro botones superiores de la blusa, de pronto, el avión sufrió una turbulencia lo que hicieron que la joven se fuera hacia atrás, Kanroji se sujeto de la cortina para evitar caerse, tirando de esta hicieron que se abriera unos diez centímetros, para cuando la turbulencia paso, la joven continuo cambiándose sin percatarse que la cortina estaba abierta unos centímetros, y además, que aquel joven copiloto que iba por encargo del piloto se había quedado estupefacto al verla quitarse la blusa, el joven se sintió mal al comportarse de una forma tan vulgar y grosera, por lo que tomó el encargó y salió deprisa del lugar. No obstante, la joven se había percatado de que era observada por el joven, quizás con otro hubiera cerrado la cortina o hasta gritado, pero no con él ya que se sentía alegre de saber que era atractiva para el joven.