VICISITUDES

Capítulo 27

XiChen y XuanYu se alejaron unos metros de la residencia Jiang, ambos estaban callados, pensativos, preocupados, solo reaccionaron al sentir como algo chocaba contra sus piernas.

-Perdonen- hablo un hombre que se encontraba agachado para cargar al pequeño niño que había chocado contra ellos- Disculpen a mi hijo, es que salió corriendo y no miro al frente

Lan Huan le observó cuando se reincorporo, obviamente conocía a ese hombre, a pesar del tiempo seguía viéndose igual, estaba por responder pero al ver quien se acerca, su atención se fijó en ella.

-Señorita Jiang, es un placer verla

-Lamento no poder decir lo mismo joven Lan

-No entiendo a que se refiere

-Ni es necesario que lo entienda- ZiXuan estaba sorprendido, nunca había visto esa frialdad en la mirada de su amada esposa- Con su permiso, mi familia nos espera

-Por favor, concédame unos minutos

-Señor Lan, no creo que sea necesario, usted y yo no tenemos nada de qué hablar

-Entiendo, pero deseo pedirle un favor, mi hermano quiere hablar con el joven Wei, he venido a buscarlo...

-Lamento interrumpirlo, pero si su hermano quiere hablar con A-Xian, es él quien debería estar aquí y no usted

-WangJi lo está buscando en otros lugares...

-Entonces deje que él venga personalmente, debe asumir las consecuencias de sus actos

-¿A que se refiere?

-Eso tiene que averiguarlo su hermano, NO USTED

-Señorita Jiang, usted siempre a sido alguien racional y amable, por eso me atrevo a recurrir y solicitar su ayuda, pero creo que no la obtendré

-Me alegra que le quede claro, usted se preocupa por su hermano y yo defiendo a mis hermanos. No olvide mis palabras, porque el joven WangJi tampoco lo hará- caminó unos pasos dejando atrás a todos- ¡ZiXuan, vamonos!- YanLi no odiaba a nadie, pero si estaba muy molesta, tanto que su esposo no dudó en seguirla lo más rápido posible

XiChen estaba abrumado, Jiang YanLi era conocida por su amabilidad e inteligencia, las cuales completaban su belleza, pero hoy, solo vio frialdad en ella, era como ver a Yu ZiYuan, fue cordial pero no amable, además sus palabras eran filosas y con un toque de molestia que jamás le había escuchado. Mo XuanYu tenia muchas dudas, mas sin embargo sabía que no era el momento, solo detuvo un taxi para subir y dirigirse a la residencia de los Lan.

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Lan WangJi estaba asustado, sus rodillas se doblaron y sus dorados ojos suplicaban a los grises que estaban frente a él.

-Wei Ying...

-Lan WangJi, ha pasado el tiempo...- la melancolía se notaba en su voz

-Wei Ying, por favor, te suplico me perdones

-No tengo nada que perdonarte, tu tomaste tus decisiones y yo las mías

-¡YO NUNCA QUISE DEJARTE!- su desesperación era evidente, quería que el menor supiera que le amaba, que nunca dejó de amarlo y le dolió irse lastimando a quien más ama