🌕 𝑺𝑬𝑵𝑲𝑼𝑼 𝑰𝑺𝑯𝑰𝑮𝑨𝑴𝑰 𝒙 𝑶𝑪 𝑪𝑰𝑬𝑵𝑻𝑰𝑭𝑰𝑪𝑨
── Las manecillas del reloj al dar el medio día, siguieron moviéndose a pesar de que la humanidad se detuvo. Ella esperaba pacientemente pagando su sentencia con el sueño de cien mil mill...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
-Ryusui... -Llegaron al laboratorio a toda velocidad. Mientras el capitán la depositaba cuidadosamente en esa cama de paja improvisada, la albina le llamó-. No puedo ver, ¿estamos en el laboratorio?
-Si, Senku dijo que no tardaría. -El hombre fue a tomar uno de los cuencos más cercanos del lugar, el agua de lluvia dentro de éste era cristalina y pura-. Debes tomarla. -El rubio se hincó al lado de la niña y le acercó el cuenco a los labios, ella captó la acción y se tomó el contenido siendo cuidadosa de no regárselo encima.
-Lo sé, lo escuché. -Terminó y Ryusui colocó el cuenco a un lado, poniéndose de pie nuevamente. Galatea miraba de un lado a otro, con la vista perdida delatando su ceguera-. Dame la canasta de fruta. -Le pidió amablemente la niña con una calma envidiable y el rubio se la dió con rapidez-. Necesito azúcar y un poco de alcohol, pero dudo que tu sepas cuál es; así que esperaremos a que Senku llegue. No quiero morir intoxicada tan joven. -La albina dió una leve risa para calmar el ambiente, Ryusui se sentía patético, la pobre niña era la que calmaba la situación. Con una sonrisa, ella tomó uvas y limones para sentir su textura y diferenciarlos-. Por el momento necesito algo de fruta, con las uvas bastan y si reposo lo suficiente mi vista volverá.
-Esto es inesperado. -El capitán se quitó el sombrero y lo puso en la mesa céntrica, después se limitó a rascarse la nuca-. Siempre has sido muy saludable y atlética.
-Para serte sincera no he comido desde ayer y recordé un par de cosas, eso es todo. -La somnolencia la invadía, su parpadear cada vez era más lento. Se sentía cansada.
-¡Eso quiere decir que por fin me recuerdas! ¿No? -El rubio se giró con emoción, a pesar de que ella no lo podía ver, sonaba a que estaba entusiasmado.
-Quizás... puedo intentar. -El Nanami pudo notar como la voz de la niña se apaga-. Tú... ¿nos acompañaste a cenar una vez?
-¡Si! El primer día que llegaste al conglomerado cenamos todos juntos. -Galatea sonrió levemente-. Llevabas puesto un vestido blanco y largo, tenías unos pendientes de oro.
-Tienes buena memoria. -Galatea sabía que no podía dormirse o podría nunca despertar, así que volvió a tomarse la presión. Y un largo minuto indicó que seguía bajando-. 50 sobre 60, está bajando muy rápido. -La albina limpió las uvas contra su vestido húmedo y se las metió a la boca una por una para tener algo con lo que recuperarse-. Pero me siento tan cansada...
-No la dejes dormirse idiota, ¿quieres matarla? -El científico por fin hizo presencia, haciendo que Ryusui se sobresaltara y Galatea perdiera la somnolencia.